ETAPA 5: MARKINA-XEMEIN • GERNIKA-LUMO

Un humilde barrio vizcaíno

En el núcleo de Elexalde de Arratzu lo compone un pequeño grupo de edificios que se sitúan sobre un promontorio que queda bordeado por el río Gola. En realidad, el barrio de Elexalde está formado por el caserío disperso que aparece en el valle, debajo del alto de la iglesia. Sin embargo, la parroquia y la casa cural, aún siendo edificios de época y estilo diferente, mantienen un evidente nexo de unión.

La iglesia fue levantada, seguramente, en época altomedieval, aunque se ha especulado como momento de fundación los siglos XII o XIII. Observando la localización en la que se emplaza, se sugiere una voluntad de situarla en un lugar fácilmente defendible gracias a las pendientes del entorno y que están rodeadas por el citado río. Según algunos autores, habrían sido los Arrizua los que la edificaron como una iglesia divisera o propia. No obstante en época bajomedieval su patronato lo compartían los Arteaga y los Mezeta.

Hacia mediados del siglo XVI se iniciaría la construcción de la edificación actual, de planta basilical, con una sola capilla absilial, recta. Sus bóvedas son vaídas y aparecen sostenidas por columnas cilíndricas sin decoración. De sus capiteles parten los arcos sobre los que se apoyan dichas bóvedas. Por otra parte, el altar mayor se cubre con una bóveda de tracerías. Resulta de interés el coro que se sitúa a los pies (1772), apoyado sobre tres arcos escarzanos sostenidos por pilares rectangulares y por las paredes laterales. Presenta dos accesos dovelados, uno de medio punto y el otro carpanel.

Cuenta con un campanarío a los pies, que sirve para contrarrestar el peso del edificio, que había creado sucesivos problemas estructurales al comenzar a vencer la ladera. También presenta un atrio perimetral.

El retablo mayor es neocásico, de 1819, firmado por Juan Bautista Mendizabal y dedicado al santo patrón. Aparece flanqueado por dos colaterales de estilo rococó (de 1738 y 1742), dedicados a la Virgen del Rosario y a San José.

Frente a la iglesia, se sitúa la casa cural, destinado, como su nombre indica, a vivienda habitual de los clérigos que servían la parroquia. Fue construida en 1841. De planta cuadrada, su volumen está realizado en una sola fase y obedece a un mismo proyecto. Un eje principal, centrado en la fachada, lo componen la puerta de acceso y una puerta-ventana con balcón; a cada lado y en cada piso, dos ventanas. El atico presenta unas ventanas más pequeñas de desarrollo horizontal. Los vanos de la fachada principal presentan recercos de sillería arenisca y una línea de imposta separa la planta baja y la primera. La realización del resto de las fachadas es más sencilla, aunque las ventanas se disponen de forma ordenada, por ejemplo, en forma de cruz.

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