Departamento de Cultura y Política Lingüística

74. Torre de Barrutia (Arratzu)

ETAPA 5: MARKINA-XEMEIN • GERNIKA-LUMO

El significado de una estética

Durante la Edad Media, las élites sociales de Bizkaia, exceptuando a su señor, carecían de un título nobiliario que los distinguiera respecto al resto de habitantes. No encontramos duque, condes o barones, sino que se consideraba que un gran porcentaje de la población era hidalga. ¿Esto qué significaba? Suponía que una mayoría de habitantes del territorio no se tenían por pecheros ni eran siervos de ningún señor, y formaban parte del estrato más humilde de la nobleza. Así, en 1526, se proclamó la hidalguía universal de todos los vizcaínos.

Sin embargo, esto no significaba que durante la Edad Media no hubiera diferencias sociales ni económicas entre los habitantes de Bizkaia. Justamente la necesidad de diferenciarse de sus vecinos llevó a muchas familias a una pugna, muchas veces violenta, que conocemos con el nombre de Lucha de Bandos, cuyo fin se sitúa, a mediados del siglo XV. A partir de Enrique IV de Castilla y, especialmente, con los Reyes Católicos se irá acabando con la violencia y el terror. Los señores siguieron manteniendo gran parte de su poder e influencia aunque tuvieron que terminar progresivamente con sus luchas y realizar concesiones a las villas y anteiglesias.

Una forma mediante la que estos señores, conocidos como Parientes Mayores, quisieron destacar socialmente fue la de hacer la guerra y servir militarmente a otros señores y reyes. En el orden medieval, la nobleza guerreaba, el clero rezaba y el campesino trabajaba la tierra y la manera de demostrar que se pertenecía al primer grupo era, justamente, mediante el uso de las armas.

Sin embargo, la actividad militar se podía demostrar también por otra vía, que no era otra que la de construir una fortaleza como casa propia. Así, la vivienda familiar se convertía en un elemento de propaganda que servía para hacer ver la capacidad económica de construir una torre fuerte, de piedra. Algunas veces, en la época de mayor violencia (entre fines del siglo XIV y mediados del XV), servían para ofrecer resistencia ante ataques de grupos rivales. No obstante, durante el siglo XVI la construcción de palacios fortaleza terminó por constituir un estilo arquitectónico del gusto de las clases altas, pretendiendo evocar una ascendencia antigua y relacionarse con aquellos Parientes Mayores.

La torre de Barrutia

Con el paso de los siglos la torre de Barrutia no ha perdido esa apariencia maciza y sólida con la que se edificó. Se trata de un edificio de planta cuadrada en inicio fabricada de sillería, que consta de planta baja, un piso noble y planta bajocubierta. Actualmente sus paredes presentan partes de mampostería que mezcla arenisca y caliza y los principales elementos arquitectónicos denotan una reforma en el siglo XVII, como es el caso del zaguán rematado con un arco rebajado o carpanel o las ventanas adinteladas. No obstante, podemos apreciar amplias zonas construidas mediante sillates de arenisca, en las que se hallan varias saeteras, reflejo de su origen medieval.

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