ETAPA 6: GERNIKA-LUMO • BILBAO

Una iglesia propia de los Zamudio

El conjunto patrimonial se compone de dos elementos que guardan una estrecha relación histórica entre sí. Lo componen en la iglesia parroquial de San Martín de Zamudio y la torre del linaje del mismo nombre, que ostentaba el patronato sobre el templo.

El patronato significaba varias cuestiones. Por un lado, al que lo ostentaba se le reconocía un estatus social superior respecto a los demás vecinos: consistía en una figura paternalista respecto a la comunidad religiosa. El patrón debía asegurar el culto en la iglesia y, a cambio, se le reconocían una serie de derechos, como el de enterrarse y sentarse en los sitios más destacados del templo o el de situar el escudo del linaje en un lugar preminente del mismo. Entre las condiciones que debía cumplir estaba la de sufragar la presencia de uno o varios clérigos que permitieran el culto suficiente considerando el número de parroquianos que existía. Para ello recibían los diezmos, que como patrón repartía entre los sacerdotes (que normalmente él mismo elegía). Sin embargo, esto sucedía en escasas ocasiones, ya que estos señores empleaban estos bienes en su propio beneficio y destinaban pocos medios al clero.

Es posible que el solar de los Zamudio y la iglesia rural estuvieran estrechamente relacionados desde un inicio y es que muchos de los Parientes Mayores que ostentaban los patronatos sobre las iglesias sostenían que las habían construido sus ancestros, a su costa, en sus propios terrenos. No obstante, sabemos que en muchos casos esta afirmación era falsa, pero ¿lo era siempre?

En todo caso, mantuvieron sus derechos hasta el siglo XVII, en que emparentaron con los Malpica, que son los responsables de algunas reformas de la iglesia.

Los monumentos

La iglesia parroquia de San Martín presenta una planta rectangular dividida en tres naves. Su factura es renacentista, con muros de sillería arenisca y bóvedas de crucería. El coro, de 1545 se ubica a los pies de la iglesia sostenido por un gran arco. El altar mayor está presidido por un retablo rococó de cascarón (siglo XVIII), que ocupa toda la pared del ábside formando una fracción de cúpula y se acompaña de dos colaterales de la misma época, todos recubiertos de pan de oro.

Por otra parte, la torre de Zamudio es de planta rectangular y gran desarrollo vertical. Presenta dos fases constructivas diferentes. La primera, la que forma la base, quizá del siglo XV, de mampostería y cadenas esquineras de sillería, de arenisca. En ella solamente se abrieron unas saeteras en cada paño de muro. La parte superior, rematada de torreones esquineros y un alero apoyado sobre ménsulas, está levantada de sillería y presenta vanos rectangulares, que denotan una factura posiblemente, del siglo XVI. La anchura de los muros es de 2,7m y la altura de la torre de 16,5m. A pesar de haberse reformado en una fecha tan tardía, sus constructores pretendieron dar una imagen de fortaleza y un aire militar al conjunto, en alusión a su pertenencia a un importante linaje baderizo.

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