La economía vasca creció un 2,2% en el tercer trimestre del año

El avance de las cuentas económicas trimestrales elaborado por Eustat indica que el Producto Interior Bruto de Euskadi experimentó un crecimiento del 2,2% en el tercer trimestre de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior, una décima inferior a las previsiones de la Dirección de Economía. Este incremento, en línea con los trimestres previos y superior a la gran mayoría de economías europeas, se apoya principalmente en el buen comportamiento de los servicios y la construcción, que han actuado como motores de la economía vasca en este periodo. Por el contrario, las dificultades de las economías europeas lastran al sector industrial vasco cuya aportación se prevé escasa según los datos coyunturales disponibles.

El empleo sigue con su buena tendencia en el tercer trimestre

Según la encuesta de Población en Relación a la Actividad (PRA), en el tercer trimestre de 2025 la población ocupada en Euskadi aumentó un 0,8% respecto al mismo periodo del año anterior. Este incremento supone 8.400 personas ocupadas más que en 2024, lo que confirma la continuidad de la tendencia positiva, aunque con una intensidad más moderada que en ejercicios anteriores.

Los precios vuelven a repuntar en septiembre

El IPC interanual de septiembre aumentó un 3,3%, lo que supone una subida de dos décimas respecto al dato registrado el mes anterior. La inflación subyacente se mantubo casi estable (2,6%), ya que se incrementó unicamente una décima. La inflación residual, por el contrario, repuntó con fuerza hasta el 6,7%, impulsada por el encarecimiento tanto de la energía como los alimentos no elaborados.

La confianza de los hogares vascos no logra remontar, pero se estabiliza

Según el indicador elaborado por Laboral Kutxa, en el tercer trimestre de 2025 la confianza de los hogares vascos se mantuvo en terreno negativo, con un índice de -6, igualando el registro del trimestre anterior y confirmando el estancamiento observado desde comienzos de año. Este resultado refleja la dificultad para recuperar el optimismo, en un contexto marcado por la persistencia de la incertidumbre política y la percepción de unos precios que siguen elevados.

La economía mundial mantiene una velocidad de crucero

En el tercer trimestre del año, las principales economías han mostrado una notable capacidad de resistencia en un contexto complejo. No solo pesan las nuevas barreras arancelarias, también la tensión geopolítica, los conflictos bélicos y la fragmentación en las cadenas de suministro añaden incertidumbre al panorama global. Aun así, estos riesgos se han visto parcialmente compensados por factores que sostienen la actividad: el fuerte impulso de la inversión ligada a la inteligencia artificial en Estados Unidos, el incremento del gasto en defensa y la aceleración del programa NGEU en Europa, la solidez de las exportaciones chinas y la relajación de las condiciones monetarias a nivel global.

El FMI prevé un crecimiento mundial moderado

El FMI señala que, aunque la economía global ha mostrado cierta resiliencia tras los últimos shocks, el crecimiento previsto será moderado: el PIB mundial aumentará un 3,2% en 2025 y un 3,1% en 2026. La inflación global continuará su proceso de desaceleración, situándose en el 4,2% en 2025 y el 3,7% en 2026, aunque advierte que en economías como Estados Unidos los riesgos inflacionarios persisten debido al traslado de los costes derivados de los aranceles a los los precios de consumo y a la rigidez en los precios de los servicios.

Cuadro macroeconómico. Eustat

Tasas de variación interanual