Cima de Astogana. Se encuentra junto al monte Oiz y con sus 809 metros es la más alta de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Sus bucólicas faldas se han convertido en área de pastoreo donde pace el ganado de los pueblos cercanos.
Relativamente cerca, en tierras de Munitibar y sobre las laderas del Oiz, encontramos una pequeña ermita bajo la advocación de San Cristóbal.Aislada de cualquier núcleo de población, se utilizaba para dar cobijo al ganado, descanso al cuerpo de los pastores y consuelo a sus almas.
Esta clase de ermitas poseen una parte dedicada al culto y un espacio cubierto para el ganado. En el propio interior del templo hay una verja que separa el altar del resto de la edificación. Antiguamente se celebraba misa cada 9 de mayo, festividad de San Gregorio; aunque desde hace tiempo la misa se dice por San Cristóbal. La tradición establece que en la liturgia de ese día se bendiga aceite, para aplicarlo luego a los fieles aquejados por el mal de oídos, ya que San Cristóbal es muy solicitado en las plegarias para la curación de esa dolencia.
Monte bocinero de Oiz, aunque supera escasamente los mil metros de altitud (1026 m), es una de las cumbres más altas del sinclinitorio de Bizkaia [que se extiende desde Punta Galea, en Getxo, hasta el monte Urko de Ermua (por unos 50 kms de longitud y 2-6 kms de ancho)]. Ubicado fuera de los límites de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, Oiz es uno de los 5 montes bocineros del Señorío: junto al Sollube, Ganekogorta, Kolitza y Gorbeia.
Desde esas mismas cimas se efectuaba el llamamiento a las Juntas Generales (tradicionales asambleas parlamentarias de los apoderados vizcaínos) prendiendo grandes fogatas en las cumbres, tocando la txalaparta o haciendo sonar cuernos de toro; señales todas ellas utilizadas para realizar la convocatoria al encuentro
Fuente de Oiz. Bajando por la pista que une el balcón de Bizkaia con la cima del monte Oiz, encontramos un abrevadero, que se ha convertido en punto de parada casi obligado para los montañeros que ascienden por esta pista a la cumbre del Oiz.
Munitibar
Caserío de Ambre. Se erigió en 1780 y cumple en la actualidad funciones de alojamiento rural.
Todo lo contrario que en la época en que a esta casona se le puso el nombre por el que hoy es conocida: “Ambre”. Según testimonios de los habitantes del lugar, recibió tal denominación por los largos años en los que, parece ser, se pasó mucha hambre. Al margen de conjeturas sobre antiguas penurias, es verdad que sobre los arcos de este caserío puede leerse hoy la citada inscripción (“ambre”), que identifica la casa. Se trata de una vivienda bifamiliar de grandes dimensiones, ubicada en el barrio de Ganbe, junto a la carretera que une Zugastieta con Munitibar. De amplia planta cuadrangular, está cubierta a dos aguas. Las paredes son de mampostería, con esquinas, vanos y arcos de sillería. Presenta el acceso en doble arco, apoyado sobre un pilar de sillería.
Ermita de San Lorenzo.En el barrio de Ganbe, en un alto, entre pinos y cipreses, encontramos esta ermita conocida popularmente como “San Lontzo”.
Está cubierta a dos aguas y posee un pequeño pórtico cerrado.
Es de construcción reciente y se encuentra ubicada en las propiedades de un caserío de la zona.
Por la festividad de San Lorenzo se celebra misa en su interior
Nevera de Ganbe. Propiedad del caserío del mismo nombre, está situada a unos 200 metros de Ambre, junto a un antiguo camino vecinal que nos lleva hasta el caserío de Leizarraga. Tiene una profundidad de 9 m y un diámetro de 5,8 m.
La nevera ha sido utilizada en Bizkaia durante cientos de años, pero tuvo su apogeo en los siglos XVII y XVIII. La nieve almacenada en su interior se utilizaba tanto para la conservación de alimentos como con fines terapéuticos, para combatir ciertas enfermedades. Existen neveras naturales y artificiales, cubiertas y sin cubrir. La de Ganbe estuvo inicialmente cubierta, pero hoy la protegen nada más que unos cuantos abedules que, desgraciadamente, no han podido evitar que este agujero artificial que tanto y tan buen servicio ha prestado a las gentes del lugar se haya convertido en la actualidad en un vertedero incontrolado.
Antiguamente se arrojaban grandes bolas de nieve al fondo de la nevera, donde eran compactadas y separadas por mantos de hojarasca. Esta forma de explotación artesanal de la nieve desapareció con la llegada del hielo industrial. Gran parte de estas neveras fueron abandonadas, aunque —por curioso que pueda parecer— los moradores del caserío Ganbe vendieron nieve en Gernika hasta 1915, bien entrado el siglo XX.
Mendata
Molino Ikeriya. Tanto las ferrerías como los molinos aportaron en su época de apogeo grandes beneficios a la comarca.
Con el tiempo estas pequeñas explotaciones industriales fueron perdiendo fuerza, dando paso a nuevos instrumentos de generación de riqueza. Pocos son los equipamientos de la industria de aquella época que han llegado hasta nuestros días, pero baste decir que a diferencia de las ferrerías —una de las instalaciones de explotación clásica del momento—, los molinos se han podido conservar porque durante todos esos años se han usado como vivienda.
El molino de Ikeriya es una excelente muestra de todo lo comentado hasta ahora: situado en el curso alto del arroyo Golako, en el barrio de Albiz, ha sido renovado recientemente, amén de que conserva todavía en muy buen estado el mecanismo utilizado para la molienda.
Por su parte, el arroyo Golako—un afluente del río Oka que nace en el alto de Astoaburu ha sido utilizado durante siglos como fuente de energía de un gran número de ferrerías y molinos que se desperdigaban por su cauce y que el tiempo ha hecho desaparecer. Cuando el Golako llega a la altura del barrio de Zarra sufre un acusado encajonamiento y empieza a describir una serie de cerradas curvaturas. Este tramo del arroyo presenta muy buen estado de conservación, lo que nos ayuda a imaginar la fuerza productiva de estos meandros en el pasado.
También en la zona de Zarra, sobre una colina desde la que se divisa la marcha del Golako, se encuentra el caserío Goikoetxe.
Soleado, con orientación al sur, esta construcción con cubierta a dos aguas nació como vivienda unifamiliar para campesinos. Allí vivían, trabajaban, almacenaban víveres y aperos, guardaban y cuidaban a animales y ganado. Hoy en día el caserío ha sido reestructurado y solo cumple función de vivienda para dos familias.
Goikoetxe es un apreciable ejemplar de caserío vizcaíno de los siglos XVI y comienzos del XVII, y representa uno de los prototipos que efectúan la transición entre la casa de entramado renacentista y la barroca. Está compuesto de 25 grandes postes de armazón interior cerrados por muros de mampostería. Mantiene todavía el armazón original. Otro de los elementos que se conservan es la columna central del atrio.
En el corazón de Zarra se encuentra el lavadero. Una pequeña joya entre este tipo de elementos menores, pues son escasos los lavaderos que aún existen y menos todavía los que se conservan en buen estado, como éste. Está compuesto por una pila de agua y una fuente con pilón. Todo ello cubierto a cuatro aguas por una tejavana sobre cuatro columnas.
En cuanto al barrio de Albiz, se trata de uno de los cuatro que forman el municipio de Mendata. Albiz fue uno de los primeros núcleos de la Cofradía de Bizkaia. Se formó en torno a la casa torre de los Albiz, a la que debe su nombre, y ofrece al visitante interesantes muestras de patrimonio arquitectónico:
La iglesia de La Magdalena de Albiz que, según se dice, fue en sus orígenes una ermita.
El edificio que ha llegado hasta nuestros días data del siglo XVI, ha sido reformado recientemente y está rodeado por un pórtico, que alberga una mesa de reuniones. Este tipo de mesa es un elemento característico de muchos templos rurales y su presencia obedece a que, muchos años atrás, los vecinos de las anteiglesias se reunían frente a las iglesias para tomar decisiones. Precisamente en estas juntas de vecinos delante de la iglesia está el origen de la palabra “anteiglesia”. La iglesia cuenta con uno de los relojes públicos más antiguos del entorno, fabricado en 1828 por Juan Miguel Hormaetxegoitia y compuesto por una sola esfera mecánica.
Palacio de Albiz. Es del siglo XVIII y exhibe dos escudos en su fachada principal: el de los Albiz y el de los Allende-Salazar. Cerca se encuentran los restos de la antigua casa torre de una de esas familias, los Albiz: estirpe de rancio abolengo, uno de los más antiguos de la comarca.
La casa torre de Albiz es el solar de ese linaje y se mantiene aún en pie, a pesar de haber sido incendiada en repetidas ocasiones.
El actual edificio en ruinas es una reconstrucción del siglo XVI, gótico-renacentista. Cada fachada mide 13 metros de ancho por 12 de alto, con muros de un metro de espesor. A tenor de lo que muestran antiguas fotografías poseía una cubierta a dos aguas. La existencia de ese tejado, junto con la escasa altura de los restos del edificio, nos indican que la torre fue desmochada. Todavía se mantienen algunas saeteras, ventanucos desde donde se lanzaban flechas. Como ya ha quedado dicho la genealogía de los Albiz es larga, pues se trata de uno de los primeros linajes citados en Urdaibai.
En el barrio de Albiz podemos encontrar también uno de los pocos potros de herrar que se conservan. El “potro de herrar de Albiz” es un complejo de poleas y tiras de cuero con las que se levantaba al animal para ponerle herraduras.
Río Berrekondo. Afluente del Oka nace en las zonas altas del barrio de Albiz. Tras pasar por Mendata va a parar al barrio Kanpantxu de Ajangiz, antes de verter sus aguas en el río Oka. El encajonamiento que presenta este río, al igual que el Oka, ha hecho imposible el asentamiento de núcleos de población en sus riberas, por lo que los establecimientos humanos se han producido en las lomas.
Iglesia de San Miguel, en Mendata (Elexalde).
Ubicada en el barrio Elexalde es de estilo gótico-renacentista y fue erigida en el siglo XVI.
Cuenta asimismo con una hermosa portada renacentista-manierista. Cercana al pórtico que rodea el templo, hay una mesa de piedra, antiguo foro de reunión de los vecinos donde se debatían cuestiones de interés para la comunidad.
La primitiva iglesia parroquial de Mendata debió ser construida en el siglo X, en la loma donde se levanta la actual.
Monte Kalbario. Situado junto a Elexalde se encuentra este montecillo. En la zona más elevada y un tanto deteriorado se encuentra un calvario: tres cruces clavadas en recuerdo de la crucifixión. Hace años, en Semana Santa los habitantes de Mendata hacían el Vía Crucis hasta este lugar, que debe su nombre a esa tradición piadosa.
Centro de interpretación rural de Mendata. Ubicado en la entrada de Mendata es un espacio para la interpretación del caserío. Ofrece una oportunidad única para conocer tanto la vida en el interior del caserío como fuera de él: el espacio interior de esta singular construcción vasca, la cocina, las habitaciones, los aperos de labranza, la convivencia en el mismo caserón de animales domésticos, ganado y seres humanos.
Anexo e inagurado recientemente encontramos el albergue municipal, con capacidad para 36 personas. Distribuido en 4 habitaciones, cuenta con biblioteca y audioteca, frontón, campo de fútbol y baloncesto, jardín y columpios.
La villa de Gernika
Mercado de Gernika. Es el mercado de productos de caserío por excelencia de toda la comarca de Busturialdea. Se celebra todos los lunes del año, aunque los mercados del primero y, muy especialmente, el último lunes de octubre son los más multitudinarios. La actual construcción se levantó en el mismo solar que el viejo mercado, destruido en el bombardeo de Gernika, en 1937.
Ermita de Santa Ana. Se encuentra en el barrio de Santa Ana. Sus muros son de mampostería con esquineros de sillería. Está cubierta a 4 aguas. En la fachada principal encontramos un vano de arco apuntado y una ventana adintelada. Con motivo del bombardeo de Gernika quedó muy estropeada. Actualmente se encuentra en ruinas. El tejado se hundió y las imágenes —de gran antigüedad— hubieron de ser retiradas. Lo mismo que la celebración de culto en su interior, que en los últimos 40 años no se ha producido.
Forua
Ermita de San Cristóbal, ubicada en el barrio del mismo nombre, en la localidad de Forua. Este templo debió contar con un pórtico del que hoy en día solo quedan las bases de las columnas. Se tiene constancia (por el hallazgo de restos humanos) de que bajo las losas de la entrada hubo enterramientos. Como es habitual, también esta ermita contaba con una mesa en el exterior, para celebración de asambleas. Hasta fechas recientes los vecinos del lugar han recurrido a San Cristóbal (representado por una talla en madera de considerable tamaño) para la bendición de aceite que cura la afecciones de oído; y a San Andrés, a quien se implora para que los niños aprendan pronto a hablar.
Casa Torre de Urdaibai.Solar de uno de los grandes linajes que señoreaban el territorio, fue donada en 1051 por Don Iñigo López al monasterio de San Millán de La Cogolla. Poco queda ya de la majestuosa construcción de sillería que durante siglos se alzó sobre una pequeña loma, dominando el Camino Real.
En 1929 un incendio le causó gran daño. En avanzado estado de ruina, hoy solo le quedan dos paredes en pie y un mote (“Castillo Perejil”) harto significativo. Su denominación oficial (Casa Torre de Urdaibai) da nombre a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai (de urde ibaia o ría de los jabalíes, debido a la gran abundancia en la zona de estos animales en tiempos pasados).
Cantera de Peña Forua. Antiguamente casi todos los municipios de la cuenca contaban con una cantera de piedra caliza. La piedra que extraían de ella estaba destinada a la construcción o a la producción de cal. En Forua la piedra caliza se ha extraído casi en su totalidad de la zona de Peña Forua. La antigua cantera, de la que hoy en día aún quedan restos, dio paso a esta nueva, aún en explotación. Cueva de Atxeta. Aunque en un principio se pensara lo contrario, esta cueva no fue utilizada como habitáculo. Se puede considerar más un lugar de trabajo: se han encontrado en su interior restos de diversos materiales que indican su uso como “taller”, donde se trabajaba el sílex u otros materiales para elaborar utensilios. Parte del sílex encontrado en Atxeta proviene de un pequeño yacimiento ubicado en el municipio de Errigoiti.
Cueva de Giñerradi. Fue descubierta el año 1919 por José Miguel de Barandiaran. Se sospechaba que esta cueva escondía vestigios interesantes y los proyectos para su estudio se sucedieron, hasta que en la década de los 60 se derrumbó, debido a los temblores provocados por la explotación de la cercana cantera.
Antes del derrumbamiento, en los niveles superiores se hallaron útiles de la época romana, lo que lleva a pensar que la cueva albergaba uno de los mayores yacimientos de cerámica romana en Bizkaia. También se encontró una figura de bronce de la divinidad romana Isis (Fortuna), una especie de silbato en forma de cuerno de ciervo (fabricado entre 8.000 y 10.000 años A.C.), una mandíbula con un diente, un anillo de cristal y otros restos arqueológicos. Todo ello puede contemplarse hoy en día en el Museo Vasco de Bilbao (Plaza de Unamuno 4, teléfono 94 415 54 23, www.euskal-museoa.org).
Kurutzeko Ama Birjiña. Ubicada en el paraje de Sta. Kurtzia, junto al camino de acceso al barrio de Baldatika. Data del siglo I-III A.C. Se trata de un fragmento de estela antigua, reaprovechada y utilizada como objeto de culto. Esta estela es muy respetada por los vecinos de la zona. Muestra de ello son los ramilletes de flores silvestres depositados en su base. En una observación detenida puede apreciarse que tres de sus caras aparecen decoradas por un conjunto de símbolos, parece que de épocas distintas. Ello lleva a pensar que la estela fue reutilizada. Uno de esos signos es la imagen de una Virgen, de donde se origina la denominación de este hito.
Pilastras para el emparrado de chacolí, son los pilares troncocónicos para los emparrados de uva, con la que se hace el chacolí (vino ligero y algo agrio que se elabora en Bizkaia y Gipuzkoa). Dentro de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai es la zona donde, probablemente, mejor se conservan estas columnas, de indudable interés etnográfico.