ETAPA 2: HERNANI • TOLOSA

La introducción de la industrialización en Andoain

Andoain cuenta con un interesante conjunto de arquitectura industrial ubicado en la carretera que va del municipio a Urnieta. Se trata de un grupo de construcciones que presentan características innovadoras y hacen una nueva lectura del concepto de fábrica, que además abarca un amplio marco cronológico que va desde principios del siglo XX hasta los años 70 del mismo.

Desde la introducción de la industrialización en el municipio durante el siglo XIX, el sector secundario ha ido ganando fuerza hasta que se ha constituido en la actividad económica más importante de la localidad. Andoain vivió el inicio del proceso de industrialización tras la Primera Guerra Carlista, a partir del año 1840, con la creación de industrias de sectores como el del papel, el textil, el siderúrgico, el armero y el alimenticio. Resultó todo un hito en este proceso la puesta en marcha de la Algodonera Guipuzcoana que tuvo lugar entre los años 1857 y 1858. La implantación de los sistemas de producción hidráulica de la electricidad en el municipio constituyó una forma barata de obtener energía. Unida al paso de la nueva red ferroviaria por el municipio, supuso todo un empuje al proceso industrializador, lo que trajo consigo un aumento demográfico y grandes cambios urbanísticos, como la creación de nuevos barrios. Además fue preciso diseñar un mejor abastecimiento de agua para la población.

Conjunto de fábricas vanguardistas de Andoain

La carretera que une Andoain y Urnieta resulta idónea para el establecimiento de la industria, dada su cercanía con las diferentes líneas de ferrocarril que pasaban por la localidad: la vía del Norte y la de Plazaola. Así, el conjunto industrial de Andoain es uno de los más reseñables del País Vasco, ya que cuenta con algunas propuestas arquitectónicas muy vanguardistas, que reseñamos a continuación.

La fábrica Laborde Hermanos S.A., dedicada a la producción de herramientas de corte y precisión, fue fundada por Guillermo Laborde Garate y sus hijos en el año 1926 y trasladada a su actual emplazamiento en 1928. Constituye una auténtica apuesta por la modernidad que destaca por su temprana cronología. La fábrica que cuenta con numerosas muestras de modernidad, tanto en su arquitectura como en el propio concepto de empresa.

La fábrica fue un proyecto arquitectónico de Manuel Laborde Werlinden, que fue uno de los directores de la fábrica, y ejecutado por Luis Tolosa Amilibia, delineante proyectista gran conocedor de la arquitectura americana y europea. El conjunto fabril de Laborde Hermanos S.A. presenta un estilo racionalista y está conformado por el pabellón originario y el edificio de comedores. El primero consiste en un bloque de planta rectangular, desarrollo horizontal y cubierta aterrazada donde se ubicaba la nave de producción. En uno de sus extremos se levantan dos alturas destinadas a oficinas y vivienda. Su estructura es de hormigón y ladrillo revestidos con pintura blanca. El espacio de trabajo contaba con buena iluminación y ventilación, para lo cual se abrieron numerosos vanos, entre los que destacan los óculos de la sección de oficinas, muy utilizados en el estilo racionalista.

La fábrica experimentó ampliaciones en su historia y en los años 30 se adosaron al pabellón dos naves a cada lado, conformando un conjunto en planta de “U”. Cierra el conjunto el edificio de comedores que data del año 1939. La construcción se alza en tres alturas y presenta balcones corridos en todos sus niveles que están unidos por una llamativa escalera helicoidal situada en el centro de la fachada.

Junto a la Fábrica de Laborde Hermanos S.A. se encuentra la fábrica de Ziako, del año 1939, que estaba dedicada a la fabricación de tarimas y persianas. La ejecución nuevamente corrió a cargo de Luis Tolosa Amilibia, razón por la cual se puede observar la conexión estilística entre esta fábrica y la de Laborde Hermanos S.A.

Cerrando el conjunto industrial se encuentran los edificios de las fábricas de Krafft S.A., fundada en 1960 para la fabricación de productos para el sector del automóvil, y Braher Internacional S.A. (1968), destinada a producción de maquinaria para el sector alimentario. También constituyen ejemplos vanguardistas de la arquitectura industrial, en los que se realiza una nueva interpretación de la misma.

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