El Plan Bizi Berri ha sido la herramienta de trabajo del Gobierno Vasco para la descripción y seguimiento de la evolución de la pandemia, así como para la preparación de medidas preventivas cuya aplicación afecta al conjunto de la sociedad, y que ha servido de marco de actuación al Consejo Asesor LABI (Larrialdiari aurre egiteko bidea, Plan de Protección Civil de Euskadi). El Plan Bizi Berri en sus cuatro ediciones y el seguimiento del Cuadro de Mando establecido en la sexta ola han atendido tanto a las recomendaciones y directrices de la OMS y de ECDC, como a las evidencias científicas disponibles y a las mejores prácticas documentadas.

La experiencia de dos años de pandemia, que cada trimestre se ha manifestado de modo cambiante e imprevisible, ha puesto de manifiesto el acierto de una actualización periódica de los instrumentos de seguimiento epidemiológico, ya que ha permitido ajustar y adecuar la respuesta a la evolución del virus y a las necesidades acontecidas en las distintas olas.

El documento ‘Dos años de gobernanza y gestión de la pandemia. Lecciones aprendidas para el futuro’ tiene, como primer objetivo, ofrecer una memoria de gestión y una valoración inicial de dos años de tiempo pandémico, abordadas desde el punto de vista de la gobernanza liderada por el Lehendakari a través del LABI y de las decisiones que ha debido adoptar al frente de la Presidencia del Gobierno Vasco, junto a una valoración abierta de lo que ha supuesto esta experiencia de gestión, desde la óptica de la responsabilidad de dirección en la respuesta a esta crisis.

El segundo objetivo, vinculado al primero, se orienta a extraer lecciones aprendidas y formular reflexiones y sugerencias de futuro. De una parte, los aprendizajes sobre la propia gestión de la pandemia; y de otra, las lecciones que podemos extraer como sociedad sobre nuestros modos de vida y relación. Probablemente, el reto más importante: qué aprendemos de esta vivencia y cómo lo empleamos para mejorar humana y socialmente.

En cualquier caso, esta memoria no trata de una valoración definitiva, entre otras cosas, porque la pandemia perdura todavía. Se trata de una parte de una evaluación integral que habrá de sumar miradas de dentro hacia afuera y de fuera hacia adentro, que habrá de incluir también el análisis y estudio de otros ámbitos de esta crisis sanitaria y que, necesitará tiempo para tomar perspectiva.