ETAPA 1: HONDARRIBIA • DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

Restos arqueológicos

Durante la Prehistoria, el entorno del monte Jaizkibel fue poblado por grupos humanos que dejaron su huella en el lugar. Por un lado, se han producido varios hallazgos de materiales pertenecientes al Paleolítico, en varios puntos de la sierra. Por otro lado, encontramos vestigios de enterramientos y monumentos funerarios que pueden datarse entre el Calcolítico (hace 6000 años) y la Edad del Hierro (hasta en torno al siglo I a.C), lo que constituye una muestra de la prolongada presencia del ser humano en la zona.

En concreto, en el lugar conocido con el nombre de Mukitar, se han encontrado restos de dos épocas distintas. Se ha detectado una abundate cantidad de piezas de sílex pertenecientes al Paleolítico y, por otro, los restos de un asentamiento de los últimos siglos anteriores a la incorporación del País Vasco al estado romano.

El lugar consiste en una llanura, hoy dedicada a pastos, de planta rectangular (160mx60m) que se halla delimitada y, a su vez, protegida de forma natural por dos afloramientos rocosos en sus lados largos. Los cierres menores se han realizado mediante la acumulación de grandes bloques de piedra y cascajo que forman sendos muros de escasa altura (actualmente no destacan más de 50cm). La ubicación del yacimiento ofrece una imponente y estratégica panorámica sobre la bahía de Pasaia, Peñas de Aia, Igeldo y las montañas del interior.

En el interior del recinto, destacamos una serie de abrigos rocosos que se disponen en el afloramiento que cierra el yacimiento por el norte y que se abren hacia el sur, de forma que quedan protegidos de los vientos provenientes del mar. Los restos hallados en las excavaciones realizadas nos muestran que quienes se asentaron en este lugar durante la Edad del Hierro aprovecharon estos refugios naturales para instalar sus casas y dependencias.

Un pequeño asentamiento prerromano

El pequeño poblado protohistórico de Mukitar constituye una pequeña joya en el País Vasco, ya que es el asentamiento amurallado de la Edad del Hierro de todos los que se conocen que se encuentra más cercano al mar. Es posiblemente esta cercanía la que explica la aparición de restos de recipientes de barro propios de la época, pero también otros, similares a los que comenzarán a extenderse por el País Vasco a partir de la integración del territorio en el Imperio Romano. Es posible que el lugar fuera habitado en torno a los siglos II y I a.C, un momento histórico en el que la costa guipuzcoana comenzará a tener contactos con regiones europeas que ya se encontraban en proceso romanización. El hallazgo de este yacimiento supone un indicio de que la incorporación de esta parte de la costa cantábrica estuvo precedida por intercambios comerciales.

Por otra parte, aunque no es posible certificar que los pobladores de Mukitar enterraran los restos de sus difuntos incinerados en los cromlech de la parte oriental de la sierra (Jaizkibel IV y V, Hondarribia), es creible la existencia de algún nexo entre el poblado y los citados monumentos funerarios.

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