N.º 163, lunes 29 de agosto de 2011
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OTRAS DISPOSICIONES
Cultura
4116
RESOLUCIÓN de 28 de julio de 2011, del Viceconsejero de Cultura, Juventud y Deportes, por la que se incoa y se abre un periodo de información pública y audiencia a los interesados en el expediente de inclusión en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco, con la categoría de Monumento, de la Iglesia de San Juan Evangelista de Ziriano (Arrazua-Ubarrundia, Álava).
La Comunidad Autónoma del País Vasco, al amparo del artículo 148.1.16 de la Constitución y a tenor del artículo 10.19 del Estatuto de Autonomía, asumió la competencia exclusiva en materia de Patrimonio Cultural, en cuyo ejercicio se aprueba la Ley 7/1990, de 3 de julio, del Patrimonio Cultural Vasco que rige los procedimientos de declaración de bienes de interés cultural de la Comunidad Autónoma del País Vasco.
Visto el interés cultural que presenta la Iglesia de San Juan Evangelista de Ziriano y atendiendo a la propuesta de resolución presentada por los Servicios Técnicos del Centro de Patrimonio Cultural,
RESUELVO:
Primero.- Incoar el expediente de inclusión en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco, con la categoría de Monumento, de la Iglesia de San Juan Evangelista de Ziriano (Arrazua-Ubarrundia, Álava), conforme a la delimitación que figura en el anexo I, la descripción obrante en el anexo II y al régimen de intervenciones permitidas que concreta en el anexo III.
Segundo.- Abrir un período de información pública del expediente de inclusión en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco, con la categoría de Monumento, de la Iglesia de San Juan Evangelista de Ziriano (Arrazua-Ubarrundia, Álava) para que, durante el plazo de 20 días, contados a partir del día siguiente a la publicación de esta Resolución en el Boletín Oficial del País Vasco, se puedan efectuar las alegaciones y presentar la documentación que se estime oportuna, como previenen los artículos 84 y 86 de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, encontrándose el expediente de manifiesto en el Centro de Patrimonio Cultural Vasco, sito en la calle Donostia-San Sebastián, n.º 1, de Vitoria-Gasteiz.
Tercero.- Notificar la Resolución a los interesados, al Ayuntamiento de Arrazua-Ubarrundia y a los Departamentos de Euskera, Cultura, y Deporte y Medio Ambiente y Urbanismo de la Diputación Foral de Álava, así como al Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, a fin de que en el plazo de quince días desde la notificación puedan alegar y presentar los documentos y justificaciones que consideren pertinentes.
Cuarto.- Publicar la Resolución en el Boletín Oficial del País Vasco y en el BOTHA para su general conocimiento.
En Vitoria-Gasteiz, a 28 de julio de 2011.
El Viceconsejero de Cultura, Juventud y Deportes,
ANTONIO RIVERA BLANCO.
ANEXO I
Delimitación
a) Descripción de la delimitación.
La delimitación incluye, por un lado, al propio edificio en sí y, por otro, al entorno que lo circunda. Así, el área queda definida por los siguientes límites: al N una línea paralela a la fachada trazada a 30 m de distancia; al E una línea paralela a la fachada trazada a 30 m de distancia; al W una línea paralela a la fachada trazada a 30 m de distancia y, finalmente, al S una línea paralela a la fachada trazada a 30 m de distancia.
b) Justificación de la delimitación.
La delimitación propuesta viene justificada por la necesidad de preservar los valores ambientales y visuales de la Iglesia de San Juan Evangelista en Ziriano. Esta delimitación, necesaria para la debida protección y puesta en valor del bien, implica la protección de los espacios adyacentes a la iglesia, ocupados por los terrenos y el acceso al edificio, a fin de preservar el carácter propio de la iglesia. Por ello, esta delimitación incluye no sólo la edificación de la iglesia propiamente dicha sino también el entorno que la rodea.
ANEXO II
Descripción
La iglesia de San Juan Evangelista de Ziriano auna al interés histórico-arquitectónico de la edificación, el interés artístico de las pinturas de las bóvedas, muestra bastante expresiva de la pinceladura alavesa del XVI, y del Retablo Mayor de San Juan Evangelista del XVII diseñado específicamente para su ubicación, y que se debe considerar un elemento intrínsicamente unido a la iglesia. También los retablos barrocos del crucero dedicados a la Virgen del Rosario y San Prudencio, y los colaterales de la nave de San Antonio Abad y San Isidro forman un conjunto significativo vinculados a ésta, que se completa con algunas pinturas muebles de diferentes calidades relacionadas en esta descripción. Todos estos elementos confieren a esta iglesia un evidente interés histórico-arquitectónico y artístico.
1.- Descripción de la edificación.
En el exterior la fábrica es de mampostería combinada con sillería en los esquinales, vanos y contrafuertes. Presenta un pórtico sencillo, al Sur. La portada es adintelada con decoración sobre el dintel simulando dovelas y flanqueada por pilastras de las que sólo queda la basa y el capitel. El entablamento está oculto en buena parte por la techumbre del pórtico. Al Sur se adosa la casa cural, hoy arruinada. La torre está situada al Suroeste, es de planta cuadrada con remate en seis arcos de medio punto para el cierre del cuerpo de campanas.
Es un templo con planta de cruz latina, la nave tiene dos tramos y la cabecera es plana. Se cubre con bóvedas de terceletes y combados, del siglo XVI, apeadas en medias columnas. En el brazo del crucero correspondiente a la epístola se abre un ventanal en arco de medio punto moldurado, que enmarca un hueco germinado de arcos trilobulados con tracería. Los brazos del crucero son cortos y se cubren asimismo por bóvedas nervadas. Tiene también un coro alto a los pies del templo, bastante rústico. La sacristía es del siglo XVI, se cubre igualmente por medio de una bóveda de terceletes y combados.
2.- Pinturas murales y retablos.
En el interior de la iglesia, las bóvedas de la nave central, tanto en la de la cabecera (que cubre cabecera y presbiterio) como las que cubren los dos tramos de la nave se decoran con pinturas al temple, gran parte de las cuales corresponden a la manifestación artística denominada «Pinceladura del XVI», que se desarrolla en los paramentos y bóvedas de edificios religiosos de ese siglo, y que tuvo una amplia difusión en el territorio alavés.
Se trata de finas policromías, sobre todo las del primer tramo (cabecera), que decoran la plementería entre los nervios de los terceletes de las bóvedas. En este primer tramo aparecen diversos motivos platerescos: amorcillos y niños desnudos saliendo de jarrones, guirnaldas y tallos curvos, además de motivos geométricos; y en los extremos la representación de los cuatro doctores de la iglesia. En las claves figura en la central San Juan Evangelista y en las demás flores y estrellas.
El tramo central presenta decoración de similar estilo, con figuras femeninas y hombres alados, aves y cabezas de animales fantásticos, mientras que en la clave central se representa el Padre Eterno y el resto de las claves se decora de forma análoga a las del primer tramo.
El tramo de los pies que cubre la parte del coro se decora con policromías de inferior calidad que se han datado en el siglo XVII y presenta motivos geométricos con recuadros a modo de casetones; y en este caso, en los extremos figuran las pinturas de cuatro apóstoles en marcos avolutados. En la clave central de la bóveda se representa un cáliz enmarcado en inscripción en latín.
Las claves de las bóvedas del crucero se decoran con diversos motivos como rosetas, escudos, motivos simbólicos e instrumentos de la pasión y las de la sacristía con flores y rosetas.
Dentro del conjunto de Bienes Muebles vinculados a la iglesia destaca el Retablo Mayor de San Juan Evangelista datado en la segunda mitad del siglo XVII. Se trata de una pieza que ocupa toda la cabecera de la iglesia en madera policromada y dorada que consta de banco, dos cuerpos con tres calles, marcada la división por columnas pareadas de orden corintio; y el ático con frontón curvo. En la escultura del retablo trabajaron varios escultores entre ellos Antonio de Alloitiz, mostrando algunas de las esculturas claro influjo de la escuela de Gregorio Fernández.
En el banco no se conservan ninguno de los relieves ni la puerta del sagrario que ocupa la parte central del mismo. En el primer cuerpo, en la calle central, se ubica la imagen de San Juan Evangelista, titular del templo y sobre este en el segundo cuerpo se encuentra la talla de la Inmaculada. En el ático se representa el calvario flanqueado por grandes formas avolutadas.
En las calles laterales, en primer cuerpo figuran los relieves de la Flagelación y el Martirio de San Juan, y en el segundo la Anunciación y Visitación. En los brazos del crucero se ubican los retablos barrocos del XVIII de la Virgen del Rosario y San Prudencio, cuyas mazonerías son obra de Martín de Luzuriaga y que presentan banco, cuerpo único flanqueado por salomónicas- con escultura de la Virgen del Rosario en un caso y lienzo con pintura de San Prudencio en el otro-, y ático con pintura y abundante decoración de motivos vegetales y florón de remate.
Por otra parte, a ambos lados de la nave de la iglesia se encuentran los retablos de San Antonio Abad y San Isidro de la segunda mitad del XVIII. Son marcos rectangulares decorados con rocalla que rematan con frontón partido con jarrón en el centro, y presentan representaciones pictóricas de los titulares. Dentro de la iglesia en el lado derecho se encuentra el púlpito con baranda de hierro y guardavoz en madera rematado por escultura.
Además hay varias pinturas en óleo casi todas del XVII y XVIII y de diferentes calidades que se relacionan a continuación:
- Las dos Trinidades
- San Jerónimo
- San José con el niño
- Santa Coleta
- Santa María Magdalena renunciando a sus joyas
- San Agustín
- San Ambrosio
- San Gregorio
- La Educación de la Virgen
- Alegoría de San Ignacio de Loyola
ANEXO III
Régimen de Actuación para Pinturas Murales y Retablos
1.- El objeto de todas las intervenciones directas o indirectas sobre las pinturas murales y retablos debe de ser su preservación y transmisión integra al futuro. Se deberá dar prioridad a la conservación preventiva sobre las intervenciones directas, poniendo las condiciones precisas para evitar alteraciones y frenar su deterioro.
2.- Las actuaciones físicas se limitarán a lo estrictamente necesario para una adecuada conservación, o cuando por su estado resulte imprescindible para su comprensión y transmisión. Así, el criterio de actuación debe tender a la mínima intervención posible, evitando cualquier alteración de las características de las pinturas o retablos, así como el tratamiento excesivo o riesgo de invención o interpretación, respetando la historicidad de la obra.
3.- Toda intervención directa en las pinturas y/o retablos deberá estar sujeta a los principios de legibilidad y reconocimiento de las actuaciones, reversibilidad, compatibilidad y estabilidad. Previamente a la aplicación de cualquier tipo de tratamiento o método conservativo o restaurador se deberán llevar a cabo las correspondientes pruebas preventivas a fin de comprobar su inocuidad y efectividad. En la realización de las pruebas analíticas, los muestreos se limitarán a lo estrictamente necesario para la realización de las pruebas y se efectuarán en las partes menos visibles de la obra.
4.- Se procurará el mantenimiento adecuado y regular de la edificación, y para cualquier intervención en ésta se deberán tener en cuenta las características especiales de las pinturas murales con el fin de preservarlas. En este sentido, se contemplará en el proyecto de intervención correspondiente la colaboración y el asesoramiento de técnicos especialistas en conservación y restauración de pinturas murales de forma que se garantice la aplicación de medidas adecuadas para la protección de las pinturas, y minimizar el riesgo de afección a las mismas. Asimismo, en el caso de los retablos se tomarán las precauciones necesarias para evitar afecciones.
5.- Las actuaciones de intervención directa deberán ir precedidas de un proyecto técnico de intervención realizado por profesionales especialistas en la materia. Una vez finalizada la intervención se deberá realizar una memoria de la actuación con el fin de dejar constancia y documentar el proceso de la intervención.
6.- Las pinturas murales deberán permanecer «in situ» y el arranque y traslado de las mismas únicamente será justificable en casos extremos, cuando todas las posibilidades de aplicación de tratamientos «in situ» no sean viables. Sí se diera este caso, las decisiones relativas a los arranques y traslados deberán ser tomadas por un equipo de profesionales especialistas en la materia y las actuaciones irán precedidas del correspondiente proyecto técnico de intervención.
En el caso de los retablos y pinturas muebles, únicamente se permitirá su traslado total o parcial si se diera el caso de no existir las mínimas condiciones para su adecuada preservación, por necesidades derivadas de los trabajos de restauración que deban realizarse en el retablo, o para exposiciones temporales, siempre que se garanticen las medidas de conservación, traslado y exposición adecuadas.
(Véase el .PDF)