173. Plaza de Justicia (Tolosa)
ETAPA 3: TOLOSA • ZEGAMA
Tolosa en el siglo XIX
El siglo XIX fue un siglo decisivo para Tolosa, quien obtuvo un gran protagonismo dentro de la historia de la provincia. En 1801 la villa se abrió paso más allá de sus murallas, ampliándose hacia el Oeste en lo que iba a ser el primer ensanche. Las primeras intervenciones fueron destinadas a la canalización y soterramiento del riachuelo Erretengibel, y posteriormente, en 1815, se formó la calle Rondilla. De esta forma Tolosa dejó de ser una isla y se procedió a las obras que constituyeron el primer ensanche, en cuyo centro se ubicó la Plaza de Justicia, flanqueada por las calles Andia y Beotibar, que comunica con la iglesia de San Francisco (del siglo XVI).
A lo largo de la centuria pugnó por la capitalidad de la provincia de Gipuzkoa junto con San Sebastián, constituyéndose como tal desde 1844 a 1854. A mediados del siglo además en un momento en el que comenzaron a darse los primeros pasos de la industrialización en el territorio, Tolosa fue protagonista principal de este proceso. De esta manera, en 1842 el molino de Nuestra Señora de la Esperanza se reconvirtió en fábrica de papel continuo. Y es que en lo que al sector papelero se refiere Tolosa fue un auténtico referente en la provincia guipuzcoana.
La agitada vida política del siglo XIX también tuvo sus efectos en la villa tolosarra. A lo largo del siglo se fue desarrollando a través de diferentes contiendas un conflicto civil que trajo consigo el final del Antiguo Régimen y el inicio de la monarquía constitucional. Se trata de las Guerras Carlistas, que contrapusieron a los carlistas y a los liberales. Los primeros abogaban por el régimen tradicional y el mantenimiento de los fueros (el marco legal tradicional de las provincias vascas peninsulares). Los segundos defendían nuevos modelos políticos acordes con las ideas del liberalismo que se basaba en la libertad del individuo, la igualdad ante la ley y la libertad de comercio. Tal y como ocurrió con la pugna por la capitalidad de la provincia entre Tolosa y San Sebastián, en lo que al conflicto armado se refiere, volvieron a verse enfrentadas tomando modelos antagónicos. Mientras San Sebastián apoyaba el modelo progresista, impulsado por los comerciantes de la ciudad principalmente, Tolosa tomaba posturas conservadoras, promovido por propietarios rurales que dominaban el territorio.
La Plaza de Justicia (actual plaza Euskal Herria)
La obtención de la capitalidad de Gipuzkoa trajo consigo la necesidad de construir edificios que acogieran a las instituciones provinciales. Como capital debía acoger un juzgado de primera instancia y la cárcel, infraestructura que se acordó construir en el primer ensanche de Tolosa. La construcción del juzgado se encargó a los arquitectos Vicente de Unanue y José Eleuterio de Escoriaza, cuya obra se finalizó en 1853. Se trata de un edificio de doble planta, cuya fachada es la única que sobresale de entre los demás edificios que conforman la plaza, y está rematado por un frontón en el que se ubica un reloj. Se pueden observar también el símbolo de la Justicia, identificando la funcionalidad del edificio y su fecha de construcción, el año 1853. Presenta tres alturas: una planta baja porticada con cinco arcos de medio punto, y dos alturas superiores en las que se abren vanos que presentan balcones. La cárcel provincial de Tolosa se ubicaba en el edificio y acogió a un ilustre recluso, el célebre poeta y músico popular urretxuarra José María Iparraguirre. Fue apresado en 1855 por la Guardia Civil y llevado a la cárcel provincial, donde compuso una de sus canciones más populares, Nere amac balequi.
La plaza fue construyéndose con posterioridad al edificio del Juzgado y está inspirada en la Plaza Constitución de San Sebastián. Se trata de una plaza rectangular, de unas dimensiones de 50x50m, encuadrada por edificios destinados a viviendas. La plaza es recorrida perimetralmente por una galería porticada adintelada, con pilares de sobre la que se elevan tres alturas, con balcones corridos. El acceso a la plaza se realiza desde tres de sus lados a través de arcos carpaneles.
Además de acoger las ferias de ganado durante muchos años, en la plaza se celebraron corridas de toros, de gran afición en la localidad. La numeración de los pilares son el vestigio que queda de aquellos festivales taurinos que se celebraban en la misma. Actualmente la plaza es un elemento de ocio primordial en Tolosa con numerosos locales hosteleros, que además alberga el Centro Internacional de Títeres de Tolosa, conocido como Topic, que se ubica en el antiguo edificio del juzgado.