178. Conjunto del núcleo histórico de Alegia (Alegia)
ETAPA 3: TOLOSA • ZEGAMA
Alegia, una villa de desconocida fundación
Se desconoce cuando obtuvo el estatus de villa el núcleo de Alegia, dado que no se conoce documento ni fecha de su fundación, aunque suele tomarse como referencia el año 1454. Es en esta fecha cuando Enrique IV otorgó a Alegia su escudo de armas, el cual está ubicado en la fachada principal de la Casa Consistorial, en compensación por el papel jugado por Alegia en la batalla de Olmedo en 1445. No obstante, la existencia del núcleo a la orilla del río Oria es anterior y se le atribuye una gran antigüedad.
Su ubicación en torno al Camino Real hizo que las actividades más importantes lo constituyeran el comercio y los servicios para atender a los peregrinos, comerciantes y viajeros que transitaban por ella. Aunque la actividad agrícola también fue muy importante en el sector rural de la localidad conformado por numerosos caseríos. Destacó por la calidad de sus manzanas y por tanto por la sidra que se producía en sus lagares.
Alegia a lo largo de su historia llevó a cabo estrategias de unirse a otros núcleos guipuzcoanos para mejorar su estatus o ampliar su representación en las Juntas Generales. De esta forma, en 1391 a través de una escritura de concordia se integró en la villa de Tolosa y formó parte de ella hasta que se desanexionó en 1615. Mediante esta escritura de concordia Alegia conservó sus términos amojonados, gozó del uso exclusivo de sus montes, administrando sus propias rentas y manteniendo su gobierno municipal independiente, mientras que Tolosa se hacía cargo de la jurisdicción criminal y civil. En 1625 nuevamente llevó a cabo una estrategia similar, uniéndose esta vez con las villas de Ikaztegieta, Orendain y Altzo en lo que se denominó como la Unión de Aizpurua.
El núcleo histórico de Alegia
El núcleo de Alegia se sitúa a orillas del río Oria y se desarrolla siguiendo el trazado de una sola calle que discurre paralela al río, la calle San Juan. Los edificios por tanto se disponen a cada lado de la misma. Es una muestra de la importancia que el Camino Real tuvo para la localidad. La tipología constructiva dominante muestra edificios de paredes medianeras, de tres o cuatro alturas con cubiertas a dos aguas.
En la parte media de la calle San Juan se abre la plaza principal del núcleo en la que se ubica la Casa Consistorial, máximo exponente del poder civil de la localidad. De planta cuadrada, el edificio está construido con fábrica de sillar y presenta tres alturas y una cubierta a cuatro aguas. El edificio consistorial, del siglo XVIII, presenta un estilo barroco y constituye un ejemplo de la tendencia de esta época de dotar a las villas de ayuntamientos señoriales. De una gran simetría, en su planta baja se abre un pórtico con cuatro arcos de medio punto, y en los pisos superiores destaca la apertura de vanos que presentan una elegante decoración. También es reseñable el balcón corrido de la primera planta y el barandado de hierro decorado por apliques redondos tipo bola en sus costados. Debajo del hastial se ubica el mencionado escudo otorgado a Alegia por Enrique IV y, sobre él, un reloj de grandes dimensiones remata el conjunto.
Respecto a la arquitectura religiosa, destacan la iglesia parroquial de San Juan Bautista y la ermita de Santa Cruz. El actual edificio parroquial de Alegia data del siglo XVII y presenta un estilo barroco. Si bien en la orientación habitual que presentan los templos cristianos el ábside mira al Este, en el caso de San Juan el ábside está orientado hacia el Oeste. El templo presenta planta de cruz latina y a sus pies un campanario construido en fábrica de sillar y en cuyo acceso se observa un arco ojival. Cuenta con una portada de estilo barroco sobre el cual se ubica un óculo. En el interior de la iglesia es reseñable el zócalo de madera de estilo modernista que circunda perimetralmente la nave.
La ermita de Santa Cruz por su parte, se ubica en el acceso a Alegia desde Tolosa. El templo de pequeñas dimensiones presenta una planta rectangular con un presbiterio trapezoidal y cubierta a seis aguas. Construido en fábrica de mampostería presenta cadenas esquineras de sillar. Posee un pórtico amplio al que se accede atravesando un enrejado y en donde a cada lado se asientan bancos corridos de piedra. Entre dos vigas de madera cuelga una campana. La ermita fue construida hacia el siglo XVII junto al Palacio-zarra hoy desaparecido. Se cree que la construcción de la ermita pudo deberse a la iniciativa de los señores del palacio, suposición que se ratifica con el escudo situado sobre la puerta de acceso de la ermita.