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INTRODUCCIÓN
En Euskal Herria, no hay vascohablante que no sepa qué es el bertsolarismo. Todo vascohablante ha escuchado alguna vez algún bertso. En realidad, no hay fiesta en la que no esté presente el bertso; fiestas populares, homenajes,… el vascohablante no está falto de ocasiones para escuchar bertsos.
El bertsolarismo cuenta con una gran tradición en Euskal Herria. Se remonta a antes de que se empezara a escribir en euskera. Y siendo tan antiguo, también es actual, puesto que ha sabido adecuar su temario. El bertso contiene la novedad, la intensidad, la competitividad, el riesgo y las demás características que nuestro tiempo actual exige. Las melodías, las ideas, las expresiones, los puntos de vista, los ejercicios del bertso, las actuaciones, los bertsolaris.... se renuevan sin cesar.
El bertsolarismo surge de una literatura oral espontánea. Pero además de ello es la confrontación dialéctica entre dos personas, donde las razones e ideas valen tanto como las formas. En el bertso se conjugan las características de la poética y la retórica.
Y la comunicación. El público recibe el bertso en el mismo momento que es creado por el bertsolari, en riguroso directo. Es lo que el arte moderno se denomina “Performance”. Al público le gusta el riesgo que la improvisación supone para el bertsolari, y lo aprecia de verdad. Y no sólo el riesgo. Cualquiera que sea el tema que se le ponga (aun siendo el más extraño e inusual), ha de inventar en unos pocos segundos ideas profundas, originales y nuevas que se sometan al estricto bertso, y eso causa la admiración y envidia del público.
El bertsolarismo no se agota ni en un libro ni en una vida entera (la del Padre Zavala, por ejemplo). En estas simples y escuetas hojas no reflejaremos más que algunos simples apuntes de lo qué es, a sabiendas que no son más que la base que el pintor aplica en su cuadro antes de comenzar a pintar.
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