131. Casco antiguo de Portugalete (Portugalete)
ETAPA 8: PORTUGALETE • KOBARON
Una villa en la desembocadura de la ría del Nervión.
En 1322 doña María Díaz de Haro, Señora de Vizcaya, concede el privilegio foral a Portugalete, una población ubicada en un lugar estratégico en la desembocadura de la ría del Nervión. Se trata de un puerto natural utilizado al menos desde época romana y rodeado de pequeñas atalayas defensivas. Aun así, la villa medieval se tuvo de reforzar con su muralla, de la que sólo nos ha llegado la puerta de entrada al recinto fortificado junto a la torre de Salazar.
Su entramado urbano se compone de tres calles principales en empinada cuesta con su característico pavimento empedrado y cantones de comunicación entre ellas. Dichas calles se denominan de Santa María (que baja desde la iglesia del mismo nombre), la calle del Medio y Coscojales.
La villa se desarrolló económicamente de cara al mar en torno a la pujanza de la navegación comercial, la pesca y el lemanaje, dado que los lemanes portugalujos eran los encargados de guiar a los barcos que querían ascender por la ría a través de la peligrosa barra de arena presente en este punto. Quizás, la proximidad a los ricos yacimientos de mineral de hierro de los Montes de Triano y Somorrostro, motivó a la fundadora a elegir este enclave para fundar en este lugar una villa, que si bien hoy día cuenta con una pequeña extensión (3,3 km²), administró en su momento un vasto territorio que incluía todos montes con sus ricos yacimientos de hierro y su monopolio en la carga y descarga de este mineral desde Luchana hasta el Abra.
Una población monumental
En la actualidad el Casco Histórico continúa siendo un espacio emblemático y de gran belleza, que mantiene su esencia medieval y en el que podemos encontrar monumentos de distintas épocas y estilos.
La Basílica de Santa María, de estilo gótico de transición al Renacimiento (siglos XV y XVI), se creó sobre una construcción anterior más pequeña y presenta una planta basilical de tres naves con bóvedas de crucería. La nave central cuenta con un triforio catedralicio e interesantes vidrieras. Destaca también el retablo mayor (1533-1555) de estilo manierista en el que podemos admirar la talla de la Virgen María, único vestigio que se conserva de la primitiva iglesia. En el exterior la torre de estilo barroco se terminó en el siglo XVIII siendo reconstruida a finales del siglo XIX tras el segundo asedio carlista de la villa (1873-1874).
La torre de Salazar, enclavada muy cerca de la Basílica, se levantó como estructura defensiva entre 1493 y 1495 en plenas Guerras de Bandos por Ochoa García de Salazar, miembro del linaje más importante del valle de Somorrostro y Portugalete, donde ejerció como preboste. La torre originaria se integraba en la muralla de la villa y se ubicaba junto a una de sus puertas que aún perdura. Contaba además con un patio de armas y una segunda torre más pequeña comunicada con esta que ahora vemos. En sus bajos estuvo la cárcel de la villa, mientras que la residencia se hallaba en el primer piso.
También hemos de destacar algunos edificios muy singulares dentro del casco histórico que nos llaman la atención, como la Casa Palacio Sota en el número 26 de la calle del Medio, edificio de finales del XVII o inicios del XVIII que conserva ciertos ornamentos propios del status social de sus propietarios. Aunque ciertamente una característica esencial de este conjunto arquitectónico que hoy admiramos, fue el cambio de fisonomía producido a finales del XIX o inicios del XX cuando los edificios antiguos serán sustituidos por viviendas más modernas, como la casa-torre de Iñigo Sáez de Casal en la pequeña calle de Atarazanas. De esa misma época es uno de los edificios más emblemáticos y vistosos del casco monumental, la casa del boticario Bustamante de 1910 ubicada abajo, al inicio de la calle Santa María, que posee una estética modernista y elementos goticistas.
La villa cuenta en la parte baja junto a la ría con la conocida y frecuentada plaza del Solar, antiguo puesto militar en el que se ubicaban baterías de cañones hasta su reforma a inicios del siglo XX. Aquí se ubica el edificio del ayuntamiento de corte clasicista, levantado entre el 1880 y 1884 y en el centro de la plaza encontramos un precioso quiosco de la Música de 1912, de estilo ecléctico, donde aún suenan los populares “chicharrillos” o bailables populares, y en cuyo entorno se desarrolla semanalmente uno de los mercados de aldeanas con sus productos locales más antiguo de Bizkaia.