188. Conjunto del Palacio de Lazkao y conventos (Lazkao)
ETAPA 3: TOLOSA • ZEGAMA
Los señores de Lazcano
La historia del municipio de Lazkao está estrechamente relacionada con el linaje de los Lazcano, de forma que hasta comparten nombre. Esta familia de Parientes Mayores era cabeza del bando oñacino constituyendo uno de los linajes más importantes de Gipuzkoa durante la Edad Media. Una vez finalizado el conflicto banderizo y tras distinguirse en el servicio de los reyes de Castilla, los sucesores del linaje de los Lazcano obtuvieron el título del marquesado de Valdemiano, perpetuando su poder durante los siglos posteriores.
Según fue creciendo su influencia y renombre, los Lazcano se erigieron como dueños y señores de Lazkao, controlando tierras, recursos e instituciones. Claro ejemplo de ello es que ejercieron el patronato sobre la iglesia de San Miguel de Lazkao, además de sobre otras iglesias parroquiales de toda la comarca. Gracias a este derecho percibían diezmos, nombraban clérigos, contaban con lugar y sepultura destacados, etc. El hecho de que la iglesia de San Miguel de Lazkao esté ubicada junto al palacio de los Lazcano y que posea en su interior el escudo de armas del linaje son muestras simbólicas del vínculo de la iglesia con la familia.
Por otra parte, en la Época Moderna fue frecuente que familias nobles fundaran casas de religiosos. En una época en la que la religiosidad estaba tan arraigada y ejercía tanto influjo sobre la sociedad, el contar con el patronazgo sobre una iglesia otorgaba importantes ventajas. De esta manera, se cumplía un doble objetivo: en lo espiritual, el realizar una obra pía aseguraba una vida tras la muerte y, en lo terrenal, obtener visibilidad y un estatus social preeminente.
Sin embargo, un linaje de semejante peso tuvo la posibilidad de ir más allá y, mediante el mecenazgo religioso, añadió a la parroquia otras dos entidades religiosas en una sola década. Así, María de Lazcano, señora de dicha casa, fundó el convento de Santa Teresa de Jesús, de Carmelitas Descalzas (1640, actualmente ocupado por los Benedictinos) y el de Santa Ana, de Bernardas Recoletas (1646). La propia fundadora ingresó en la segunda institución en 1658 tras enviudar, donde residió hasta su fallecimiento en 1664.
El conjunto del Palacio de Lazcano y los conventos
Los edificios del Palacio y los conventos constituyen un conjunto palaciego y conventual ubicado en el centro de la localidad de Lazkao, y que vertebra su configuración. Completa este conjunto el edificio parroquial de San Miguel, ubicado junto al Palacio, auténtico centro neurálgico de la comunidad. Se trata de un templo del siglo XVI, de estilo gótico tardío. En el interior destaca una capilla gótica, rematada con el escudo de los Lazcano.
Junto a la iglesia se alza el Palacio de los Lazcano, edificado entre los años 1620 y 1640. Fue mandado erigir por María de Lazcano y es de planta cuadrada organizado en torno a un patio central. La fachada principal está formada por un cuerpo central flanqueado por dos torres de mayor altura. Edificado con fábrica de sillería, presenta un estilo clasicista con reminiscencias castellanas.
El Convento de Benedictinos, cuya fachada principal se encuentra dividida en tres tramos a modo de retablo, se encuentra junto al Palacio de los Lazcano. Destaca el retablo mayor de su iglesia, diseñado por Fray Juan de San José (1664-1667) dedicado a la orden de las Carmelitas Descalzas. Es una magnífica obra en lo arquitectónico como en lo pictórico. La única imagen escultórica es la de Santa Teresa, ubicada en el centro, y el resto del conjunto es completado por nueve obras pictóricas de Vicente Berdusán. De gran colorido, el retablo está bañado en oro y constituye una loa a la orden carmelita.
Cerrando el conjunto está el Convento de Bernardas Recoletas, ubicado frente al Palacio de Lazcano. Con una fachada construida en fábrica de sillar presenta un austero aspecto en su exterior. Su fachada principal se compone de dos cuerpos, ubicando en el primer cuerpo una puerta adintelada flanqueada por dos pilastras a cada lado. En el segundo cuerpo se ubica un nicho que alberga la figura de San Bernardo. La capilla alberga los sepulcros de la fundadora, María de Lazcano, y su esposo, el almirante Antonio de Oquendo, marino y militar de gran renombre.