134. Bolera de Durañona (Trapagaran)
ETAPA 8: PORTUGALETE • KOBARON
Un juego de bolos autóctono
Los deportes tradicionales del País Vasco, como el corte de troncos con hacha (aizkolaritza), el arrastre de piedras por bueyes (idi probak), el levantamiento de piedras (harrijasotzea) o el corte de hierba con guadaña (sega-jokoa), proceden de un ambiente eminentemente rural o, al menos, son derivaciones del trabajo realizado en el campo y el monte. Estas actividades de ocio han suscitado una gran afición, ya que combina los aspectos lúdicos, los lucrativos (las apuestas) y también la expectación que genera la superación de las marcas o records anteriores.
También se han practicado otros deportes que no eran exclusivos del País Vasco o bien se extendieron a áreas geográficas más amplias, como las distintas modalidades de pelota. En este grupo ha terminado por perder su importancia y divulgación el deporte de los bolos, aunque en muchas localidades vascas aún podemos apreciar las boleras tradicionales ubicadas, muchas veces, bajo el alero de la iglesia.
En el caso de la Margen Izquierda, desde fines del siglo XIX se tiene constancia de una forma particular de jugar a este deporte. Si bien el juego de bolos más habitual se realiza en una pista alargada, en forma de galería, donde los bolos se ubican en un extremo y el lanzador en el opuesto, en las antiguas anteiglesias del oeste vizcaíno el espacio y las normas de juego son diferentes. Este tipo se denomina bolos a katxete, en contraposición con la primera, pasabolos.
Una de las diferencias es que el campo se dispone en semicírculo donde el piso es de hierba bien cortada, para facilitar que los bolos rueden con más facilidad. Además, las piezas contra las que se tira la bola no son alargadas, sino esféricas. El objetivo es que las piezas salgan proyectadas por el campo, superando las líneas que, de forma radial, delimitan cada parte del campo. En función de cuántas bolas queden en cada zona se establece la puntuación. Es condición para puntuar que la bola lanzada también supere la primera línea.
Este carrejo, que es como se conocen los campos, situado en el municipio de Trapagarán es una de las docenas que se constatan en la Margen Izquierda y su construcción es de1995. Siendo una infraestructura sencilla y sin complejidades constructivas, el valor de este tipo de campos consiste en que son los espacios en los que se juega actualmente a los bolos a katxete, siendo ésta una modalidad de deporte tradicional que estaba en vías de desaparición y que ha sido recuperada. Sirve de escenario para una actividad que forma parte del patrimonio inmaterial vasco.