Departamento de Cultura y Política Lingüística

Markina-Lekeitio

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Markina: Colegiata de Cenarruza. Convento de Nuestra Sra. del Carmen

Retablo mayor de Santa María

En Bizkaia la primera de las rutas, discurre en torno a Lea-Artibai. Aquí, en la Colegiata de Cenarruza de Markina nos acercamos a conocer un magnifico ejemplo de la retablística renacentista vizcaina con un lenguaje formal arquetípico y que destaca especialmente por su tipología mixta que combina pintura y escultura. Además, las cuatro pinturas del retablo de gran calidad técnica y atribuidas a Francisco Vázquez, constituyen un referente obligado del renacimiento vizcaino. Cabe reseñar asimismo, el interés de las dos imágenes marianas góticas que se integran en el retablo y la armoniosa conjunción del banco barroco que peralta el retablo.

Retablo mayor de Santa María

También se visita la Parroquia de la Asunción cuyo Retablo Mayor es una obra temprana del renacimiento realizada entre los años 1.526-1.530, aunque modificado en el mismo siglo XVI y luego en el XVIII. Por su tipología arquetípica de retablo-casillero renacentista, así como por la riqueza de sus elementos decorativos y policromía se considera uno de los mejores prototipos de primer Renacimiento en Bizkaia.

Finalmente, en el Convento Carmelita podemos admirar el Retablo Mayor y los colaterales de estilo barroco tardío, realizados a partir de 1723 y 1736 respectivamente. Se trata de una obra de uno de los más destacados maestros del barroco vasco, Fray Marcos de Santa Teresa y los tres conforman un conjunto unitario en cuanto a cronología, tipología y programa iconográfico.

Lekeitio: Iglesia parroquial de Santa María de la Asunción

Retablo mayor de Santa María

Posteriormente se va a Lekeitio donde se encuentra uno de los más grandes retablos góticos que recientemente ha sido objeto de restauración: el Retablo Mayor de la Iglesia parroquial de Lekeitio, considerado el retablo gótico por excelencia y modelo en la retablística vasca. Es una obra de estilo gótico-hispanoflamenco de la primera década del siglo XVI(1500-1510). De autor desconocido, a tenor de las marcas existentes en distintas piezas se detectan al menos siete artífices bajo una dirección unitaria que se atribuye a maestros foráneos, posiblemente nórdicos. Este retablo recoge un amplio programa iconográfico y conserva la policromía coetánea (1510-1514) de gran calidad, arquetípica de su estilo, con una base cromática con predominio del oro que le confiere su imagen de riqueza y lujo.