La eficacia del cebo a utilizar depende de si éste se ajusta o no a los hábitos alimenticios de las diferentes especies. Con el fin de aclarar posibles dudas que existan al respecto, a continuación se pasa a detallar la alimentación de las especies presentes en nuestras aguas y, en base a ello, qué tipo de cebos se puede utilizar.

Alimentación y tipos de cebo

Hay algunos cebos cuya eficacia es casi general para las diferentes especies. Ejemplo de ello son:

• Gusanos de mar
• Gusanas (especialmente para pescados de roca)
• Cangrejos. El cangrejo ermitaño es el mejor cebo que se puede ofrecer a cualquier clase de peces.
• Camarones, quisquillas y gambas. También son un buen cebo para utilizarlos para la pesca con flotador o líneas a la deriva y en los aparejos de fondo.
• Moluscos. Los más eficaces son las almejas (principalmente para pescados de roca, además de la dorada o el róbalo), las chirlas y los berberechos (para el abadejo), las lapas (eficaz para peces de roca pero no para grandes piezas), las navajas o el muergo (para todos los peces en general), los caracoles (principalmente para aquellos peces que sientan preferencia por los de forma cónica) y los mejillones (para lubina, dorada, abadejos, faneca, anguila, barbada, eglefino, alcotana, platija, rodaballo, romero y corballo).
• Calamares, jibias y pulpo. Son un cebo muy efectivo para cualquier clase de peces.
• Peces
  • Los arenques y las caballas son muy apreciados como cebo pues su carne es muy oleaginosa y desprende un olor que atrae a la pesca.
  • La sardina o sardineta. Es muy eficaz para líneas a la deriva o aparejos flotantes, en el caso de pesca de superficie y en los aparejos de fondo para la pesca en profundidad. El resto de pescado azul en general (anchoas, jurel, agujas, etc) no es tan eficaz como la sardina.
• Cebos vegetales (flora marina)
• Cebos compuestos. Se emplean para el cebado de zonas de pesca, incluso, por la consistencia que tienen alguno de estos cebos pueden utilizarse como si fueran trozos de pescado.