ETAPA 1: HONDARRIBIA • DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

La Primera Carlistada y la Legión Auxiliar Británica en Pasaia

Tras el levantamiento de los afectos al pretendiente al trono Carlos María Isidro de Borbón, entre los que destacaban los sectores menos progresistas de la sociedad, se inició la Primera Guerra Carlista (1833-1839). Sus opositores eran los liberales, que apoyaban a María Isabel Luisa de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, su sobrina y heredera de Fernando VII. Uno de los escenarios más importantes de este episodio bélico tuvo lugar en el País Vasco y Navarra, donde causó una importante destrucción y muerte.

Aunque la contienda se caracteriza por constituir una verdadera guerra civil, cada uno de los bandos buscó sus propias alianzas internacionales, de forma que los liberales o isabelinos encontraron apoyos en Reino Unido, Francia y Portugal, mientras que los tradicionalistas o carlistas lo tuvieron por parte del Prusia y los Imperios Austríaco y Ruso. Ante el gran apoyo social logrado por los segundos y los escasos avances del ejército liberal, el gobierno leal a Isabel II solicitó la ayuda de sus aliados. Solamente los británicos prestaron ayuda militar, aunque no con un ejército regular, sino con uno formado por voluntarios que servirían durante dos años. Ese cuerpo de ejército se llamó la Legión Auxiliar Británica y operó, fundamentalmente en el País Vasco y, más concretamente, en San Sebastián.

A pesar de cosechar varias derrotas, como la de Oriamendi (marzo de 1837), la acción de este ejército permitió arrebatar Pasaia a los carlistas, en mayo de 1836. Esta victoria fue alcanzada por las fuerzas navales que apoyaban la acción de la Legión y del ejército liberal, bajo las órdenes del comodoro Lord John Hay. Fue éste quien, una vez tomado el puerto, ordenó la contrucción del fuerte que tomó su nombre, además, de otro más pequeño, que se sitúa en el monte Mendiola, al otro lado del canal. El objetivo era impedir que los cartistas recuperaran la localidad y se hicieran con un punto estratégico como era el puerto.

Las estructuras del fuerte

Ubicado en un punto estratégico, a una altura de 211m, fue terminado en 1838 y su misión era la de defender la villa de cualquier ataque terrestre. Posee una planta irregular que presenta unas dimensiones aproximadas de 80mx50m. Su zona artillada se abre hacia el este y sureste, de forma que su parapeto presentaba un grosor de 4m, para defenderse de los proyectiles enemigos. Se organizaba en dos alturas principales, la primera libre edificaciones de enjundia, las cuales (caballeriza, cuartel, cocinas, almacenes, etc.) se ubicaban en una plataforma semisubterránea, más protegida.

Este fuerte se vio remodelado en la Última Guerra Carlista (1872-1876), modificando algunas de sus construcciones. En esencia, se eliminó la prominencia que presentaba hacia el norte, estrechando la anchura de la fortaleza, pero manteniendo parte del parapeto con cañoneras del noreste, creando una estructura en L que permitía el flanqueo respecto al muro aspillerado del lado más largo. Además, se excavó parte de la antigua plataforma superior, rellenando e igualando la zona este de la inferior. Así se lograba una plataforma artillera elevada en todo el flanco este. Actualmente, el único edificio techado que se conserva es un polvorín.

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