A través de las Encartaciones: Encrucijada de caminos
A través de las Encartaciones: Encrucijada de caminos
Volver | Ficha de la ruta | Recorrido: Muskiz, Sopuerta, Balmaseda, Zalla, Güeñes
Ficha de la ruta
El paraje natural ha sabido salvaguardar la riqueza del lugar.
Sus límites con Burgos, Alava y Cantabria la han convertido en una encrucijada de caminos durante siglos. La rica historia de las Encartaciones ha dejado tras de si un variado patrimonio como herencia de su pasado.
Nos encontramos caminos que atraviesan valles, ríos, cuevas, prados y como no, minas de hierro de gran calidad que favorecieron el establecimiento de ferrerías como la de Bolumburu y sobre todo la del Pobal, donde aun hoy en día toda la maquinaria se pone en marcha para mostrar tan ancestral labor.
En Sopuerta, el museo de la Casa de Juntas de Avellaneda recupera el viejo caserón renacentista donde se debatían los asuntos referidos a los pueblos encartados y nos lleva de la mano a través de su historia y sus costumbres.
Balmaseda, capital de Las Encartaciones, conserva magníficas casas palacio, plazas, iglesias y conventos que cobijaron a comerciantes, aventureros y peregrinos.
Mapa e indicaciones de la ruta
Cómo llegar a Muskiz
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- Desde Vitoria:
- 85 Kms
- N-622, E-5/AP-68 y E-70/A-8
- Desde Bilbao:
- 24 Kms
- E-70/A-8
- Desde Donostia:
- 118 Kms
- E-70/A-8
- Desde Pamplona:
- 174 Kms
- A-15, N-240A, E-5/N1, N-622, E-5/AP-68 y E-70/A-8
Muskiz
El Castillo de Muñatones en Muskiz, una de las fortalezas más sobresalientes de Bizkaia, fue construido a mediados del siglo XV por el cronista Lópe García de Salazar.
El castillo, como la mayoría de los castillos medievales vascos, nace desde un núcleo central, desde una torre-fuerte cúbica, almenada, muy hermética, que se rodea de un recinto amurallado rectangular con un cubo en cada ángulo y una torre cuadrada en dos de sus lados a modo de entrada. A través de este acceso nos introducimos en la segunda línea de defensa, almenada, que da paso a la torre propiamente dicha y cuya estructura es la de un fuerte cubo vertical de planta cuadrada. Se conservan la torre, recintos y algunos de los cubos de la barbacana exterior. Sobre el acceso principal, en el segundo recinto, aparecen los blasones de los linajes Muñatones, Salazar y Butrón.
La torre es uno de los edificios que más guerras de bandos ha conocido. La inseguridad de aquellos tiempos debió aconsejar la necesidad de un foso, medio allanado en la actualidad y la necesidad de un puente levadizo, mecanismo de defensa poco frecuente en las torres-fuertes de Bizkaia.
En Muskiz también se encuentra la Ferrería del Pobal del siglo XV, monumento que actualmente está en obras para hacer de él un museo.
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Sopuerta
La Casa de Juntas de la Avellaneda, en la actualidad Museo de las Encartaciones, es una casa-torre en la que las dos primeras alturas de la fachada mantienen la estructura del siglo XVII; el resto es una reconstrucción llevada a cabo por Eugenio María de Aguinaga (1942-1953) en el siglo XX. Presenta planta cuadrada y remate almenado. Está compuesta de sótano (antigua cárcel), planta baja y dos alturas. En la fachada principal emerge el escudo de las Encartaciones fechado en 1.635. El edificio combina la sillería con mampostería bien recuadrada.
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Balmaseda
Balmaseda, capital de Las Encartaciones, fue fundada en 1.199 por Lópe Sánchez de Mena, Señor de Bortedo. Es la fundación urbana documentada más antigua de Bizkaia. Ha sido siempre una zona de paso. En la época de los romanos había una calzada que unía la Meseta con los puertos cantábricos, por lo que antes de su fundación ya registraba una importante actividad comercial. El tránsito comercial impulsó el crecimiento y desarrollo urbano lo que favoreció la creación de un asentamiento judío en el arrabal de la villa. Además, constituyó un importante hito vizcaíno en la ruta de la peregrinación jacobea que enlazaba la costa con el gran camino compostelano.
Balmaseda fue villa caminera con cerca que delimitaba un amplio espacio dominado por el castillo y únicamente urbanizado en la zona baja, junto a la ribera. En la actualidad se conserva el trazado medieval consistente en cuatro calles cruzadas por tres cantones.
La tipología constructiva predominante es, en su mayor parte, del siglo XIX: casas medianeras con planta baja y dos o tres alturas, algunas de las cuales presentan modelos de arquitectura cultas neoclásicas y eclécticas. En el denominado Puente Viejo, emblema de Balmaseda, se conserva uno de los antiguos portales de la Villa. Este puente medieval de tres arcos y provisto de torreón constituye, junto con la iglesia de San Severino, el elemento histórico-artístico más antiguo y sobresaliente de este casco histórico.
La Iglesia de San Severino, edificada presumiblemente sobre otra anterior adosada a la muralla, está ubicada junto a la Plaza Mayor. Data del siglo XIV y es una magnífica construcción mixta gótico-barroca. Además, Balmaseda cuenta con edificaciones singulares como el palacio clasicista de Urrutia y la Casa Consistorial del siglo XVIII, a la que popularmente se conoce como "la mezquita de Balmaseda".
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Zalla
El conjunto de Bolunburu de Zalla se localiza en un meandro situado en la margen izquierda del río Cadagua. La pista que nos dirige hasta él se sitúa, en parte, sobre el antiguo camino real de Bilbao-Balmaseda, cuyo empedrado es visible en las proximidades de la ermita.
El conjunto está formado por una casa-torre, una ferrería, molino y la ermita de Santa Ana. Esta ermita se construyó en 1.612 en el período postmedieval. Se trata de un edificio de planta rectangular con cubierta a dos aguas y que fue construido en mampostería y sillería. Su valor arqueológico reside en los enterramientos que hay a su alrededor.
La casa-torre de Bolunburu, de la baja edad media conserva la viguería interior en buenas condiciones.
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Güeñes
La Iglesia de Santa María data del siglo XV. Es una iglesia de salón de tres naves de la misma altura, salvo el primer tramo de las naves laterales, un poco más bajo. Tiene ábside de planta poligonal. Dispone de dos accesos, uno el lateral, con una decoración característica de la época denominada "Reyes Católicos" en la que el renacimiento se mezcla con el gótico florido; el otro acceso se sitúa a los pies, al lado de la torre y es de estilo clasicista.
La cabecera y la portada principal, medievales, son las más antiguas del edificio actual. El resto es renacentista. Es un monumento de gran importancia, reedificado y ampliado a principios del siglo XVI, sobre un templo anterior románico fundado por Don Diego López de Haro, el Bueno (XII).