LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL EN CASTELLANO
Autor: Iban Barrenetxea Bahamonde
Título: El cuento del carpintero
Editorial: A buen paso
Premio de 18.000 euros y 4.000 euros si la obra premiada se publica en otra lengua.
Jurado:
- Josebe Martínez, presidenta
- Elisabet Mas, vocal
- Enrique Uriarte, vocal
- Iñaki Markotegi, vocal
- Imanol Mercero, vocal
- Marta Merino, secretaria (sin voto).
RAZONAMIENTO DEL JURADO
El jurado, teniendo en cuenta la calidad plástica de la obra de Barrenetxea, reconoce y valora la capacidad narrativa del relato. La obra muestra un claro equilibrio entre los elementos de la narración oral propios del cuento, que se nos presentan en el texto escrito, y el poder de transmisión que muestran las imágenes. En el mundo de la literatura infantil, va cobrando fuerza la conjugación de texto e imagen y, en este caso, el relato se apoya equitativamente en ambos lenguajes.
El cuento del carpintero es un álbum ilustrado, donde lo sobresaliente reside en la destreza con la que se nos muestra la profundidad de la historia a través de la agilidad que permite el humor.
La obra premiada retoma y reinventa la tradición de la literatura infantil, para darnos un nuevo cuento actualizado en el siglo XXI. El público lector de hoy en día pertenece a un mundo donde la imagen narra a todas horas, y Barrenetxea sabe aprovechar su habilidad para proponernos un cuento clásico.
DATOS RELATIVOS AL AUTOR
Iban Barrenetxea (Elgoibar, 1973).
Iban Barrenetxea, tras una década dedicado al diseño gráfico, inició su carrera como ilustrador en 2010. Desde entonces ha ilustrado una decena de libros siendo, además, autor del texto en dos de ellos.
Su obra Bombástica naturalis (A buen paso, 2010) ha sido reconocida con galardones del prestigio de Bratislava y los literarios de Euskadi en la categoría de ilustración, además de quedar finalista en el Premio Junceda Iberia y los CJ Picture Book Awards de Corea. El cuento del carpintero (A buen paso, 2011) recibió el premio Libro Kiriko otorgado por las más de 90 librerías asociadas a CEGAL.
Su obra ha sido expuesta en Italia, Reino Unido, Japón, etc., y sus textos se han traducido a idiomas como el francés, el ruso y el coreano.
EL CUENTO DEL CARPINTERO
Firmín es el mejor carpintero que jamás haya existido, de manera que el día en el que el barón Von Bombus pierde un brazo en el fragor de la batalla, el Médico, la Baronesa, el Ministro y el Cardenal acudirán a él para que le fabrique uno nuevo al incansable guerrero.
El resultado será tan espectacular, que las ganas del barón de seguir combatiendo seguirán creciendo en lugar de disminuir y Firmín se encargará de ir reemplazando las extremidades dañadas en sus contiendas hasta casi quedarse sin madera. Así llegaremos al hilarante desenlace de la historia del noble que gusta de batallar y de su carpintero de cabecera, un final tan redondo como la figura del Barón.
Iban Barrenetxea ilustra este cuento con imágenes de doble página ricas en detalles y toques de humor. No falta un delicioso desplegable para ayudar al lector a perderse en las escenas de esta historia que, a pesar de su sencillez, se abre a múltiples interpretaciones y que nos recuerda aquel dicho para invocar a la buena fortuna, que el Barón supo aplicar tan entusiásticamente: “¡toca madera!”.
FRAGMENTO
Había una vez un laborioso carpintero que se llamaba Firmín. FABRICABA UNAS RUEDAS de tal perfección, que el impulso de una mirada bastaba para echarlas a rodar: Rodaban y rodaban hasta perderse tras el horizonte y sólo uno o dos años después volvían a aparecer por el lado opuesto tras haberse recorrido el mundo entero.
Hubo quien, tras probar una de sus sillas, juró no volver a ofender sus posaderas sentándose en otro lugar, ya le ofrecieran el mismísimo trono del Sultán de Karamán, con sus trescientos cojines de plumas.
Sus mesas jamás cojeaban, es más, presumían de tal gracia y tal delicadeza que, al mirarlas de rojo, parecían bailar el minué.
También fabricaban juguetes y autómatas capaces de cantar y bailar; cucharas con las que la sopa de cebolla sabía a helado de frambuesa; cofrecitos que guardaban tan bien secretos, los malos recuerdos y los libros prestados, que uno terminaba olvidándolos para siempre.
Y sus tallas, ¡ay, sus tallas! Esculpió una pastorcilla y quedó tan bella, tan natural, que recibió dos ofertas de matrimonio y fue admirada y envidiada hasta que alguien la robó.
Y así, entre el rodar de las ruedas, entre sillas y sillones, entre mesas y mesones, la reputación del prodigioso carpintero viajó de uno a otro confín.
OBRAS FINALISTAS
- "Cantan los gallos". Marisol Ortiz de Zarate. Editorial: Casals
- "Corazón, mano, corazón". Juana Cortés. Editorial: Everest