Pirineo: historia de la piedra
Pirineo: historia de la piedra
Volver | Ficha de la ruta | Recorrido: Sara, Donibane-Garazi
Ficha de la ruta
Iparralde se extiende desde las altas montañas hasta llegar al nivel del mar.
Behenafarroa es el corazón de Iparralde, un corazón joven que palpita bajo la tierra de sus antepasados.
Sus pueblos son mezcla de mitología y de modernidad. Las calles alineadas, limpias y bien cuidadas comparten escenario con casas de piedra rosacea y tejados de pizarra evocadoras de hermosas descripciones de las costumbres y de la historia del país.
Y entre todos, uno de los pueblos mas hermosos del Pirineo: Sara. Su plaza y la iglesia de San Martín son el centro de una vida cotidiana que huele a pastel vasco, a día de fiesta y deporte rural. Límite fronterizo, esconde senderos y una cueva con la que comparte nombre y significado. Una entrada de cincuenta metros de ancho por quince de altura nos da paso a una gran sala y numerosas galerías que abrigaron las noches e inviernos de muchos hombres y mujeres prehistóricos a finales del paleolítico.
Al pie del puerto de Roncesvalles nos recibe Donibane Garazi. Dinteles decorados, arcos mítrales en las puertas de la muralla y una ciudadela desde la que admirar la magnífica panorámica de las montañas que la rodean.
Mapa e indicaciones de la ruta
Cómo llegar a Sara
Ver mapa
- Desde Vitoria:
- 160 Kms
- E-80/N-1, N-10 y D-918
- Desde Bilbao:
- 143 Kms
- E-70/A-8, N-10 y D-918
- Desde Donostia:
- 47 Kms
- N-10 y D-918
- Desde Pamplona:
- 84 Kms
- NA-30, N-121A y D-406
Sara
Sara es un pueblo de Iparralde que destaca por la calidad de su arquitectura y porque allí se encuentran unas cuevas cuya entrada, 50 metros de ancho por 15 de altura, es la más grande del País Vasco. Con una gran sala y tres pisos de galerías profundas, estas cuevas eran el refugio ideal para los hombres y mujeres prehistóricos que se instalaron en ellas a finales del paleolítico, en el perigordiense superior, hace 20.000 años. También han servido de refugio a lo largo de toda la historia, sobre todo durante las guerras carlistas. El valioso yacimiento prehistórico descubierto a finales del siglo pasado quedó destruido después de la primera guerra mundial en un intento de acondicionamiento turístico. No obstante, el lugar conserva un interés geológico.
Galería fotográfica
Donibane-Garazi
Donibane-Garazi está al pie del puerto, es uno de los lugares más entrañables del País Vasco. Presenta una gran unidad arquitectónica caracterizada por cuidadas casas de piedra rosa y una ciudadela que muestra el admirable panorama montañoso que la rodea. Fue fundada a finales del siglo XII, en tiempo de los últimos reyes navarros quienes la consideraban "la llave de su reino".
De esta época, anterior al siglo XVI, quedan pocos vestigios: una parte de la muralla con sus puertas de arcos mítrales, los yuxtapuestos a la Iglesia de Nuestra Señora, cuya construcción comenzó con la fundación de la ciudad, el pórtico románico y algunos elementos de la Iglesia de Santa Eulalia, situada extramuros, así como la sala abovedada con crucero de ojivas del edificio denominado "Cárcel de los Obispos".
Donibane-Garazi era lugar de paso obligado de la gran ruta jacobea procedente de Ostabat.
En poco más de una hora se pueden recorrer andando las pronunciadas callejuelas del Casco Medieval de Donibane-Garazi. Se trata de calles alineadas, limpias, bien cuidadas que descienden escalonadamente hacia el río. Las casas son de piedra, con un pintoresco primer piso de entramado aparente color rojo y con los marcos de puertas y ventanas de arenisca rosa. En los dinteles están grabados la fecha de construcción, casi todas de los siglos XVII y XVIII, y los nombres de los constructores.
Las casas de la calle de la ciudadela, que corona la colina junto al centro de la ciudad, están construidas en piedras de sillería de distintos colores, predominantemente el rojo. Los dinteles de las casas están adornados con dibujos geométricos o símbolos religiosos.
Prisión de los ObisposLa Prisión de los Obispos funcionó como tal en el siglo XIX. No obstante, la existencia de un calabozo en la sala gótica subterránea, no impide pensar que en ella fueran encarcelados algunos salteadores de caminos. Conserva la entrada empedrada con guijarros, las celdas, y la estancia del cuerpo de guardia. Por una escalera se llega a una sala subterránea con bóveda ojival.
En lo que a las murallas se refiere, frente al Ayuntamiento, de estilo Luis XIV, se encuentra el portal de Navarra, impresionante puerta remachada con cerraduras y cerrojos.
Cruzando la puerta, a mano izquierda y desde un patio, se sube una escalera que lleva al camino de ronda que recorre las murallas.
En esta localidad también se visita la Iglesia de Nuestra Señora, de estilo gótico, quizás inspirada en la Catedral de Bayona. Su fachada y su pórtico fueron destruidos y reconstruidos en el siglo XVII. Esta iglesia, apoyada contra la torre de la puerta que protege el puente y forma parte de la muralla, tiene un aspecto macizo que le da un aire más militar que religioso.