ETAPA 5: MARKINA-XEMEIN • GERNIKA-LUMO

La casa Elexalde Goikoa

Aunque su nombre popular es Etxe Pintxoa, que en el euskera local significa “casa pintada”, el verdadero nombre de este edificio es Elexalde Goikoa. Pertenecía a Domingo de Ibarra, IV Vizconde de Santo Domingo de Ibarra y procedió a su completa remodelación para instalar en el lugar a su tercera esposa, María Josefa Orueta.

Como era frecuente en estos casos, este nuevo matrimonio ocasionó un conflicto personal que terminó en los juzgados del Corregidor (1786). Concretamente, Domingo de Ibarra pretendió emplear en favor de Orueta una cantidad procedente de las rentas producidas por los bienes del mayorazgo, que iba a heredar su hijo Domingo José, fruto de su primer matrimonio con María Josefa Lizarrazu. El padre pretendía que su hijo no se opusiera a que el Rey diera licencia para que, en caso de su propio fallecimiento, se desmembrara una renta del mayorazgo para el sustento de su tercera esposa. Sintiendo que sus derechos como primogénito y heredero estaban siendo vulnerados, Domingo José se opuso a acceder a la petición de su padre.

Una fachada historiada

Una de las cosas que hizo Domingo de Ibarra, hacia 1780, tras su matrimonio con María Josefa fue emprender la reforma de la casa Elexalde Goikoa de Berriatua. Tras finalizar las obras de adecuación del edificio, se mandó decorar de la fachada principal con una técnica mixta de fresco y temple.

Como resultado, se desarrollan 4 escenas principales, ordenadas a cada lado de los dos balcones centrales que presenta el edficio, uno en cada planta. El panel de la planta baja, a la derecha, representa la escena de un duelo a florete entre dos individuos vestidos con las ropas propias del siglo XVIII. Uno de los adversarios ensarta al otro, mientras el juez y tres testigos observan la escena. Al fondo, pintado en tonos grises, se observa lo que podría ser un entierro, con al menos dos figuras, de las que uno parece ser un clérigo.

En la parte izquierda, se representa a unos personajes en una suntuosa habitación, uno de las cuales se inclina a escribir en un documento, mientras dos figuras le acompañan (uno le acerca una silla) y un cuarto se encuentra leyendo un libro. Sobre esta escena se puede ver, bastante deteriorado, una representación en grisallas de un hombre a caballo, con un escudo o coraza con rostro masculino. A la derecha, a la misma altura se representa un paisaje, con unas casas y árboles.

Se especula con que las pinturas (especialmente las inferiores) hacen referencia al conflicto suscitado entre padre e hijo. Así, el duelo puede evocar la rebelión del hijo y el dolor del padre por la oposición de su heredero (le hiere o incluso le provoca la muerte). La escena del salón podría representar, quizá, la firma ante notario por parte de Domingo José de la licencia para dotar a su madrastra; es decir, una realidad alternativa y deseable para el padre. Pero en todo caso, estas son algunas posibles interpretaciones de las pinturas.

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