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Todas las religiones operan con símbolos, con mitos y con ritos. Símbolo es toda representación de una realidad ausente, no inmediatamente aprehensible por los sentidos. En la medida en que el ser humano, desde una perspectiva religiosa, cree en seres sobrenaturales e invisibles, no tiene otro remedio que representárselos mediante símbolos. Cada cultura y, por tanto, cada religión tiene su propio sistema simbólico. Los símbolos son vitales para la religión y para la cultura porque ayudan a mantener sus instituciones y a transmitirlas a otras generaciones, es decir, a pactar un contexto de comunicación y de sentido; dado que no se limitan sólo al mundo de los hechos, sino también al de los valores, el símbolo no se limita a ordenar e interpretar lo que se es, sino que también sugiere lo que debe ser.

Los mitos son narraciones que tratan de explicar tanto el origen como la finalidad o el sentido del mundo y del ser humano. Mito y rito forman conjuntamente la unidad estructural mínima de que están hechas las religiones. El lenguaje de las religiones es consciente de su carácter mítico-simbólico, de tal modo que la eliminación de los mitos y de los símbolos pondría en cuestión el juego lingüístico y de significados de las religiones; este lenguaje mítico-simbólico cumple la función de enlazar lo sagrado extratemporal con el transcurso de la historia real y también con el momento presente.

Teniendo en cuenta lo anterior, es quizás el momento de trabajar conceptos de fenomenología de la religión, que caracteriza lo religioso por lo sagrado o el misterio, lo que, a su vez, puede servir de introducción al estudio filosófico de la religión, así como a la consideración del influjo de la religión en concepciones filosóficas, tanto aquellas más compenetradas con la religión (Kant, Hegel...), como aquellas otras más críticas y que ha buscado explicaciones antropológicas e irreligiosas en el origen y persistencia de la religión (Marx, Freud, Nietzsche...).

Finalmente, a través de un estudio tipológico de las religiones se pretende un reconocimiento de las características, símbolos y hechos fundamentales de las grandes religiones (cristianismo, hinduismo, budismo, judaísmo e islamismo) y, especialmente, si es capaz de establecer las semejanzas y diferencias básicas que existen entre ellas, sobre todo en lo referente a sus ideas sobre lo sagrado, a sus ritos y símbolos característicos y a su interpretación del ser humano.

1. ¿ El misterio y lo sagrado. Lo sagrado y lo profano. El sentido de lo transcendente.

2. ¿ La peculiaridad del uso religioso del lenguaje: símbolo y mito. El rito como acción sagrada.

3. ¿ Tipología de las religiones. Características, símbolos y hechos básicos.

4. ¿ Religiones con libro sagrado. La revelación.

5. ¿ La religiosidad como generadora de manifestaciones culturales, espirituales y filosóficas.

6. ¿ La razón y la fe. Teísmo, agnosticismo, fideísmo, ateísmo. Teología y mística.

Cuando se define el hecho religioso como un fenómeno sociocultural, se hace referencia a la idea de que presenta un sistema de valores y creencias en virtud de los cuales los seres humanos se orientan en su mundo real. Los modelos específicos de interacción social, basados en creencias religiosas, dan lugar a la existencia de funciones sociales de la religión.

A través de este bloque se pretende reconocer la enorme influencia que lo religioso ha tenido y, en muchos casos, sigue teniendo, en las estructuras y prácticas sociales, así como en sus muestras artísticas y culturales. Así mismo, y a la inversa, situar el fenómeno religioso como un hecho social y cultural, que evoluciona y se adapta a las culturas y sociedades en las que se integra y de las que recoge costumbres, prácticas y valores.

Otro aspecto que es preciso considerar en este bloque será la distinción entre códigos éticos y religiosos. La religión, al prescribir normas de conducta moral, tiende a identificarse con la ética. Las religiones que tienen gran influencia sobre el comportamiento humano individual y el orden social en general, han sido llamadas religiones éticas o morales. En este apartado se trata de exponer en qué coinciden y se diferencian, dentro de ese marco general de relaciones mutuas entre religión y ética, la conducta ética y el comportamiento religioso.

A la sociedad moderna occidental suele calificársele de secularizada, entendiéndolo como al emancipación de amplias áreas sociales (la política, el arte, la moral pública, la educación, las ideologías) respecto a la tutela de lo religioso. Junto con la secularización, se produce el laicismo, entendido como proceso por el que el Estado adquiere autonomía respecto de las religiones. La consecuencia de esta progresiva secularización y laicismo de la sociedad occidental acarrea la crisis de las religiones.

Sin embargo, el proceso descrito no ha erradicado las necesidades religiosas de los seres humanos, de tal manera que como consecuencia se está produciendo una nueva erupción de nuevas formas religiosas. En al sociedad actual no sólo es posible creer y no creer, sino también creer de diferentes maneras, de forma que hoy lo sagrado y lo religioso presenta innumerables rostros y manifestaciones.

Así mismo, hay una serie indefinida de productos sociales que constituyen sustitutivos y equivalentes funcionales de la religión tradicional, que se concreta en prácticas y experiencias místicas, ocultistas, mágicas o en el cultivo de una especie de sincretismo religioso que configura una variada oferta espiritual que rinde culto a la salud, al deporte o a la naturaleza. Todas estas religiones privadas, donde cada uno practica un sincretismo a su modo de entender, con la correspondiente subjetivización de lo religioso, se ha expresado en su mercantilización en un contexto de pluralismo cultural.

Finalmente, será preciso valorar la importancia de mantener actitudes de tolerancia y respeto hacia los comportamientos y posturas personales ante el fenómeno religioso y ante la pluralidad de opciones, creencias y actitudes hacia el mismo, reconociendo esta libertad religiosa como una avance social importante en si misma, con independencia del carácter laico y neutral que deben mantener el Estado y las instituciones públicas.

1. ¿ Dimensión de la religiosidad en la estructura social y la historia humana.

2. ¿ La crisis de las religiones: secularización, laicismo... Religiones profanas (esoterismo, movimientos milenaristas, la música, el deporte, el culto al cuerpo...)

3. ¿ Nuevas manifestaciones de la religión: Movimientos religiosos en el siglo XX.

4. ¿ Ética y religión: Identificación de una y otra realidad. Ética religiosa y ética laica.

5. ¿ Política y religión. Relaciones Iglesia-estado. Libertad religiosa, tolerancia y fundamentalismo. El diálogo religioso.