Departamento de Cultura y Política Lingüística

252. Conjunto del Convento de Santa Clara y la Antigua Receptoría (Balmaseda)

Etapa 7B: BILBAO • BALMASEDA

La fundación de conventos

Durante el Antiguo Régimen, y en especial en la segunda mitad del siglo XVI y comienzos del XVII, se vivió un auténtico fenómeno de fundaciones religiosas. Fue una época de ampliación del clero regular y de creación de conventos por todo el territorio.

Los grandes linajes de la época contribuyeron sin duda a esta expansión ya que muchos legaban en su testamento un gran patrimonio destinado a la realización de obras pías, fundaciones y capellanías. Estos actos respondían a dos objetivos: el espiritual que se basaba en las obras buenas que se hacen en vida para asegurarse favor divino tras la muerte y el terrenal que trataba de buscar la preeminencia social de su linaje.

En el País Vasco las fundaciones conventuales femeninas fueron más numerosas que las masculinas, 73 conventos de monjas frente a 37 de frailes. Los conventos femeninos resultaron una solución al estado de muchas mujeres en la época. Éstas en muchos casos no podían optar a un buen casamiento e ingresaban en los conventos, previo pago de una dote, y vivían en comunidad, obteniendo un destacado estatus social parejo al de una mujer casada y otorgando a su vez honorabilidad a su linaje.

Conjunto del convento de Santa Clara y la Antigua Receptoría

Se trata de un conjunto monumental compuesto por una iglesia, un convento y una receptoría y está ubicado en el ensanche de Balmaseda, extramuros de la antigua villa.

Fue en el año 1643 cuando Juan de la Piedra Verástegui, mercader natural de Balmaseda que residía en Panamá, un indiano que consiguió hacer fortuna en las Indias, legó en su testamento unos bienes para la fundación de un convento de religiosas de la Orden de Santa Clara en su villa natal. Las obras de construcción del convento se llevaron a cabo entre 1646 y 1675, aunque fue en 1666 cuando las clarisas se instalaron en la villa, conformando una comunidad compuesta inicialmente por 16 mujeres. El patronato del cenobio se ejercía de manera conjunta entre los cabildos eclesiástico y concejil de la villa, hecho que originó numerosos desencuentros y que derivaron en la redacción de unas capitulaciones para regir y ordenar las competencias de cada patrono.

Construida en fábrica de mampostería, la planta de la iglesia del convento presenta características de los templos de conventos carmelitas y franciscanos. Se trata de una capilla mayor con crucero y una cabecera rectangular con una espadaña. En su exterior destaca la portada que posee un arco de medio punto con una inscripción sobre el fundador, su linaje y la fundación del convento. Encima de la misma se ubica una cornisa sobre la que se asientan dos escudos del linaje De la Piedra que flanquean la figura de Santa Clara. El templo posee una sola nave y está cubierta por bóvedas y una cúpula con placas radiales en el crucero. El coro de sillería posee 27 asientos cuyos respaldos presentan decoraciones, y alberga el órgano rococó más antiguo de Bizkaia, fabricado en el año 1777 por Francisco Antonio de San Juan. El bajo coro, donde se ubica el cierre del muro mediante una verja, era el comulgatorio de las religiosas. Las ventanas adinteladas con vidrieras permiten el paso de la luz desde el exterior favoreciendo la iluminación del templo.

Posee cinco retablos fabricados entre los siglos XVII y XVIII, entre los que destaca el del altar mayor, de estilo barroco y dedicado a Santa Clara (s.XVII). Presenta elementos decorativos vegetales y está compuesto por tres calles estructuradas a través de columnas salomónicas. Remata la table un calvario sobre un fondo pintado en el que está representada la ciudad de Jerusalén. Anexo al muro este de la iglesia se asienta el convento, que presenta una altura de dos plantas en cuyo centro se ubica un patio de arcadas de medio punto que estructura todo el recinto.

El bienhechor al que se debe la fundación del convento, además del la creación de éste, mandó en su testamento la construcción de una casa destinada a ser un centro de enseñanza de Gramática y Buenas Costumbres para los hijos de la villa, pasando posteriormente a albergar la Cátedra de Latinidad. Con su construcción en el año 1653 nacía el primer centro docente de la villa, que estaba dotado de dos aulas para los alumnos, y es el edificio actualmente se conoce como la Antigua Receptoría. Se levantó anexa a la cabecera de la iglesia del convento y guarda la línea estética del conjunto conventual. Presenta fábrica de mampostería y sillar y se compone de planta baja y dos alturas. En su fachada se puede observar el escudo de armas del linaje del fundador.

Compartir en

unesco