Departamento de Cultura y Política Lingüística

210. Castro de Henaio (Alegrí­a-Dulantzi)

ETAPA 5: SALVATIERRA-AGURAIN • VITORIA-GASTEIZ

Los poblados fortificados de la Edad de Hierro

A partir del siglo V a.C la población comienza a agruparse en poblados ubicados en colinas y montes, que normalmente ocupan situaciones estratégicas, al estar en zonas que cuentan con un gran control visual del entorno. Además de ello resultan fácilmente defendibles dada su situación en zonas con pendientes muy abruptas. El carácter militar que muestran estos núcleos es una de sus características principales, ya que suelen estar delimitados por una muralla de gran porte.

Se considera que este tipo de arquitectura es muestra de un auge económico, relacionado con un aumento de producción agrícola y ganadera, que impulsa un aumento demográfico y la aparición de jefes locales. Estos serían quienes ordenarían las importantes obras de fortificación en una posición en altura.

En el caso de Henaio, el castro está ubicado en lo alto de una pequeña colina al noreste de Alegria-Dulantzi, en plena Llanada Alavesa, a unos 564m de altura. Se sitúa sobre una cima plana y despejada, con un arbolado de quejigos en la vertiente norte. El valor estratégico es importante, dado que es un punto donde se podía dominar la Llanada Alavesa y era fácil de defender por su altura y fuertes pendientes. El castro de Henaio conserva dos tramos de muralla de una longitud de cuatro metros cada uno. EL lugar fue habitado por familias de origen celtibérico y centroeuropeo durante unos 800 años, desde finales de la Edad de Bronce y a lo largo de toda la Edad de Hierro (del 840 a.C. al 100 a.C).

Castro de Henaio, un yacimiento de la Edad del Hierro en Alegria-Dulantzi

Este poblado de la Edad de Hierro fue hallado en el año 1968. Fue en los años posteriores, en 1969 y 1970, cuando se realizaron los principales trabajos de excavación arqueológica. En una de las terrazas de la parte alta del cerro se distinguieron tres niveles diferentes. En el primero, el más superficial, se recogieron algunos restos de muretes de piedra que se encontraban bastante deteriorados debido a los trabajos de labranza llevados a cabo en el terreno en las últimas décadas. En el segundo nivel, no obstante, se encontró un suelo de cabaña correspondiente a una vivienda correspondiente a los pobladores del castro. Gracias a estos restos se ha podido conocer que las viviendas presentaban planta circular. Por último, en el tercero de los niveles, correspondiente a la fase de ocupación más primitiva, aparecieron los agujeros de postes practicados en el suelo, que pertenecían a la estructura (no conservada pero realizada posiblemente de madera) del edifio más antiguo realizado en el castro.

Hoy en día el yacimiento arqueológico se puede visitar y cuenta además con un centro de interpretación que da a conocer el ambiente y vida de aquellos pobladores que ocuparon el lugar durante un tiempo tan prolongado. Junto a unos paneles explicativos se levantan dos casas, reproducidas en base a los restos encontrados en el yacimiento arqueológico (los correspondientes al segundo nivel). Se trata de la reproducción de edificios de planta circular con un diámetro de seis metros y 4,5 metros de altitud. Las paredes están construidas con una estructura a base de postes verticales, con un cerramiento constituido con palos en trabajo de cestería y con una capa de mortero para su refuerzo. También se ha realizado la reproducción de dos tramos de la muralla en una longitud de 8 metros cada uno de ellos. El recorrido finaliza en la cumbre del collado desde donde se puede disfrutar de una panorámica de la Llanada Alavesa y los montes de Vitoria, comprobando así el gran control visual que ofrece el cerro.

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