Departamento de Cultura y Política Lingüística

175. Conjunto del Archivo Provincial y el Frontón Beotibar (Tolosa)

ETAPA 3: TOLOSA • ZEGAMA

El segundo ensanche de Tolosa

A principios del siglo XIX Tolosa se abrió más allá de sus murallas expandiéndose hacia el Oeste en un primer momento, donde destaca la construcción de la plaza de Justicia. Posteriormente, hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX, se expande hacia el Sur, urbanizando la vega de Laskoain, siendo reseñables de esta fase el Puente Nuevo o la Avenida de los Fueros y el paseo de San Francisco. Este segundo ensanche se planteó como una zona esencialmente residencial, con edificios destinados principalmente a vivienda, aunque de manera esporádica se instalaron pequeñas fábricas en la zona, tales como una fábrica de telas metálicas, un aserradero de maderas asentadas en la vega de Laskoain u otra de géneros de punto instalada en el paseo de San Francisco.

Este ensanche se proyectó con los criterios urbanísticos modernos de la época, caracterizado por ser un urbanismo ordenado, con calles amplias y luminosas, y con zonas ajardinadas y arbolado en la vía pública. Además de ello se dispusieron diversos elementos destinados al ocio. Los ejemplos más destacados de edificios destinados a actividades de entretenimiento son el Frontón Beotibar, ubicado en el Paseo San Francisco y la Plaza de Toros, situado junto al río Oria.

El conjuntos del Archivo Provincial y el Frontón de Beotibar

Construido extramuros en el antiguo Camino Real de Castilla, partiendo desde la iglesia de San Francisco se construyó el Paseo San Francisco, una amplia avenida que discurre paralela al río Oria. En torno a ella se erigen numerosos edificios, la mayoría residenciales, entre los que podemos destacar por su valor patrimonial el edificio del Archivo Provincial y el Frontón Beotibar. Edificadas una al lado de la otra, sendas construcciones conforman un conjunto arquitectónico muy interesante, ya que son una muestra de los estilos artísticos vanguardistas de finales del siglo XIX y comienzos del XX.

El Frontón de Beotibar constituye uno de los símbolos del patrimonio cultural de Gipuzkoa. En su exterior el edificio, presenta un estilo racionalista, que combina formas cúbicas con superficies cilíndricas, y muestra su fachada enteramente pintada en color blanco. Tras varios proyectos para establecer una cancha de juego de pelota en terrenos del convento de franciscanos a partir de 1860, el definitivo frontón fue proyectado por el arquitecto Gregorio Azpiazu (1935). Mide 42 x 15 metros, presenta una altura de entre 7 y 10 metros, posee un pavimento pulido y está cubierto. El espacio destinado al público se constituye en un graderío dividido en tres tramos. Los dos primeros presentan butacas individuales, mientras el tercero, ubicado en la zona más alta, presenta una grada con bancos corridos. El frontón, que cuenta con un aforo de 1220 personas, acoge competiciones de pelota y de cesta punta, y es uno de los frontones referentes del País Vasco.

Por su parte, el edificio del Archivo Provincial fue edificado en el año 1904 y responde al diseño del arquitecto provincial Manuel Echave. De estilo ecléctico, presenta en sus fachadas fábrica de sillería arenisca combinada con ladrillo, mientras que la estructura es de hormigón armado. Su planta es compleja compuesta por dos cuerpos alargados a los lados, y otros dos cuadrados en el centro, siendo el del lado posterior del edificio de mayor tamaño y altura. Su fachada principal presenta tres partes, la central más baja y donde se ubica el acceso principal, de dos alturas, mientras que en los laterales aparecen cuatro alturas y se hallan rematadas por frontones semicirculares.

La ubicación del archivo de las Juntas y Diputaciones de Gipuzkoa en Tolosa es una muestra del elevado estatus de la villa en la provincia. La fijación de la institución en la villa se acordó en una de las juntas de la Hermandad de Guipúzcoa del año 1530. Hasta el siglo XX el archivo se ubicó en la iglesia de Santa María de Tolosa, trasladándose a la actual ubicación en 1904. Cuenta con los fondos de las Juntas Generales y la Diputación Foral, el del Corregimiento, el de los Protocolos del distrito notarial de Tolosa, y otros archivos y colecciones documentales.

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