151. Molino de Fanderia (Errenteria)
ETAPA 1: IRÚN • HERNANI
La Fandería, un enclave siderúrgico de Errenteria
Errenteria es un núcleo de población que se desarrolló a la vera del río Oiartzun, un pequeño río que nace en Peñas de Aia (esta es una de las zonas con mayor pluviosidad de la península), que se caracteriza por tener un abundante curso de agua, y que desemboca en el puerto de Pasaia. Una de las actividades económicas más importantes en Errenteria hasta la revolución industrial en el siglo XIX fue la manufactura del hierro. Este hecho se debe, por una parte, a la abundancia de recursos naturales en el entorno, que favorecieron el apogeo de esta actividad, como son el agua, muy necesaria para el funcionamiento de las factorías siderúrgicas, el mineral rico en hierro que se trabajaba en estos talleres y el carbón procedente de los bosques de hayas y robles del entorno, que se empleaba para elevar la temperatura de la materia prima. Además, se debe destacar su ubicación geográfica estratégica para la exportación de los bienes producidos, ya que está situada en el canal del río Oiartzun en su desembocadura a la bahía de Pasaia (principal puerto comercial de Gipuzkoa en Época Moderna).
La actividad siderúrgica en el municipio por tanto ha sido muy extensa en el tiempo y el edificio de la Fandería es un magnífico vestigio de la misma. Su historia, no obstante, está llena de constantes cambios. Ubicada en un paraje muy apropiado para la actividad siderúrgica (bien abastecida de agua), sus orígenes se remontan al menos al año 1450, atestiguados en un documento por el que el rey concede derechos reales a Juan de Alzaga para constituir una ferrería, la denominada Ferrería de Renteriola. Esta se mantuvo en funcionamiento como tal hasta el siglo XVIII, aunque cambió de dueños en numerosas ocasiones. Fue demolida por los franceses en una incursión al territorio guipuzcoano en el año 1717.
En el último tercio del siglo XVIII las industrias ferronas vascas se vieron amenazadas por la competencia extranjera. Muchos solicitaron al Rey el proteccionismo del hierro vasco prohibiendo la entrada de hierro extranjero en el territorio, pero hubo dos iniciativas diferentes en toda Gipuzkoa para hacer frente a esta problemática, importando la tecnología y las máquinas más punteras, es decir las fanderías, para fabricar un hierro competitivo. Dichas iniciativas se llevaron a cabo en Zestoa (la Fandería de Iraeta) y en Errenteria, con la Fandería de Aragorriola, que se ubicó en el término de Renteriola-Olalde y fue la primera que se instaló en la península. Con esta nueva tecnología se elaboraba un hierro de mejor calidad y abarataba los costes de producción al ser necesaria una menor cantidad de tiempo, carbón y mano de obra (eran necesarios unos 7 u 8 operarios). Continuó en funcionamiento hasta la Primera Guerra Carlista, época en la que fue destruida por el ejército carlista.
Sobre sus ruinas se erigió un molino harinero de 4 pares de piedras, que mantuvo la nomenclatura de Fandería (1845). Desde entonces en ella se han establecido distintas industrias, como fue una fábrica de cereales en 1884, u otra de piensos que estuvo en funcionamiento hasta el año 1996.
El molino de Fandería
Es un molino hidráulico que aprovecha como fuerza motriz el agua derivada del río Oiartzun a través una presa, de las denominadas como “de gravedad”, de 10-12m de anchura, creando un salto de 3m de altura. De allí el agua se desvía a través de un canal de 600m de longitud y 3m de ancho que corre por la orilla izquierda del río. El agua se dirige a una doble antepara, donde se abren dos compuertas en cada una. A través de unas compuertas, se puede seleccionar la cantidad de ruedas que se quieren activar, dependiendo de la demanda, del caudal del río, etc. Finalmente, el agua se evacua a la acequia a través de tres arcos dovelados rebajados.
En su interior el taller se encuentra en la planta baja, mientras que en la primera planta se ubican los almacenes, y posee una buhardilla en el centro. Se conservan varios elementos de la maquinaria, como son una rueda de hierro que es empujada por una turbina eléctrica, y que provoca el movimiento de otras ruedas con hierros y engranajes; cuatro de los ejes que conectaban con el engranaje; y cuatro muelas para moler grano y pienso, además de cubetas y cajas. El espacio expositivo muestra los elementos de una actividad mixta al contar con elementos del molino tradicional y de la fábrica de harinas que le sucedió.