Departamento de Cultura y Política Lingüística

228. Conjunto de torres carlistas (Nanclares de Oca, Iruña de Oca)

ETAPA 6: VITORIA-GASTEIZ • LA PUEBLA DE ARGANZÓN

La defensa de las comunicaciones en Álava durante las Guerras Carlistas

El siglo XIX trajo consigo grandes cambios que modificaron radicalmente los modos de vida y economía de la sociedad, especialmente de la mano de la revolución industrial y del desarrollo de la técnica. Además, se produjeron grandes cambios políticos que provocaron el final del Antiguo Régimen. Dichas transformaciones no obstante no se introdujeron ni de manera inmediata ni estuvieron exentas de conflictos. Al contrario, las reformas fueron implantándose poco a poco a lo largo de la centuria entre fuertes tensiones sociales y políticas, hasta que terminaron por asentarse plenamente hacia el final de la misma.

Entre los conflictos violentos acaecidos en este contexto se destacan las Guerras Carlistas, que fueron una serie de contiendas civiles que se dieron en España a lo largo del siglo XIX que terminaron con el triunfo del liberalismo y el fin del sistema absolutista, y trajeron consigo la monarquía constitucional. Los enfrentamientos que contrapusieron a carlistas y liberales tuvieron tres episodios, de los cuales la primera, que se dio entre 1833 y 1940, y la tercera, entre 1872 y 1876, tuvieron mayor incidencia en el País Vasco.

Uno de los elementos patrimoniales más destacables en la provincia de Álava relacionado con estas guerras son las denominadas “torres carlistas”. A pesar de su apodo popular, su función era la de facilitar, por un lado, la comunicación y, por otro, la vigilancia y la protección por parte del bando liberal. En este sentido, merece una especial mención la implantación de la telegrafía óptica en algunas de ellas, sistema que permitía enviar mensajes a largas distancias en poco tiempo.

Ya en la primera Guerra Carlista el ejército liberal construyó una serie de torres para facilitar la comunicación entre la zona de Pamplona, Logroño y Vitoria. Las ciudades, tales como Vitoria, se constituyeron como los importantes centros del liberalismo y sufrieron el asedio de las tropas carlistas. Estos asedios dificultaban la comunicación entre los núcleos liberales, por lo que la construcción de estas torres de transmisión trató de dar solución a este problema a través de la citada tecnología telegráfica. Así, en la primera Guerra Carlista se construyó la línea de bloqueo de Zadorra, que contaba con cinco torres telegráficas y otras destinadas a la vigilancia y defensa de las vías de comunicación desplegadas entre Miranda de Ebro y la ciudad de Vitoria.

En la tercera carlistada se decidió, además, la construcción de otras diez fortificaciones cuyo objetivo era reforzar dicha línea de comunicación. A esta se la denominó “Línea de defensa de las comunicaciones del ejército del Norte” e iba pareja a la línea del telégrafo óptico.

Las torres carlistas de Nanclares de Oca

En Nanclares de Oca se construyó un conjunto de tres torres de nueva planta en la III Guerra Carlista, hacia el año 1875. Aunque se ha creído que estas estaban equipadas con el telégrafo óptico, no fue así, dado que su función era la de reforzar la vigilancia y protección de la localidad y sus vías de comunicación terrestre. Ubicadas en torno al núcleo de Nanclares de Oca están erigidas en altura en lugares que cuentan con un gran control visual. Las torres presentan similitudes en su estructura, ya que son de planta cuadrada con esquinales achaflanados, y construidas en fábrica de mampostería.

La Torre de Almoreta se ubica en la zona sur, tras las vías del tren tenía como objetivo proteger la localidad y el camino que llevaba a ella. A día de hoy posee únicamente dos alturas, ya que perdió la tercera planta constituída por una terraza con matacanes. Actualmente acoge un albergue en su interior.

La Torre del Encinal fue erigida en lo alto de la colina del mismo nombre en la zona norte de la localidad y controla la entrada desde la ladera sur de la sierra de Badaya. Esta torre presenta dos alturas y está coronada por una terraza almenada.

La Torre de Vayagüen se ubica en el monte del mismo nombre, levantada con la misión de proteger las vías del tren y las carreteras, y fue dotada con una pieza de artillería. Presenta sillería en sus esquinales, y posee también dos alturas y una terraza almenada.

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