ETAPA 1: HONDARRIBIA • DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

Orígen y desarrollo histórico de la iglesia del Juncal

Los registros documentales existentes atestiguan la existencia de una iglesia de Santa María de Irun ya para mediados del siglo XIV, aunque es posible que su primera edificación datara de siglos atrás, del período altomedieval, concretamente. Aunque desconocemos realmente el desarrollo del asentamiento irundarra entre la Antigüedad y la Edad Media, no sería descabellado sostener que las gentes que habitaron el estuario del río Bidasoa se dotaran de un templo religioso. Por lo que conocemos hasta el momento, el templo se edificó sobre restos de época romana, justamente en una zona atractiva desde el punto de vista comercial, como atestiguan los restos de un embarcadero de los primeros siglos de la Era cristiana que se encontró en las inmediaciones. A fines del siglo XII se halla una mención al puerto de “Oiarso” en la orilla del río Bidasoa, por lo que es posible que este enclave mantuviera su interés estratégico durante estos siglos.

Así, la comunidad de la aldea de Irun se dotó de una iglesia parroquial, que, a partir de mediados del siglo XIV aparecerá unida a la de Hondarribia. Los tributos eclesiásticos de los iruneses se entregaban, por tanto, en la iglesia matriz de la villa, de forma que, semanalmente, correspondía a un clérigo de la misma servir en la iglesia de Irun. Esta dependencia económica no solamente contribuyó a un servicio sometido a los vaivenes de las relaciones entre ambas localidades, sino que, además, propició dificultades al abordar las ampliaciones y el engrandecimiento de la parroquia dependiente. Así, contamos con testimonios sobre la concesión de indulgencias a quienes aportaran su limosna a la citada iglesia, ya que no contaba con suficientes ingresos para hacer frente a los costes de las obras. Una vez que la institución parroquial se despojó de las limitaciones heredadas de época medieval, ya para el siglo XVIII contaba con una autonomía plena, que la llevó a desarrollarse en los aspectos pastorales y litúrgicos, así como los artísticos. En este sentido, cabe destacar la capilla de música de la iglesia del Juncal, que perduró con fuerza durante el siglo XIX.

Características artísticas

A pesar de las trabas, los iruneses consiguieron construir el templo que conocemos actualmente, que no fue terminado en una sola fase, sino que se desarrolló durante el siglo XVI y se finalizó en torno a 1606. No obstante, pueden observarse trabajos posteriores, como las decoraciones de puertas y ventanas. Esta prolongada historia constructiva nos deja una iglesia con elementos tardogóticos (gárgolas y basas de las columnas) en un volumen principal de hechura renacentista (bovedas y remates de las columnas) al que se sumaron los detalles barrocos, ya citados.

De este último estilo, encontramos un retablo principal de banco, dos cuerpos y ático, obra de Bernabé Cordero (arquitectura) y Juan de Bazcardo (escultura), donde se representan escenas de la vida de la Virgen María y de la Pasión de Cristo. Resalta el conjunto escultórico, en el que conviven elementos romanistas con la nueva influencia de Gregorio Fernández. En la hornacina situada sobre el sagrario, hallamos la imagen de la Virgen, cuyo estilo nos retrotrae al siglo XII.

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