ETAPA 6: GERNIKA-LUMO • BILBAO

De sede de las Juntas de Bizkaia a símbolo del autogobierno vasco

Desde el siglo XV los representantes de las villas y de la Tierra Llana se reunían bajo el árbol de Gernika (que en realidad estaba en jurisdicción de la anteiglesia de Lumo). En este lugar se ponía en práctica un sistema representativo no-democrático que regía el Señorío según los usos y costumbres del territorio: los Fueros. Este uso se prolongará hasta la ley de abolición de la legislación y de las instituciones forales en 1876 y la ejecución de ésta en 1877. Será en 1977-1979, con el restablecimiento de las Juntas y la aprobación del Estatuto de Gernika cuando el conjunto volverá a su función política y representativa original.

El lugar, a finales del siglo XV, se componía del roble donde se realizaban las reuniones, una ermita aledaña y una casilla pegante a ésta donde se guardaba el archivo del Señorío. A partir de 1612, se inicia una renovación de las instalaciones del templo, con objeto de acoger únicamente las recepciones de los reyes y sus representantes. Sin embargo, las reuniones de los junteros, hasta el siglo XVIII, debían realizarse en las gradas situadas bajo el Árbol.

En 1826 se inician las obras que otorgarán un contexto más arquitectónico y moderno a las juntas, de mano del arquitecto Antonio Etxeberria. Así, se creará un nuevo edificio que acogerá una capilla y la cámara de los representantes. La construcción es de estilo neoclásico y se establece en planta rectangular en el que el espacio parlamentario se organiza en un costado, dentro de un espacio elíptico. El acceso desde el exterior a esta estancia, a la que se llega a través de una escalinata, consiste en un volumen prismático con 3 accesos (uno a cada lado) coronados por sendos arcos termales.

La bóveda de la sala se compone de vidrieras realizadas con los diseños del pintor Adolfo Guiard y las paredes se cubren de cuadros (del siglo XVII) en los que se representa, de forma idealizada, a los señores de Bizkaia. Quizá la pintura más conocida del conjunto sea la del “Besamanos al rey don Fernando el Católico por los vizcaínos en 1476”, de Francisco de Mendieta (1609), en la que se muestra a numerosos hidalgos del Señorío ante el Rey. En ella se puede observar el entorno de las Juntas tal y como era en el momento de realizar la pintura.

Respecto a los otros elementos que componen la Casa de Juntas, el central es el árbol de Gernika, donde aún se emplazan las gradas de los representantes y la tribuna presidencial, obra de 1826, octástilo, con arquitrabe y frontón, donde se presentan las armas de Bizkaia. Por otro lado aún se conserva el tronco del antiguo árbol de Gernika, en un templete neoclásico contruido en 1932.

Quizá por el hecho de que en Araba y Gipuzkoa las Juntas Generales no se reunían en un solo lugar, sino que eran itinerantes, el conjunto de Gernika constituía el único centro reconocible del sistema político de los territorios históricos del País Vasco del Antiguo Régimen. Además, en pleno Romanticismo, época coincidente con las luchas entre los partidarios de la continuidad, la reforma o la abolición de los Fueros, el Roble se elevará a elemento simbólico o referencial y así quedará inmortalizado a través de la canción compuesta por Jose María Iparragirre.

Así, tras la desaparición del régimen foral, este conjunto de Bizkaia subsistió como el único centro reconocible de los antiguos sistemas de gobierno del País Vasco, a los que apela directamente el estatuto de autonomía vigente. De ahí su importante valor inmaterial, que se suma al que ofrecen el conjunto formado por el patrimonio construido y el paisajístico.

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