Costa oriental: Siguiendo el olor del mar
Costa oriental: Siguiendo el olor del mar
Volver | Ficha de la ruta | Recorrido: Aia, Hondarribia, Zarautz
Ficha de la ruta
Cada uno de los plieges del Parque Natural de Pagoeta esconde una sorpresa: dos molinos, una ferrería y un horno de calcinación pueden ser visitados tras realizar un refrescante paseo por las más de 8.000 hectáreas de las que consta este enclave natural.
Ruta de contrastes, dejamos el verde de los bosques para disfrutar de la brisa y del azul del mar.
En Zarautz, el Palacio de Narros se resiste a olvidar su pasado señorial. Esta población costera, siempre abierta a la vida del mar, es hoy en día mezcla de antiguas calzadas por las que caminaron peregrinos a Santiago ya en el s. X, iglesias, casas-torre góticas y modernidad.
El fronterizo río Bidasoa nacido en los montes de Navarra, discurre por campos y colinas hasta llegar a la Bahía de Txingudi. En las orillas de esta bahía se encuentra Hondarribia, volcada hacia el mar y al abrigo del monte Jaizkibel.
Hondarribia, lugar bellisimo cargado de historias, villa defensiva, cuyo casco histórico ha sido declarado Monumento histórico artístico por su riqueza monumental. Por sus calles empedradas sobresalen aleros tallados, escudos y balcones de hierro forjado. Rodeada de murallas, fue escenario de acuerdos y tratados históricos de gran importancia.
Mapa e indicaciones de la ruta
Cómo llegar a Aia
Ver mapa
- Desde Vitoria:
- 73 Kms
- E5/N-1, N-240A, NA-120, GI-120
- Desde Bilbao:
- 134 Kms
- E-5/AP-68, N-622, E5/N-1, N-240A, NA-120, GI-120
- Desde Donostia:
- 56 Kms
- E-80/N-1, GI-120
- Desde Pamplona:
- 55 Kms
- A-15, N-240A, NA-120, GI-120
Aia
En Aia, la visita engloba el Parque Natural de Pagoeta, una extensión de 8.394 hectáreas entre los ríos Urola y Oria. Este parque consta de dos molinos, una ferrería y un horno de calcinación de singulares características, elementos, todos ellos, recientemente restaurados.
La ferrería es la mejor conservada entre sus homónimas y según fuentes documentales ya funcionaba en la primera mitad del siglo XVI. Constituye un magnífico ejemplo del racionalismo aplicado a los ingenios mecánicos destacando por su monumentalidad y originalidad tipológica.
Situada en la confluencia de tres pequeños arroyos, aprovecha la escasa potencia hidráulica mediante cinco tomas de agua. Las informaciones arqueológicas obtenidas en esta ferrería constituye la referencia principal de las investigaciones arqueológicas sobre la siderurgia preindustrial del País Vasco.
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Hondarribia
Hondarribia es la segunda villa de Gipuzkoa que recibe el Fuero. Su ubicación estratégica, su importancia como plaza fuerte y el desarrollo de sus sistemas defensivos confieren a esta villa, posteriormente ciudad, un carácter excepcional. Su construcción se relaciona con el control del Bidasoa, límite fronterizo del reino castellano desde 1.200, destinándose gran cantidad de recursos a su construcción hasta convertirla en plaza militar destacada. En el casco de Hondarribia, por tanto, la evolución urbanística, tanto en época medieval como moderna, ha estado condicionada a las murallas. Su historia está jalonada de sucesivas reconstrucciones debidas a incendios y a los diversos asedios a que fue sometida. En 1.794 se produjo la destrucción de sus fortificaciones y la pérdida definitiva de plaza fuerte. Las murallas fueron reparadas por los Reyes Católicos y el emperador Carlos V. El puerto está situado fuera del perímetro amurallado y el Casco Histórico sigue el esquema de los campamentos militares, tiene cinco calles rectas y paralelas y otra transversal que corta las anteriores. El crecimiento de la ciudad, ceñido al marco de las murallas, hace que las casas se dispongan en solares estrechos y alargados, típicos del urbanismo medieval. Lo más característico de estos edificios es el escalonamiento de sus aleros, en un intento de ganar superficie en las plantas altas.
Declarado Monumento histórico artístico, el recinto amurallado guarda en su interior una gran riqueza monumental. La calle Mayor, calle Pampinot, plaza de Armas, calle San Nicolás etc., están jalonadas de casa típicas y bellos palacios. Es obligada la visita a Zuloaga-Etxea del siglo XVII y barroca, a las Iglesias de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano y al Castillo de Carlos V.
La Puerta de Santa María es la entrada principal de la ciudad, la única que se conserva ya que las otras dos que existían fueron destruidas por el ejército francés en 1.795. En su parte superior destaca el escudo de armas de la ciudad.
La Iglesia Nuestra Señora del Manzano, del siglo XVI, es un edificio gótico situado en la parte más elevada de la población. Tiene planta de cruz latina, tres naves con crucero y tres ábsides poligonales. El primitivo retablo, obra de Iriarte de finales del siglo XVI, fue sustituido por un retablo neoclásico y éste, a su vez, por el actual, de estilo neogótico. Una serie de relieves y figuras del retablo de Iriarte pueden verse en la sacristía y por lo demás, la iglesia presenta otros retablos barrocos.
Otro de los magníficos monumentos de Hondarribia es el Palacio Carlos V, sobrio edificio del siglo XVI construido en piedra oscura cuya fachada principal es lisa y con predominio del muro realizado en sillar. El castillo tiene una estructura cuadrangular y destaca la portada, reducida en dimensiones, pero de gran belleza.
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Zarautz
La Villa de Zarautz, fundada en el siglo XIII mantuvo el patrón urbano con sucesivas ampliaciones hasta el siglo pasado. A partir de ese momento vivió una fase de expansión del tipo de ciudad-balneario.
Como testigo del nacimiento de la villa sólo permanece el Palacio de Narros, monumento principal del lugar por su vinculación histórica al mismo, ya que está levantado sobre la torre de los Zarauz, parientes mayores cuya presencia en esta población parece anterior a la fundación de la villa. Este palacio, renacentista del siglo XVI en su mayor parte, se apareja en arenisca excepto el escudo que es de caliza. La fachada principal, en cuya moldura aparece un reloj de sol, se orienta a un jardín de tipo inglés realizado en el siglo XIX. Fue residencia veraniega de Isabel II.
La Torre Luzea de Zarautz es el mejor ejemplo del gótico civil de Gipuzkoa. Construida en piedra de sillería consta de cuatro alturas, cubierta a cuatro aguas y aparejo de sillería. La fachada principal es la más interesante, proporcionada y singular. En la planta baja muestra un acceso en arco apuntado y adovelado. La restauración llevada a cabo ha respetado el interior del monumento en el que se conservan valiosas pinturas del siglo XVI.