ETAPA 1: HONDARRIBIA • DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

Una población nacida por y para el mar

A fines del siglo XIV y, especialmente, durante el siguiente las riberas este y oeste del canal comienzan a ser colonizadas por nuevos pobladores. Si durante la Edad Media la única localidad litoral de la Bahía de Pasaia era la de Lezo, progresivamente se comenzarán a construir nuevas casas, embarcaderos, amarres, plazas y otras infraestructuras que irán conformando la fisonomía de unas poblaciones que se adaptarán a un difícil relieve.

En el caso de la parte de Pasaia que había surgido dentro de la jurisdicción de la villa de Hondarribia, es decir, la oeste, inicialmente se encontraba vinculada a la localidad de Lezo, tanto política como religiosamente. Una vez que se consiguió la corporación local a fines del siglo XV, se persiguió la autonomía eclesiástica, obtenida con la separación de la iglesia de San Juan de la Ribera con respecto a su matriz de Lezo en 1545. Finalmente la parroquia fue trasladada a su ubicación actual, mientras que en su lugar fue erigida la basílica de Santo Cristo de la Bonanza.

La localidad tomó su nombre del pasaje o pasaia que se establece en el canal de entrada a la bahía, bien por el carácter de paso entre los montes, bien por la necesidad de cruzar la estrecha vía de agua para comunicar las partes oeste y este. En todo caso, Pasai San Pedro y Donibane fueron prosperando gracias a su estratégica localización y por las posibilidades que les brindaba la protegida bahía. Además de la presencia de astilleros reales, con todos los servicios auxiliares que implicaba, es un dato muy significativo el que las flotas balleneras y bacaladeras guipuzcoanas y labortanas pasaban el invierno fondeadas en este litoral.

En 1770 la parte este de Pasaia se desligó de Hondarribia y, en 1805, la que pertenecía a San Sebastián se unió a la primera para constituir un municipio autónomo.

Una imagen de la Época Moderna

Es posible que la localidad de Pasai Donibane sea una de las más fotografiadas de Gipuzkoa. Al contrario que su opuesta de San Pedro, el nuevo desarrollo de las actividades pesqueras y portuarias a partir de mediados del siglo XX no afectó significativamente a Donibane. Por ello, el frente de mar de las casas ubicadas en la ribera representa un paisaje que nos retrotrae a una época pasada.

La parte antigua de la localidad se organiza en torno a una sola calle que separa las casas que se construyeron contra la ladera de aquellas que se alzan sobre el litoral. La mayor parte de las edificaciones se encuentran construidas en sillería de piedra arenisca propia del monte Jaizkibel. En un promontorio elevado se encuentra la parroquia de San Juan, cuya consagración tuvo lugar en 1643 y sustituyó a la de la Ribera. También en un punto de control visual del canal se encuentra la ermita de Santa Ana, cuyas primeras noticias datan de 1575 y cuya portada delata su construcción en época renacentista. Al lado del embarcadero donde tomamos la motora que nos lleva a San Pedro encontramos un humilladero dedicado a la Virgen de la Piedad. Al fondo de la calle, atravesada la plaza, se levanta la ermita de Santo Cristo de la Bonanza, que se construyó en estilo neoclásico sobre los restos de la antigua parroquia. Cabe destacar que en la puerta de la fachada que da al canal podemos encontrar grabados que representan embarcaciones antiguas.

Jalonando la calle, encontramos numerosos edificios civiles que pertenecieron a linajes vinculados con las actividades marítimas, como es el de los Arizabalo, construido en el siglo XVIII frente a la parroquia. En el número 41 encontramos otra interesante edificación, datada en el siglo XVI y fabricada mediante mampostería la planta baja y de ladrillo y entramado de madera el levante. El palacio de los Villaviciosa, al lado del citado humilladero, se erigió en estilo renacentista en el siglo XVI. Igualmente renacentista, la casa Miranda destaca por su construcción señorial y puede ser admirada desde varios flancos por encontrarse en el litoral al lado del acceso al citado embarcadero. Destacamos también la casa Gabiria, levantada en el siglo XVII y que es conocida por haber alojado al literato francés Victor Hugo en su estancia en la localidad de 1843 (actualmente es un museo). En la plaza, son varias las casas de interés patrimonial, entre las que destacamos el ayuntamiento, construido en 1735.

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