Departamento de Cultura y Política Lingüística

237. Conjunto del Casco Histórico de Salinillas de Buradón (Salinillas de Buradón, Labastida)

ETAPA 7: LA PUEBLA DE ARGANZÓN • BRIÑAS

Los orígenes de Buradón

Salinillas de Buradón es el último pueblo alavés del Camino de Santiago rumbo a Compostela. Debe sus orígenes al núcleo de Buradón, ubicado en la orilla izquierda del río Ebro junto a las Conchas de Haro, en una zona más baja que el que ocupa a día de hoy el municipio de Salinillas de Buradón. La arqueología ha arrojado luz en torno a este núcleo, cuyos restos más antiguos pertenecen a un castro de la Edad de Hierro asentado en el lugar. Las ocupaciones se sucedieron llegando hasta la época altomedieval, donde se estableció en el lugar la aldea de Buradón. A lo largo de la tardoantigüedad y de la época altomedieval, la zona geográfica en la que se asentaba ésta fue un lugar de frontera. Por ello, en los alrededores de la población se construyó en los alrededores el castillo de Buradón, del cual se tienen noticias documentales desde el año 939. Dicho castillo jugó un importante papel en el siglo IX como elemento defensivo del Reino de Navarra frente a los musulmanes.

En el año 1264, el rey Alfonso X el Sabio otorgó el fuero al enclave situado junto al manantial y las salinas, que desde el siglo XII ya estaban siendo explotadas, situados todos ellos a una cota más alta que el primitivo núcleo de Buradón. Debido a la importancia que fue adquiriendo la villa, la población de Buradón fue abandonando la aldea para trasladarse a la villa, provocando así su paulatino abandono hasta su desaparición. De esta manera la villa de Salinillas de Buradón adquirió un importante poder geopolítico como núcleo fronterizo de los Reinos de Navarra y posteriormente del de Castilla. En el siglo XIV no obstante, terminó siendo entregada como señorío a la familia de los Sarmiento, que posteriormente emparentaron por medio de matrimonio con los Ayala, uno de los principales linajes de la provincia de Álava.

El conjunto del casco histórico de Salinillas de Buradón

El casco histórico de Salinillas de Buradón conserva su morfología medieval, con calles estrechas, edificios con muros medianeros de dos o tres alturas que destacan por la calidad de su fábrica y que además presentan elegantes voladizos y bajos porticados. Además de ello conserva la muralla que rodea el núcleo, que se ha conservado casi en su totalidad, aunque la que se mantiene en pie a día de hoy se corresponde a una reestructuración de los siglos XVII y XVIII. Posee dos puertas monumentales en las que se aprecian elementos defensivos como las aspilleras o restos del paseo de ronda. La calidad constructiva de los edificios y sus materiales muestran el elevado poder adquisitivo con el que contaron los habitantes de la villa.

El esquema urbano del núcleo se corresponde al de espina de pez, constituida por una vía principal que funciona como arteria, la Calle Mayor, que es la que une las dos puertas de la muralla: la puerta de arriba (situada en su vertiente Norte) y la de abajo (en el lado Sur). Otras calles secundarias, más estrechas que la principal, cruzan la Calle Mayor perpendicularmente. Respecto a los espacios abiertos en el interior del núcleo, Salinillas de Buradón cuenta con tres plazas: la Plaza de la Iglesia, la de Oriente y la Mayor, que es la principal y la más destacada.

Entre los edificios más reseñables destaca la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción del siglo XVI. Presenta planta de cruz latina, una nave dividida en tres tramos y una cabecera poligonal. En su exterior presenta fábrica de sillarejo y se encuentra reforzada por contrafuertes. Destaca el pórtico sur del siglo XVII con fábrica de sillería, en la que se abren tres arcos de medio punto que se apoyan sobre columnas de orden toscano. Accediendo al pórtico se puede observar la portada de estilo renacentista coronada por una hornacina que alberga la imagen de la Virgen. En el interior del templo una bóveda estrellada cubre la nave y destaca su retablo rococó. No obstante la joya que guarda el templo se ubica bajo el coro y se trata del sepulcro renacentista del matrimonio formado por Pedro Vélez de Guevara y Juana Enríquez de Acuña, señores de la localidad, del año 1599. Se trata de uno de los mejores sepulcros que se conservan en la provincia de Álava.

Otro elemento reseñable es el Palacio de los Condes de Oñate, ubicado junto a la Plaza Mayor, que fue residencia particular de Iñigo Vélez de Guevara y Tassis, Conde consorte de Oñate nacido en Salinillas de Buradón en 1566. Fue embajador y consejero en la Corte con Felipe III y Felipe IV, posición que le permitió viajar a Roma y conocer las tendencias artísticas de la época. Fruto de aquellos conocimientos es el palacio que mandó erigir en Salinillas de Buradón que adopta un estilo clásico romano, el cual fue construido entre 1631 y 1666. Se construyó alrededor de la antigua torre medieval de los Sarmiento y Ayala, desde el cual gobernaron el núcleo desde el siglo XIV. Dicha torre se mantiene en pie y es visible a día de hoy.

Por último destacar el Hospital de Santa Ana del siglo XIV. Edificado en fábrica de sillería, presenta un estilo gótico en la que destacan la puerta con arco ojival dovelado, y la cruz que la identifica como hospital de pobres, enfermos y peregrinos.

Compartir en

unesco