Departamento de Cultura y Política Lingüística

214. Santuario de Estibaliz (Villafranca, Vitoria)

ETAPA 5: SALVATIERRA-AGURAIN • VITORIA-GASTEIZ

La llegada del románico a Álava y Estíbaliz

La provincia de Álava es prolífica en lo que a iglesias románicas se refiere, habiéndose contabilizado 260 templos que presentan elementos de dicho estilo. La de Estibaliz es uno de los ejemplos más destacados y referentes en la provincia.

Desde el siglo IX las iglesias alavesas pertenecían a la Diócesis de Álava, cuya liturgia seguía el rito hispano, más relacionado con las prácticas religiosas visigodas y en la que estaban muy arraigadas las iglesias privadas. Se conoce así a los templos que eran pagados por nobles, quienes gestionaban el templo a su antojo y, en definitiva, ostentaban la propiedad del mismo. El cambio de Diócesis, al pasar a pertenecer al de Calahorra en el año 1075, trajo consigo numerosos conflictos, dado que la nueva diócesis era proclive a implantar en Álava la reforma gregoriana impulsada desde Roma. Esto se traducía en la uniformización de ritos y costumbres, por lo que los alaveses deberían en adelante abandonar el rito hispano y acoger el romano. Además se debía aceptar una nueva legislación que anulaba las iglesias propias.

Este cambio jurídico y litúrgico vino acompañado por la introducción del estilo románico en Álava, pensado para acoger el nuevo rito que proponía la reforma. Dicha implantación no fue sencilla ya que Álava se resistía a abandonar ni la tradición litúrgica ni los señores sus prerrogativas sobre las iglesias rurales. Muestra de esta resistencia es el documento de 1109 en el que se excomulga a los alaveses por no querer acogerse al rito romano. Dicho suceso tuvo lugar en el cerro de Estíbaliz, donde se ubicaba en la época la casa-fortaleza y la pequeña iglesia dedicada a Santa María, ligadas a los señores de Bizkaia, desde donde ejercían su poder en la provincia. Este encuentro entre los principales linajes del lugar y el Obispo de Calahorra terminó con la mencionada excomunión.

En este contexto, como punta de lanza en un territorio hostil, la iglesia de Estibaliz fue construida por los monjes benedictinos del Monasterio de Santa María la Real, como parte de un monasterio cluniacense que nunca se completó. Dicho enclave llegó a sus manos por medio del testamento de Doña María López, descendiente de los señores de Vizcaya, otorgado en el año 1138, Acto que simbolizaría la irreversible sujeción de Álava a la obediencia romana. Efectivamente, los monjes benedictinos dependían del Monasterio de Cluny, máximos impulsores de la reforma y por tanto grandes propagadores del estilo románico. De ahí el interés de erigir un monasterio que estuviera acorde con el nuevo rito romano. Sin embargo, el proyecto no llegó a culminarse. Puede ser que una de las causas fuera la fundación de la villa de Vitoria en el año 1181, que hizo que el enclave decayera en importancia.

La iglesia de Estíbaliz

El Santuario de Estíbaliz es uno de los lugares más emblemáticos y con más tradición del territorio alavés y constituye una de las joyas del románico del País Vasco.

Una de las principales características del románico alavés es la ausencia de representaciones de escenas bíblicas, con tendencia a incorporar escenas y elementos de la vida cotidiana, animales fantásticos y elementos geométricos y florales. En la iglesia de Estibaliz no obstante se puede disfrutar de todo un programa iconográfico religioso de la Salvación, la Redención y escenas religiosas, elementos clásicos en el románico acordes con la nueva liturgia romana.

La iglesia presenta una planta de cruz latina, una sola nave de tres tramos y un amplio crucero. Su cabecera la componen tres ábsides, único en todo el románico del País Vasco. Los muros son de mampostería que es combinada con sillería en los elementos destacados como las portadas, los esquinales y ábsides. La nave cuenta con una cubierta de bóveda de cañón apuntado que se apoya sobre columnas cuyos capiteles presentan motivos decorativos vegetales. En el ábside central se abren dos ventanas que presentan arcos de medio punto. Destaca también el conjunto de capiteles que adornan el crucero, entre las que se pueden ver obras maestras de la escultura románica alavesa, y el relieve de la Anunciación, que constituye un gran ejemplo del románico tardío.

En su exterior, resultan de gran interés los canecillos que decoran el alero en la zona del ábside, cargado de representaciones de animales reales y fantásticos. No obstante, lo más reseñable de la parte exterior de la iglesia es su fachada meridional, donde se encuentra la Puerta Speciosa, una de las obras maestras del románico del siglo XII.

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