123. Cargadero de Orconera (Barakaldo)
ETAPA 7: BILBAO • PORTUGALETE
La Orconera Iron Ore
La actividad de los barcos para transporte de mineral de hierro en la ría bilbaína durante las décadas doradas de la minería vizcaína del siglo XIX y XX fue frenética. El tráfico era visible sobre todo en el tramo entre Olabeaga y Portugalete donde se hallaban distribuidos los cargaderos de mineral que recibían a buques bajo una amplia gama de banderas de países como Francia, Alemania, Noruega, Suecia, Bélgica, Holanda, Grecia,etc. aunque el predominio era claramente de Inglaterra, país que fue el verdadero dinamizador de nuestra industria extractiva. Estos cargaderos constituían el final de la cadena de transporte por tierra, vía ferrocarril, del mineral de hierro desde las minas de los montes próximos y su función era embarcar esta preciada materia prima para su exportación a las siderurgias europeas.
Hoy día tan solo quedan como vestigios de esta intensa actividad dos cargaderos en la ría a la altura de Barakaldo, de los cuales el ejemplo más reseñable es este de Compañía Orconera Iron Ore.
La Orconera Iron Ore se creó en 1873 en Londres y estaba formada por Ibarra Hermanos y Cia, los ingleses Dowlais Iron Company y Consett Iron Company Limited y la alemana Krupp. La compañía Ibarra Hermanos y Cía. poseía el más rico coto minero de Triano-Matamoros y su integración en Orconera le permitió explotarlo en régimen de arrendamiento y vender el mineral a sus socios contra una participación del 25% en la empresa. Fue la más importante de las compañías siderúrgicas europeas de la época que se estableció en Bizkaia y en la década de los 90 del siglo XIX su producción era algo más de la quinta parte de todo el hierro salido de la Cuenca Minera Vizcaína.
La necesidad de aproximar el mineral al mercado europeo consumidor exigió la construcción de un ferrocarril que trasladase al puerto las ingentes cantidades de mineral que se producían. De este modo surge el ferrocarril de la Orconera, construido tras la última guerra Carlista y que se inauguró en diciembre de 1877. El nuevo trazado ferroviaro comunicaba la ría del Nervión-Ibaizabal con las minas de Matamoros, mediante un accidentado recorrido de 10 km. y ocho túneles que salvaba un desnivel de unos 200 metros. La vía era doble, indispensable para un tráfico de mercancías que alcanzaba los 50 trenes diarios en cada sentido, cifra poco común en nuestra red ferroviaria de fines del siglo XIX
El testigo de la ría
El cargadero de la Orconera es el último testigo de un grupo de 5 que la compañía fabricó a la vez que su ferrocarril en 1877. Técnicamente daban solución al problema de salvar la diferencia de altura (unos 6 metros) entre las vías de ferrocarril y la cubierta de los barcos de carga, además de poder adentrar las vagonetas cargadas en el cauce de la ría. Para ello se hicieron estas fuertes infraestructruras de madera sustentadas por pies derechos profundamente clavados tanto en la tierra como en el fondo de la ría que reparten sus fuerzas mediante jabalcones y aspas unidos en haces con pernos y cartelas metálicas. Posteriormente, según va aumentando el tonelaje de los buques a 2000 tn se amplía mediante un castillete de madera la plataforma superior, formada por un bastidor de hierro que soportaba un piso de madera y la vía, a cuyo extremo estaba articulado un tablero móvil. La instalación del castillete permitía sustituir también la anterior vertedera por un tubo telescópico que entonces se adapta al nivel de carga del mineral que se iba depositando en la bodega el barco fondeado debajo. Ante las nuevas necesidades, en 1930 la compañía decide construir uno nuevo de estructura metálica y cinta transportadora para cargar 5.000 tn al día.
En 1951 la Cía. Orconera pasó a ser propiedad de Altos Hornos de Vizcaya año en el que se hace la última reparación a este cargadero. Y nos ha llegado hasta hoy día gracias a que en 1974 se cedió este cargadero por la crisis industrial a Plastificantes de Lutxana que lo empleará hasta 2007 como soporte para carga y descarga. Aun así ha sufrido varios incendios con posterioridad.