Uno de los objetivos del plan de trabajo de la Comisión ADOS es promover la interacción y la cooperación entre las comunidades islámicas y las diferentes realidades que componen la sociedad vasca. En este marco estaba previsto organizar, junto con el Consejo de la Juventud de Euskadi, una experiencia de convivencia y valores compartidos entre jóvenes de tradición cultural y religiosa plural. Esta iniciativa se activó este verano.

El pasado 31 de julio un grupo de jóvenes de Euskadi partió hacia una convivencia de cinco días que recorrería los tres territorios históricos. El viaje estuvo dominado por la interculturalidad y la interreligiosidad, puesto que el grupo estaba conformado por personas católicas, ateas, agnósticas y musulmanas que residen y son ciudadanas del País Vasco.

El objetivo era convivir y compartir la realidad de cada una de ellas para entenderse, incluirse y aceptarse mutuamente. Estas personas jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y 25 años, compartieron su tiempo con un interés real en conocer a las personas del grupo a través de ocho actividades.

Conocieron una mezquita (Donostia / San Sebastián), mantuvieron una reunión con el capellán de la basílica de Begoña (Bilbao), pasearon por los montes de Jaizkibel, Pagasarri y Gorbea o visitaron un comedor social (Cáritas). Por último, también acudieron a la residencia de mayores Aspaldiko y según dijeron las personas participantes en esta visita les conmovió tanto el cariño de las personas trabajadoras como el de las personas usuarias.

Las personas jóvenes participantes valoraron la experiencia como ‘única’, ‘necesaria’ e incluso ‘la mejor experiencia grupal de mi vida’. Durante las asambleas nocturnas realizadas, se pudieron escuchar testimonios como los siguientes: ‘nunca me había sentido tan bien en compañía de personas diferentes’ o ‘si no es por este viaje nunca hubiera entendido la realidad de otras personas’.

Como broche final de la convivencia, el grupo realizó un mural en Murgia (Álava) para que sirva como recordatorio de la experiencia, subrayando la importancia de unos valores comunes para avanzar como sociedad. Las personas participantes han redactado un texto describiendo esta experiencia. Una conclusión puede destacarse: esta experiencia, ha evidenciado que las diferencias culturales y religiosas no son obstáculo si se comparten los valores de pluralidad, diversidad y convivencia.

La Comisión ADOS hace una valoración muy positiva de esta experiencia. Ahora estudiará junto con el Consejo de la Juventud de Euskadi la manera de compartir, replicar y extender esta iniciativa.