161. Conjunto del núcleo histórico de Urnieta (Urnieta)
ETAPA 2: HERNANI • TOLOSA
La conformación de la villa de Urnieta
Urnieta ha sido tradicionalmente un núcleo rural dedicado a la labranza de los campos, cultivando trigo, maíz o manzana, y al aprovechamiento de los Montes francos del valle del Urumea, que contaba con buenos pastos y arbolado, de gran interés para la industria de las ferrerías. Los Montes francos del valle del Urumea, lo constituían los montes comprendidos entre el Adarra, Aballarri y Onddi, cuyo aprovechamiento realizaban tradicionalmente las villas de San Sebastián y Hernani (mediante un acuerdo de concordia entre ambas), y posteriormente la de Urnieta, una vez esta se constituyó en villa.
La documentación escrita da cuenta de que a finales del siglo XIV Urnieta constituía una colación con representación en las Juntas Generales Provinciales, como demuestra un acta de las Juntas Generales celebradas en Getaria en 1397. Este dato nos demuestra que la constitución del núcleo poblacional era anterior a esta fecha. Urnieta está ubicada a los pies del monte Adarra, entre los ríos Urumea y Oria, y se desarrolló en un punto por el cual discurrían importantes vías de comunicación como el Camino Real que llevaba a Castilla y comunicaba con Francia, o la ruta de peregrinación jacobea que procedía desde Irun. Posteriormente, debido a desavenencias en el propio núcleo o a la necesidad de buscar un mayor amparo ante la situación de inestabilidad que trajeron consigo los conflictos banderizos, Urnieta se disgregó pasando 25 casas además de la parroquia a formar parte de la jurisdicción de San Sebastián, otras 15 casas a la de Hernani y 6 casas a la Alcaldía Mayor de Aiztondo. No obstante en 1614 y tras obtener el permiso real de Felipe III los tres distritos volvieron a unirse conformando uno solo y Urnieta se constituyó en una villa.
El núcleo histórico de Urnieta
El núcleo poblacional de Urnieta se constituyó en torno a su iglesia parroquial y a la ermita de Santa Leocadia, ampliandose progresivamente con el devenir del tiempo. No obstante, Urnieta sufrió un gran embate a consecuencia de la 1ª Guerra Carlista (1833-1839). En las ofensivas llevadas a cabo por los liberales en septiembre de 1837 prendieron fuego a varias localidades de la comarca entre las que destacan Urnieta y Andoain. En Urnieta únicamente cinco casas se salvaron de la quema, y edificios como el del ayuntamiento o la iglesia parroquial sufrieron el incendio.
Siendo la iglesia parroquial de San Miguel uno de los elementos más reseñables del núcleo, fue rehabilitada tras los sucesos acaecidos en dicha contienda. Construida en fábrica de sillería presenta una sola nave dividida en tres tramos y un ábside ochavado. El edificio actual es obra del siglo XVII, de estilo barroco, aunque también posee elementos añadidos posteriormente que lo dotan de singularidad, como por ejemplo la torre d el campanario. Conserva una portada gótica que constituye el elemento más antiguo del templo. En su interior destaca el retablo ecléctico que es presidido por una talla barroca de San Miguel. El retablo es flanqueado por otros dos más pequeños del mismo estilo en las que se encuentran las imágenes de la Virgen con el Niño y San Francisco.
La ermita de Santa Leocadia es otro destacado elemento de arquitectura religiosa del núcleo histórico. Constituyó la antigua iglesia de San Juan Evangelista, cuya mención documental más antigua es de 1597. Reconstruida tras el incendio de 1837 es de estilo neoclásico. La ermita presenta una sola nave, una cabecera recta y una cubierta a dos aguas. En su fachada principal se abren tres arcos de medio punto que dan acceso a un pórtico y es rematado por una espadaña que alberga una pequeña campana, coronada por una cruz.
La Casa Consistorial ubicada en las inmediaciones de la iglesia parroquial, presenta un estilo de palacio barroco y responde a la tendencia que se extendió en la época de dotar las localidades de edificios consistoriales de cierto carácter señorial. Construido en fábrica de sillería, presenta dos alturas. En la planta baja cinco arcos de medio punto dan acceso al pórtico y destaca en su primera planta el escudo de Urnieta de grandes dimensiones flanqueado por ventanas con balcones corridos a cada lado.
En conjunto se completa con elementos arquitectónicos destinados al ocio deportivo rural del siglo XX, como son las piedras de arrastre de buey, una bolera y un frontón. Todos ellos ubicados en el centro del núcleo de población, detrás de la iglesia parroquial, constituyen un importante elemento cohesionador de la comunidad de Urnieta, ya que eran lugares que agrupaban a la población que se reunía entorno a estos eventos deportivos que cuentan con una gran tradición y arraigo en el territorio vasco.