127. Cooperativa Berria (Sestao)
ETAPA 7: BILBAO • PORTUGALETE
Las cooperativas de consumo
La Revolución Industrial, además suponer un cambio técnico, de organización del trabajo y de la producción, trajo consigo la aparición de un nuevo grupo social, que se conocerá con el nombre de proletariado. Este abundantísimo grupo de personas que, en principio, proviene del medio rural, se establece en residencias improvisadas, pocas veces siguiendo criterios arquitectónicos y urbanísticos de higiene y comodidad. Así, uno de los efectos de la industrialización es el acinamiento de las personas en barriadas donde no se les ofrecen los servicios básicos, ni por parte de las empresas ni por la de la administración pública.
A consecuencia de este empeoramiento de las condiciones de vida, a mediados del siglo XIX se desarrollarán ideas que pugnarán por que los obreros vivan en unas condiciones mínimas, que se materializarán en sindicatos y partidos políticos. La toma de consciencia de su pertenencia a una clase social explotada y la consiguiente organización por parte de los trabajadores ha conducido a una paulatina y costosa mejora de sus condiciones de vida.
Entre las iniciativas que se tomarán para proveer a las familias proletarias de los recursos necesarios para el correcto desenvolvimiento de la vida cotidiana será la creación de las cooperativas de consumo, cuyo objetivo es dotar a sus socios de recursos de primera necesidad a un precio asequible. Así, su principal actividad se centrará en asegurar una alimentación suficiente a los obreros adscritos a ella, aunque podían llegar a ofrecer servicios culturales y educativos e incluso la solidaridad económica con quienes se encontraban impedidos para el trabajo.
En el País Vasco la primera cooperativa de este tipo nace en 1884 entre los trabajadores de Altos Hornos de Bilbao, mientras que en Sestao, los obreros de La Vizcaya, establecerán la suya en 1887. A pesar de la fusión de ambas empresas, las cooperativas mantuvieron su autonomía. En el caso de la de Sestao, en 1899 se la dotó de un edificio que, al cabo de 20 años, no cumplía con las necesidades de los socios. Así, se proyecta un nuevo edificio (berria) para la Cooperativa.
La Cope
El emblemático edificio, actualmente destinado a la atención al ciudadano por parte de la Diputación Foral de Bizkaia, fue erigido en 1925, obra del arquitecto Santos Zunzunegi, arquitecto municipal de Sestao. La Cooperativa Berria, esquinera entre dos calles, se caracteriza por su estilo ecléctico, como delatan las pilastras adosadas de orden gigante (meramente decorativas), el falso balaustre que separa los principales volúmenes del edificio o la ordenación de los vanos del segundo piso (de medio punto) inspirada en una galería renacentista. Los vanos de la planta baja (éstos de gran amplitud y luminosidad) y del primer piso son adintelados y aparecen ordenados por pares. Por otro lado, teniendo en cuenta el uso para el que se construyó, resulta destacable el empleo de elementos ornamentales vinculados a la industria, como son los falsos roblones que recorren las fachadas del cuerpo inferior.