260. Basilica de San Martín de Loinaz (Beasain)
ETAPA 3B: BIDANIA • ZEGAMA
San Martín de la Ascensión, un santo disputado
El origen de San Martín de la Ascensión es un asunto que se disputan varias localidades vascas, como son las guipuzcoanas Beasain y Bergara, y la vizcaína Ibarrangelu. Una cuestión que viene de lejos dado que desde 1700 se viene discutiendo sobre la incógnita del lugar de nacimiento del santo, como demuestran los numerosos manuscritos y manifiestos conservados y libros publicados. No fue un asunto baladí, ya que fue motivo de duros enfrentamientos entre las villas que pugnaban por ser el pueblo natal del santo, dado el prestigio que suponía contar entre sus hijos ilustres con una personalidad semejante, nada más y nada menos que un santo. El asunto llegó incluso a tratarse en varias ocasiones en las Juntas Generales de Gipuzkoa durante el siglo XVII. Ni siquiera la Santa Sede quiso posicionarse a favor de unos u otros, optando por la fórmula de San Martín de la Ascensión, hijo de Guipuzcoa. Efectivamente, el santo adoptó el nombre de Martín de Ascensión cuando tomó los hábitos franciscanos en el año 1586.
Mientras los de Beasain afirman que el santo fue el beasaindarra Martín de Loinaz y Amunabarro, nacido en el año 1566, en Bergara e Ibarrangelu (cada uno reclamando para sí el origen) manifiestan que fue un Martín de Aguirre (diferente en cada caso), nacido en 1567. En sendas localidades el nombre del santo está presente en sus plazas principales y en diferentes instituciones como iglesias, ermitas o escuelas.
Sea como fuere, San Mártín de la Ascensión fue un religioso y misionero católico que forma parte de los denominados 26 mártires de Japón; un grupo de misioneros cristianos que fueron ejecutados por crucifixión en Nagasaki, Japón, en 1597, en un período en el que esta religión fue perseguida en el país nipón, durante el gobierno de Toyotomi Hideyoshi. Los mártires fueron beatificados en el año 1627 y canonizados en 1862.
Basílica de San Martín de Loinaz
La basílica está ubicada en el barrio de Igartza de la localidad de Beasain. El actual edificio corresponde a las obras de reconstrucción llevadas a cabo en 1847, ya que tras las 1ª Guerra Carlista el edificio se vio muy dañado, razón por la cual fue demolida y construida otra vez.
La existencia de un templo en el lugar tiene su origen en el siglo XVII, cuando Domingo de Loinaz donó a la Provincia de Gipuzkoa una heredad que pertenecía a su casa natal de Amunabarro, con el objetivo de construir una iglesia a su ancestro, Martín de Loinaz y Amunabarro, su tío-abuelo. Corría el año 1663. La Provincia de Gipuzkoa sufragó las tres cuartas partes del coste de los trabajos, mientras que el resto lo hizo el propio pueblo de Beasain. Finalmente, la iglesia fue inaugurada en el año 1691.
El actual edificio fue construido de nueva planta y fue diseñado por Mariano José de Lascurain, director de caminos de la Diputación de Gipuzkoa. Erigió el templo con estilo neoclásico, un estilo en auge en la época. Presenta una planta de cruz griega en su interior y cuadrada en el exterior. Los muros están enlucidos y presenta sillares en los esquinales y en los recercos de las ventanas y puertas. En el lado de su entrada destaca un escudo barroco de la Provincia de grandes dimensiones, que deja ver que fue la principal promotora de la obra. La basílica está coronada por un cimborrio sobre el que se asienta una espadaña que alberga dos campanas, en el lado de la entrada principal. Un pórtico recorre el edificio por dos de sus lados ofreciendo abrigo. Aunque inicialmente el pórtico cubría el lado de la entrada, con posterioridad fue ampliado.
Los retablos que guarda en su interior pertenecen al templo primitivo y fueron proyectados por el relevante arquitecto vasco del barroco, Ignacio de Ibero, en el año 1731. Todos ellos están sin policromar a excepción del ornato situado alrededor de la hornacina central que está dorado y presenta cabezas de angelitos policromados. El retablo central está dedicado a San Martín de Loinaz y los de los laterales a los compañeros de martirio de San Martín, entre los que está Pablo Miqui.
Detrás de la basílica se ubica la ermita de San Martín de Loinaz, conocida como San Martin-txiki. Es el lugar que ocupaba el antiguo caserío Amunabarro y se trata de la antigua habitación donde nació Martín de Loinaz, que fue convertida en capilla por la gran afluencia de peregrinos que acudían al lugar, desde 1627. En la actualidad se trata de un pequeño oratorio con dos habitaciones interiores.