ETAPA 1: LOIOLA • ZUMARRAGA

Una torre de ascendiente oceánica

La vieja torre de los Legazpi, linaje de Parientes Mayores que militó en el bando Oñacino durante la endémica Guerra de Bandos que ensangrentó el territorio guipuzcoano entre los siglos XIV-XV, acabó a partir de 1456 desmochada y su señor, don Pedro de Legazpi, desterrado. A partir de su regreso, entre fines del siglo XV y principios del XVI se debió reconstruir el edificio, adquiriendo su actual fisonomía. En esta casa-torre nació hacia 1502 Miguel López de Legazpi, personaje que haría que su apellido conociera una expansión oceánica y una trascendencia histórica internacional. Siendo un hijo segundón fue encaminado a realizar estudios de jurisprudencia que le valieron para ejercer cargos en el consistorio de Zumarraga y el de escribano en la Alcaldía Mayor de Areria. Tras la muerte en 1527 de su padre, a quien le sucedió su hijo mayor en la posesión de la torre, Miguel López de Legazpi decide trasladarse a Nueva España, llegando en 1528 a México, donde fue ascendiendo en el escalafón de los cargos administrativos que iría ocupando, llegando a ser alcalde de la ciudad. El ejercicio de estos cargos, junto con sus negocios particulares hicieron que alcanzara un estatus de vida acomodado. Casado con Isabel Garcés (1532) serían padres de nueve hijos e hijas.

En 1561 el virrey le nombró almirante de la expedición que estaba organizando para la conquista de las Filipinas. La expedición compuesta de cinco embarcaciones zarpó el 21 de noviembre de ese año a donde llegaron el 15 de febrero de 1565. Andrés de Urdaneta (Ordizia, 1508) que había navegado con Elkano en la expedición a las Molucas de Loaisa (1525-1536), siendo por entonces fraile agustino en México, embarcó en calidad de piloto de la expedición. El 1 de junio Urdaneta emprendió el regreso llegando a Acapulco el 8 de octubre. Quedaban así demostradas sus teorías sobre la circulación general de los océanos y abiertas sus puertas a la navegación. Su ruta sería utilizada durante tres siglos por el Galeón de Manila que unía México con Filipinas. Mientras tanto, Legazpi se dedicó a la conquista de las Filipinas donde fundaría las ciudades de Cebú y Manila, proclamada capital del archipiélago, donde fallecería en 1572.

De torre defensiva a palacio rural

Enclavada en el arranque de una ladera, actualmente frente a la estación de Zumarraga del Ferrocarril del Norte, a pesar de constituir un único edificio exento de planta rectangular, dotado de planta baja, dos alturas y cubierta a dos aguas con caballete perpendicular a la fachada principal, destacan dos partes claramente diferenciadas, construidas, una en piedra y la otra en ladrillo.

Se conserva parte de la primitiva casa-torre desmochada construida en mampostería de arenisca, reservando la sillería únicamente para recercos y esquinales. Corresponde a la mitad trasera del actual edificio. En su mitad delantera conserva el muro del antiguo patio de armas al que se accede a través de una portada dovelada de arco gótico, coronada por un escudo de armas renacentista perteneciente a los Arriaran, ya que el sobrino de Miguel López de Legazpi renunció a su primer apellido materno tomando el nombre de Juan Martínez de Arriaran Gauna para así poder heredar el señorío de Arraya de su abuelo. La estructura pétrea del patio de armas soporta el añadido del siglo XVI que presenta aparejo de ladrillo y entramado de madera. Esta ampliación que cierra el antiguo patio de armas se construyó para ampliar el espacio de la antigua torre, que, definitivamente, se transformó en un palacio rural, rodeado de terrenos ajardinados. La segunda altura de esta ampliación está ligeramente volada, soportada mediante tornapuntas.

Compartir en