ETAPA 7: LA PUEBLA DE ARGANZÓN • BRIÑAS

Una rica villa en la encrucijada de caminos

Estavillo fue uno de los núcleos más prósperos de entre los que se sitúan en el curso del río Zadorra, gracias a su inmejorable situación en una encrucijada de caminos. Ubicado en lo alto de una loma, desde la que se controla la vega del Zadorra, pasaban por la misma el camino de época romana y el camino de la Corte a Francia. El núcleo llegó a alcanzar una gran importancia y riqueza durante la Edad Media y a lo largo de la época moderna. De esta forma, la villa contó con servicios para atender a los peregrinos y viajeros que decidían hacer un alto en el camino, como fue por ejemplo un hospital. Por otra parte, la iglesia de San Martín, que constituía todo un hito en el camino, o las numerosas ermitas con las que contaba la localidad concedían consuelo espiritual a los peregrinos.

Estavillo además es uno de los lugares de Álava que cuentan con una de las citas documentales más antiguas, ya que aparece mencionada por primera vez en un documento que data del año 871 referente a una donación al monasterio de San Vicente de Acosta (figura como Stavellu). Desde al menos 1270 hasta el siglo XV fue una aldea perteneciente a la jurisdicción del Condado de Treviño, de la cual se independizó junto con Armiñón, que también pertenecía a Treviño, como consecuencia de un pleito. Posteriormente se constituyó en villa aunque se desconoce el año de su fundación, y formó parte de la Hermandad de Estavillo, y en la de Álava posteriormente.

Además de ser un núcleo referente en las vías de comunicación, otra actividad económica de importancia en Estavillo fue el del cultivo de la vid. En la zona denominada “Las Canteras” situada al norte de la localidad se puede observar un terreno aterrazado, huella de este tipo de cultivo.

Estavillo continuó siendo un núcleo de referencia en el lugar hasta el año 1765, ya que con la construcción del Camino Real de Coches desvió el tráfico a Armiñón, quedando en adelante alejada de la vía y por tanto a desmano.

El núcleo urbano de Estavillo

La importancia que tuvo Estavillo en época medieval y moderna se deja ver hoy en su patrimonio, ya que además de la iglesia de San Martín conserva otros elementos muy reseñables. La calidad constructiva y de los materiales empleados en el conjunto de edificios históricos deja ver la importancia económica que tuvo la localidad. Presenta un urbanismo de villa, organizada en torno a una calle principal en la que se disponen las viviendas, con muros medianiles construidos en fábrica de sillería, de dos alturas y cubiertas a dos aguas. Destaca también, aunque fue construida en el siglo XIX, la casa de la calle Picota 15-16, que presenta un estilo neoclásico.

El elemento más reseñable de la villa es sin duda su iglesia parroquial. No queda atisbo del primitivo templo románico de San Martín ya que el edificio que se ha conservado es fruto de las obras de reconstrucción llevadas a cabo a finales del siglo XV y comienzos del XVI. De estilo gótico, presenta una cuasi-planta de cruz latina, con cabecera recta y un techado de bóvedas de terceletes. Presenta una portada gótica en la que destaca el relieve del tímpano que representa la Anunciación. En la parte superior del arco conopial se observa la figura de San Martín, a quien está dedicada la iglesia, y sobre el friso superior un conjunto de ángeles transporta en sus manos los objetos de la pasión de Cristo. Frente a la puerta de acceso sobresale una cruz de grandes dimensiones.

En su interior destaca principalmente el retablo mayor, que constituye el primer retablo de estilo romanista del País Vasco. Fue construido en 1567 por Pedro Gámiz, y presenta claras influencias del renacimiento italiano. Se observan las influencias de Miguel Ángel en la anatomía musculosa de las figuras y en el orden gigante de las columnas laterales. En la capilla de la Inmaculada Concepción se ubica otra joya retablística del siglo XVI, que fue fabricado por Francisco de Ayala y que se caracteriza por no estar policromada.

Junto a la iglesia se ubica la ermita de San Roque, antiguo hospital, edificado en el siglo XVI. De una sola nave, con cubierta a dos aguas presenta fábrica de mampostería. La antigua entrada la conformaba un arco de medio punto dovelado que posteriormente fue cerrado y en el que a día de hoy se abre una puerta de madera.

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