La segunda ruta en Araba se inicia en Gasteiz visitando el conocido Retablo Mayor de San Miguel, realizado en la primera mitad del siglo XVII (1624-1636) por Gregorio Fernández. Este retablo es una obra magnifica en todos los aspectos. La imaginería es de una gran expresividad y naturalidad, ciñéndose a los cánones barrocos. La policromía es casi coetánea, ajustada a las directrices contrarreformistas, con encarnaciones mates y estofados de imitación textil. Se trata de la única obra completa conservada en Alava del escultor Gregorio Fernández, figura puntera de la retablística de la época en todo el norte peninsular.

Se trata de un retablo renacentista (romanista), obra de Lope de Larrea que fue finalizado tras la muerte de éste por Francisco de Foronda. La policromía del retablo fue realizada por Diego Pérez, pintor destacado de la primera mitad del XVII y de estilo claramente contrarreformista. Este Retablo de Santa María es un magnífico exponente del romanismo norteño del último tercio del siglo XVI, caracterizado por las composiciones agitadas y anatomías musculosas, presentando en su parte superior algunos elementos que anuncian el primer barroco. En definitiva, es una de las mejores obras del escultor Lope de Larrea donde queda patente la extraordinaria calidad de este maestro.

Su Iglesia presenta un retablo clasicista de la primera mitad del siglo XVII que posee una buena policromía, realizada algo después, ajustada a los cánones contrarreformistas, siendo especialmente reseñable los pequeños paisajes de fondo en las casillas. Este Retablo de San Saturnino es una obra de calidad, representativa de un momento de transición desde el romanismo al clasicismo, ejecutado por maestros de prestigio como el ensamblador Francisco de la Plaza, el escultor Pérez de Ayala y el pintor-dorador Mateo López de Echazarreta.