Departamento de Salud

Reducir el contagio de COVID-19 por el aire

Preguntas frecuentes acerca del nuevo coronavirus (COVID-19)

Ventila los espacios

El coronavirus se transmite principalmente por el aire. El riesgo de contagio aumenta en la distancia corta y en entornos cerrados y concurridos, especialmente mal ventilados.

Además, ese riesgo crece si se realiza ejercicio físico, se habla alto, gritar o canta. El riesgo de trasmisión en interiores es claramente superior frente a exteriores.

Ventilar es renovar el aire interior con aire exterior. Se puede realizar de dos maneras:

  • Ventilación natural: mejor si es cruzada, abriendo puertas y ventanas de lados opuestos.
  • Ventilación forzada: reduciendo al máximo la recirculación de aire interior. (Mantén en buenas condiciones los equipos de ventilación)

Recomendaciones generales para reducir la transmisión del SARS-CoV-2 por aerosoles

Las medidas de prevención para evitar la transmisión del virus SARS-CoV-2 deben seguir una estrategia combinada de medidas de protección, de forma que el uso conjunto de más de una medida permita alcanzar una mejor protección.

Encuentros al aire libreSiempre que sea posible, la opción más recomendable es realizar el mayor número de actividades al aire libre.

La reducción del riesgo de contagio en espacios cerrados se consigue reduciendo la emisión y la exposición a estos aerosoles.

La emisión se puede reducir:

  • Disminuyendo el aforo de los espacios.
  • Reduciendo las actividades en espacios interiores que aumentan la generación de aerosoles como hacer ejercicio físico intenso, hablar alto, gritar o cantar
  • Usando siempre la mascarilla en espacios donde concurran otras personas.
  • Ajustando la mascarilla de forma que cubra boca, nariz y mentón.

La exposición se puede reducir:

  • Utilizando la mascarilla bien ajustada.
  • Evitando en lo posible los ambientes interiores concurridos y mal ventilados o reduciendo el tiempo de permanencia en los mismos.
  • Manteniendo la distancia interpersonal.
  • Ventilando los espacios interiores.

En domicilios:

  • Ventila el domicilioVentila con frecuencia, y especialmente hazlo cuando acudan personas no convivientes habituales. El aire se renovará más rápido si abres puertas y ventanas en lados opuestos de la estancia (ventilación cruzada).
  • Utiliza también la mascarilla cuando convivas con personas de riesgo y cuando acudan personas no convivientes habituales.
  • Disminuye el tono de voz, evita cantar y hablar alto.

En vehículos particulares:

  • Si viajas con personas no convivientes habituales, además de usar la mascarilla, aumenta la ventilación exterior abriendo las ventanillas.
  • Evita la recirculación del aire en el interior del coche.
  • Disminuye el tono de voz, evita cantar y hablar alto.

La concentración de aerosoles en espacios cerrados dependerá en gran medida de las condiciones de ventilación, del número de personas y distancia que haya entre ellas, del tiempo de permanencia y del uso adecuado de mascarillas.

Las condiciones de temperatura y humedad relativa también han sido consideradas factores que influyen en la trasmisión del SARS-CoV-2. El virus es más estable a bajas temperaturas y los aerosoles respiratorios, como contenedores de virus, permanecen en suspensión más tiempo en el aire seco. La humedad relativa ideal para reducir la transmisión por aerosoles en ambientes interiores estaría entre el 40-60%, y la temperatura por encima de 21ºC.

La renovación necesaria del aire puede conseguirse con ventilación natural o mediante sistemas mecánicos de ventilación y climatización, que pueden incorporar sistemas de filtración de aire. Únicamente en los casos en los que no sea posible conseguir una tasa de ventilación adecuada estaría recomendado el uso de purificadores de aire.

Ventilación natural o mecánica

  • Si la ventilación es natural, se recomienda ventilación cruzada, es decir, abrir ventanas o puertas de paredes opuestas y repartir la misma apertura entre el mayor número de puntos posible.
  • Si la ventilación es forzada, se debe maximizar la entrada de aire exterior y evitar la recirculación del aire.
  • Para cualquier sistema de ventilación se aconseja una aportación mínima de aire exterior de 12,5 litros/segundo/ persona. Se recomiendan ventilaciones superiores cuando la actividad desarrollada implique una elevada emisión de aerosoles (ejercicio intenso, canto, etc…).
  • Evitar flujos de aire entre personas en ambientes interiores mal ventilados que pueden transportar aerosoles emitidos por personas infectadas
  • Los sistemas de ventilación y climatización deberán cumplir las recomendaciones de operación y mantenimiento de edificios y locales de la normativa vigente y las recomendaciones del Ministerio de Sanidad1 y las organizaciones profesionales.
  • La concentración de CO2 es un buen indicador de la tasa de renovación de aire en un espacio. Los medidores de CO2 pueden ayudar a comprobar si la ventilación es adecuada y deben utilizarse según el criterio de los técnicos de mantenimiento y las necesidades del local o edificio. En el exterior, las concentraciones de CO2 son de aproximadamente 420-450 ppm, aunque pueden variar de entornos urbanos a rurales. Se puede establecer un umbral de 800 – 1000 ppm de CO2 que no debería superarse como garantía de una buena ventilación. Si se utilizan equipos de medida de concentración de CO2 en el aire, deben estar calibrados y verificados y las mediciones deben realizarse por profesionales cualificados.

Retención de bioaerosoles y purificación del aire

Usar filtros de aire con la eficacia más alta posible asegurando el caudal de aire recomendado y según las especificaciones del sistema de ventilación.

Cuando no se puedan aplicar las medidas anteriores, se pueden utilizar sistemas de purificación autónomos con filtros HEPA2.

  • El uso de tratamientos germicidas para la inactivación de patógenos en bioaerosoles se podrá valorar de forma excepcional en ambientes interiores donde no se pueda ventilar, filtrar ni purificar el aire, y donde se generen situaciones con más riesgo de transmisión. No se usarán de forma generalizada y sólo pueden ser aplicados por profesionales y siguiendo las normas técnicas y las recomendaciones del Ministerio de Sanidad.

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