Departamento de Cultura y Política Lingüística

85. Tenería Vascongada (Forua)

ETAPA 6: GERNIKA-LUMO • BILBAO

Una industria entre lo tradicional y lo moderno

El curtido del cuero constituye una parte de la actividad artesanal e industrial del País Vasco que apenas se conoce. Las referencias más antiguas narran que no se trata de una actividad del agrado de los hidalgos en gran parte de los territorios cantábricos vascos. Quizá la excepción más destacable sea Balmaseda, donde existe una calle con el nombre Tenerías y hay datos del siglo XVI que mencionan esta actividad. En todo caso, a partir del siglo XVIII la actividad vive un florecimiento en localidades como Antzuola, Hernani, Deba, Bilbao, etc. Después, los adelantos técnicos (el curtido mineral, la instalación de máquinas eléctricas, etc.) y el aumento de la demanda hicieron que el sector se industrializara.

En el caso de la Tenería Vascongada de Forua, la curtidería se instaló a comienzos del siglo XX en un antiguo molino, Patxu Errota, con el nombre de Curtidos Berasaluce. La instalación funcionaba aún mediante ingenios hidráulicos que habían pertenecido al molino, así como con instalaciones bastante artesanales. En los años 40 el siglo XX se modernizó su maquinaria y se electrificó. Lo cierto es que también en este momento seguía funcionando la instalación hidráulica del complejo molinero, pero ahora para mover una turbina que servía para generar la electricidad que hacía funcionar a la fábrica.

En su edificación se distinguen dos fases principales. La primera lo conforma el volumen principal, de planta rectangular, tejado a 3 aguas y planta baja más dos pisos. Está construida en mamposería y presenta el doble de vanos en la planta superior que en las dos inferiores, aunque siguen ordenándose a pares siguiendo el mismo eje que en el resto de la fachada. Con este recurso arquitectónico se aumenta la ventilación del piso superior, que no cuenta con cristaleras sino con contraventanas de lamas de madera, y al mismo tiempo aligera la parte superior. En cuanto a su decoración, la planta baja permanece sin enlucir, pero los vanos presentan un cuidado estético ya que están realizados en ladrillo. En los pisos superiores presentan recercos en el dintel y una falsaclave resaltada. La fachada cuenta con una línea de imposta exterior coincidiendo con cada piso y la estructura interior es de madera. En la parte posterior del edificio original se puede observar un añadido de hormigón armado que mantiene la misma configuración, aunque cariando el tipo de vanos.

Cabe destacar que en el interior se conserva gran parte de la instalación y de la maquinaria implantada hacia 1945, lo que confiere aumenta el valor de este elemento patrimonial.

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