VI Congreso de Empleo 2023
Ponentes
José Antonio Marina Torres
Filósofo, escritor y pedagogo español. Catedrático excedente de filosofía en el instituto madrileño de La Cabrera y Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Huelva, ha obtenido numerosos galardones a lo largo de su trayectoria profesional.
Su labor investigadora se ha centrado en la elaboración de una teoría de la inteligencia que comience en la neurología y termine en la ética.
Su interés por la filosofía práctica le ha llevado a emprender diferentes proyectos educativos, sociales y empresariales, que son una muestra de lo que investiga y defiende en su obra escrita. Fruto de este interés, puso en marcha el movimiento de Movilización Educativa, y preside la Fundación Universidad de Padres, un conjunto de proyectos que incluye el Proyecto Centauro, entre otros. En el ámbito de la Fundación se han puesto en marcha proyectos como el de la revista Energía Creadora y Universo UP. Marina también dirige el Centro de Estudios en Innovación y Dinámicas Educativas.
Director de la Cátedra Universidad Antonio Nebrija sobre Inteligencia Ejecutiva y Educación, para estudiar el modo de generar talento. Es miembro del Comité Científico de la Fundación Alcohol y Sociedad.
En los últimos años ha experimentado una conversión. Después de viajar por la filosofía, la neurología, la lingüística, y la psicología, ha llegado al convencimiento de que para comprender los asuntos humanos es preciso conocer su historia, que, al fin y al cabo, es la experiencia práctica de la humanidad. Nuestro fundamental banco de datos.” Soy, pues, un recién convertido a ella. Miento. Me he convertido a un modo de aprovechar la experiencia histórica, a la historia vista desde el Panóptico. A lo que, en términos más académicos, denominaría “Ciencia de la evolución de las culturas”. Creo que puede permitirnos comprender el presente y ayudarnos a tomar decisiones acertadas para el futuro. Creo, también, que deberíamos introducirla como asignatura troncal en todos los niveles de la educación. Creo, por último, que nos libra de la superficialidad de las redes, de la petulancia del presente, y de la ebriedad de las propias evidencias”.