Departamento de Cultura y Política Lingüística

265. Ermita de Nuestra Señora de Liernia (Mutiloa)

ETAPA 3B: BIDANIA • ZEGAMA

¿Iglesia rural de una aldea altomedieval?

La ermita de Nuestra Señora de Liernia está enclavada en un alto, encima de la villa de Mutiloa, a unos 2 km de la parroquia de San Miguel y al pie del antiguo camino a Ormaiztegi. Hay mitos que hacen referencia a que esta fue la primitiva parroquia de Mutiloa y afirman que contaba con un cementerio, aunque no se conoce que hayan aparecido restos óseos. Este tipo de leyendas pueden ser indicativas de la existencia de una primitiva aldea altomedieval en el lugar, de la cual la actual ermita pudo ser su iglesia rural. Las ermitas convencionalmente no suelen contar con cementerios asociados, porque el derecho de enterramiento está vinculado a las parroquias. La arqueología en los últimos años está sacando a la luz necrópolis en los templos que han llegado a nuestros días con la categoría de ermitas, evidencia que confirma que primitivamente, durante la Alta Edad Media, estos templos habían cumplido funciones similares a las de las parroquias. El hecho de que haya enterramientos indicaría que en el entorno vivía una comunidad que tenía ese templo como su referente, como sucede a día de hoy con las parroquias de los pueblos.

Las diferentes excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en ermitas, están dejando ver que en estas primitivas iglesias rurales se vivió un proceso que se va repitiendo, el del abandono de los cementerios. Las razones para que esto ocurriera podían ser múltiples dependiendo del caso y lo cierto es que se está observando que a partir de un determinado momento, hacia los siglos XII y XIII principalmente, la antigua comunidad que hasta ese momento había enterrado a sus miembros en esos cementerios dejó de hacerlo. Puede que esto se deba al traslado de la comunidad a algún otro lugar donde ya había una parroquia, o porque aunque las personas no se trasladaran eran las funciones de su iglesia las que pasaban a otra. Y así la iglesia de la aldea quedaba supeditada a una parroquia y relegada a la categoría de ermita.

La arqueología tal vez algún día consiga desentrañar el pasado de Liernia. De hacerlo tal vez podría conocerse cuál de los dos templos de Mutiloa es anterior en el tiempo, la actual parroquia de San Miguel o la propia ermita. Por el momento, lo que sabemos es que se tiene constancia documental de la ermita desde el año 1587. Posteriormente, en el año 1625, el historiador Lope Martínez de Isasti la mencionó en su trabajo Compendio Historial de Guipúzcoa, denominándola como Nuestra Señora de Liorna, afirmando que pertenecía a la jurisdicción de Mutiloa.

La ermita

Nuestra Señora de Liernia es una ermita de planta rectangular con un ábside trapezoidal que está orientada al Este. Presenta fábrica de mampostería revestida con pintura blanca, y cadenas de sillares en los esquinales y en los recercos en los vanos. Posee una cubierta a dos aguas, cuya estructura es de madera. Su entrada se halla protegida por un pórtico cerrado que recorre toda la fachada sur, para lo cual una de las vertientes de su tejado se prolonga. El pórtico posee una puerta de acceso y dos ventanas que dejan entrar la luz, todas ellas con arco de medio punto. La fachada oeste está coronada por una pequeña espadaña que alberga una campana y es coronada por una cruz de hierro. Es una ermita cuyas fachadas presentan vanos de reducido tamaño, entre las que destacan los dos vanos del tipo de ojo de buey ubicados a cada lado del altar central.

En su interior, la ermita posee tres naves que están separadas por cuatro columnas. Hay varios elementos reseñables, como son el retablo central que está policromado con motivos florales y que en su centro alberga la talla de la Virgen de Liernia; un púlpito de madera que presenta bajorrelieves en los que son representados varios santos (San Andrés, San Pedro, Cristo Resucitado, San Juan Evangelista y Santiago). Además, hasta hace pocos años la ermita albergaba una talla de la Magdalena del siglo XIV que fue trasladada al Museo Diocesano, lugar en el que se encuentra a día de hoy.

La Virgen de Liernia ha generado una gran devoción más allá de Mutiloa. Se la considera patrona de la fecundidad a la que se acudía, incluso desde las provincias de Álava y Navarra para obtener su gracia. Y se la conoce por ser una de las siete vírgenes negras existentes en la provincia de Gipuzkoa.

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