Perspectivas de futuro para artistas y profesionales de la cultura
En septiembre de 2018 se aprueba el informe sobre el Estatuto del Artista en el Pleno del Congreso de los Diputados, que se entiende como una hoja de ruta legislativa. El Observatorio dedica un estudio a la propuesta para ofrecer un retrato sintético e informativo de la regulación actual y de las perspectivas de futuro, así como para contextualizar la problemática más allá del sector y del contexto estatal.
El informe comienza desgranando la especificidad del trabajo artístico, caracterizado por la eventualidad y la heterogeneidad del colectivo, lo que plantea dificultades de encaje en el contexto legislativo actual. Esta problemática cristaliza en una serie de discriminaciones desde el punto de vista fiscal y de protección social/laboral que justifican la necesidad de nueva legislación. A continuación, se resume el contenido de la propuesta de Nuevo Estatuto del Artista, apuntando a su vez las perspectivas para la CAE en materia de posibles avances. La mirada se completa con un análisis de los elementos más significativos detectados en el escenario internacional. Son iniciativas que aportan nuevos elementos para la reflexión. Para ello también es importante tener en cuenta que la problemática en torno al Nuevo estatuto del Artista se enmarca en los debates acerca de la configuración de los Estados de bienestar. De hecho, los marcos legales del trabajo artístico y cultural no se pueden desgajar de la historia y la cultura institucional de cada país en relación con las políticas públicas (laborales, fiscales…). Esta es la razón por la que se dedica un capítulo a ofrecer una perspectiva amplia de la cuestión reflexionando sobre Estados de bienestar, mercados de trabajo y Europa.
En las conclusiones se sintetizan las perspectivas para el sector y para la propia CAE, planteando posibilidades de actuación en materia de fiscalidad y de protección social sin perder de vista la importancia de la articulación del sector.
En definitiva, el "Nuevo Estatuto del Artista" debe concebirse como una forma de asegurar que artistas y profesionales de la cultura tengan condiciones de trabajo y de vida justas, en igualdad de derechos (y obligaciones) que el resto de trabajadores; un Estatuto del artista no es, en ningún caso, un privilegio. No se trata tanto de asegurar que sea posible "vivir del arte", sino sencillamente que dedicarse a ello, de forma regular o no, a tiempo completo o no, sea una opción tan accesible como cualquier otra, evitando penalizar a las personas creadoras. Esto es especialmente relevante desde la consideración del valor público de la cultura: si se quieren defender sus beneficios sociales, es necesario asegurar las condiciones de la creación artística y cultural.
Perspectivas de futuro para artistas y profesionales de la cultura [pdf, 400 kB]