En el mes de noviembre, el termómetro de la economía vasca se situó en los 97,9 puntos, muy cerca de la zona de crecimiento sólido. Concretamente, aumentó 2,8 puntos respecto al mes anterior, gracias al incremento de la demanda interna, destacando principalmente la mejora registrada en el ritmo de la inversión y, en menor medida, en el consumo.

Según la encuesta que elabora Laboral Kutxa, las empresas vascas opinan que su situación empeorará ligeramente de cara al primer trimestre del año. En concreto, el valor del índice se redujo desde el 55,6 del trimestre anterior al 53,6, si bien la economía vasca aún se sitúa en zona de expectativas de expansión, al superar los 50 puntos que marca dicha zona.

En los primeros once meses de 2024, el movimiento de personas por los aeropuertos vascos se aproximó a los 7 millones de desplazamientos. Dicha cifra supone un incremento del 5,6% respecto al mismo periodo del año anterior. Además, es la mayor alcanzada en toda la serie histórica en el periodo de enero a noviembre.

Según la información recientemente publicada por el INE, en noviembre la tasa anual del IPC de Euskadi aumentó seis décimas y se situó en el 2,9%. Dicha evolución estuvo motivada por la subida del precio de la electricidad y de los carburantes. Por su parte, la inflación subyacente se mantuvo en el 2,8%, con lo que queda por debajo de la inflación global, un hecho que no se producía desde el mes de junio.