Departamento de Cultura y Política Lingüística

164. Conjunto del centro de Andoain (Andoain)

ETAPA 2: HERNANI • TOLOSA

La Universidad de Andoain

A finales de la Edad Media la Universidad de Andoain estaba unida a San Sebastián primero (1379) y después a Tolosa (1475), y el barrio de Sorabilla, hasta el siglo XIX no formó parte del municipio. Andoain, también llamada Leizaur, comenzó a tener conflictos con la villa de Tolosa, motivados por el hecho de que consideraba abusivo el poder que la villa ejercía. Dichas disputas se alargaron a lo largo del siglo XVI y fueron solucionadas en 1615 con la concesión del título de villa a la Universidad de Andoain, de la mano de Felipe III, independizándose así de Tolosa.

A partir de ese momento fue preciso reforzar la estructura interna y la cohesión del pueblo de Andoain, ya que hasta entonces la mencionada Universidad había sido el resultado de la unión de varios barrios rurales: el núcleo de Buruntza, presidida por la parroquia de San Martín, donde tenía sede el poder político de la población; el de Leizaur, dominado por la casa solar de los Leizaur y donde se halla la ermita de Santa Cruz; y la zona de Zumea y Goiburu, con la ermita de San Esteban, donde los señores de la casa de San Millán de Zizurkil pretendían tener derechos. Poco a poco se fue gestando un proyecto urbanístico cuyo objetivo sería el de crear un núcleo principal donde establecer las sedes de los poderes civil y eclesiástico, y al mismo tiempo crear un ámbito de sociabilidad con una plaza y elementos de ocio para sus habitantes. Esta iniciativa provocó que el núcleo rural de Buruntza, que ya iba perdiendo peso poblacional frente a la zona baja, terminara por quedar en un segundo plano con respecto al nuevo y pujante centro, especialmente con la construcción de la nueva arteria de comunicaciones conocida como Camino Real de Coches (1760-1775).

Así, de forma paralela al desarrollo de la infraestructura viaria, se fueron materializando el traslado de la parroquia al nuevo centro, el abandono y derribo de la primitiva iglesia de San Martín de Buruntza y la inauguración de la Casa Consistorial y la nueva plaza.

El centro urbano

El centro urbano de Andoain lo constituyen por una parte el edificio de la Casa Consistorial, que es obra del siglo XVIII, y responde a la tendencia de dotar a las villas con señoriales edificios consistoriales que se dio en esta época en el territorio. El edificio del ayuntamiento es un edificio sólido y sencillo, que presenta planta rectangular, 3 alturas y una cubierta a cuatro aguas. Con fábrica de sillar, destaca en su fachada principal el pórtico de 5 arcos, cuatro de los cuales presentan arco de medio punto, y una balconada corrida en la primera planta en la que se observan los escudos de Andoain y Gipuzkoa. La ventana central está coronada por un pequeño frontón.

Por otra parte, destaca el edificio de la iglesia de San Martín de Tours, ubicado junto a la Casa Consistorial. Fue obra del célebre arquitecto nacido en Azpeitia, Francisco de Ibero, maestro del Barroco. Sus edificios se caracterizan por presentar un estilo que amalgama las tendencias rococó con las nuevas aportaciones neoclásicas, siendo muy relevante su participación en la construcción del complejo del Santuario de Loyola. La iglesia de San Martín de Tours presenta una planta de cruz latina, con naves de tres tramos, crucero rematado con una cúpula semiesférica y un ábside poligonal. Las bóvedas son de crucería y los nervios se apoyan sobre columnas clásicas. Destaca en su fachada principal la majestuosa torre que alberga el campanario, que aparece coronada por una pequeña cúpula sobre la que se alza una cruz. Las obras dieron comienzo en el año 1759 y la inauguración tuvo lugar en 1770. El edificio fue construido gracias a la donación de Agustín de Leiza, quien nació en Andoain e hizo fortuna en las colonias americanas con diversas actividades comerciales. Éste legó en su testamento una gran suma de dinero para la construcción de una nueva parroquia en su villa natal.

Cerrando el conjunto del centro se encuentran los elementos de sociabilidad de la villa, que son una amplia plaza y el frontón. Destaca el monumento situado en la plaza dedicado al padre jesuita Manuel Larramendi, escritor y filólogo y gran defensor del euskera y de la cultura vasca (creador del primer diccionario euskara-castellano). Nacido en Andoain, vivió justamente en la época de la Ilustración, momento de la materialización del nuevo centro neurálgico de Andoain.

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