119. Puente del Diablo-Deabruzubi (Bilbao-Barakaldo)
ETAPA 7: BILBAO • PORTUGALETE
El origen de un puente mítico.
El Puente de Castrejana o del Diablo es una construcción de indudable valor arquitectónico artístico. Su gran porte y solidez revelan la importancia de la infraestructura y de la función que cumplía dentro de una vía terrestre estratégica. Así, la monumentalidad de esta construcción se ve realzada por un notable valor histórico y simbólico.
Las leyendas sobre su origen son similares a otros relatos muy difundidos por toda la Europa occidental, según las cuales diversos puentes fueron construidos por el Diablo, quien ofrecía al constructor salvar las dificultades técnicas de la fabricación de la infraestructura a cambio de su alma. El demonio debía acabar el trabajo durante la noche, antes del canto del gallo o del amanecer. A pesar de caer en la tentación y acceder al acuerdo, los mortales se las ingenian para engañarle, evitar la condenación eterna y, además, finalizar la obra.
Posiblemente fue construido en torno a 1435-1436, de mano de Pedro Ortiz de Lekeitui, aunque el origen de este paso sobre el río Kadagua es anterior, como atestiguan varias fuentes. Al menos en 1396 existía una estructura que permitía salvar el curso de agua pero la necesidad de vadear el río es tan antigua como la propia vía. En un inicio pudo tratarse de un simple pontón de madera y es posible que inicialmente el curso de agua se salvara a través de una embarcación que permitiera transportar a los viandantes, sus monturas y un limitado volumen de mercancías. En todo caso, la construcción de este sólido puente nos revela la importancia estratégica del paso, que no es otra cosa más que un cruce de dos arterias, la terrestre y la fluvial, de capital relevancia para la historia del País Vasco.
Por otra parte, las fuentes históricas nos relatan que durante las luchas que enfrentaron a la nobleza vizcaína durante la Baja Edad Media, un suceso luctuoso tuvo lugar en este puente, como es el asesinato en 1396 de Pedro Urtis de Landa a manos de Fernando de Leçama.
Características constructivas
Es un puente de piedra arenisca de gran tamaño y altura, de un solo ojo de medio punto de doble rosca, sobre el río Cadagua y la vía de tren Bilbao-La Robla que une el barrio de Castrejana de Bilbao con el barrio Urgozo/Las Delicias de Barakaldo. Actualmente presenta reparaciones de mampostería en su remate superior y los petriles, así como de ladrillo macizo en el propio arco. La construcción de un puente de un solo arco y de semejante altura se debe, seguramente, a la necesidad de asegurar el paso de embarcaciones a través de un río a la vez caudaloso y encajado en un estrecho lecho. El trazado de la vía que discurre por ella es ligeramente ascendente hasta el centro de la estructura.